Barcelona: retrato de una planificaci¨®n fallida
La imagen de Vidal como delantero en la segunda parte y de Piqu¨¦ en los ¨²ltimos minutos hablan de un equipo sin recambios ni soluciones para suplir a Su¨¢rez.


Al Bar?a se le vieron muchas costuras en la final de Sevilla, pero seguramente no hubiese mejor imagen para definirlo que la de Arturo Vidal como delantero centro del equipo en la segunda parte en un intento desesperado de Valverde por cambiar algo sin ¨¦xito, al menos en el resultado fina. Vidal, Rakitic y, finalmente, Piqu¨¦ en un ramalazo heroico fueron los que ocuparon el ¨¢rea para intentar rematar lo que Messi constru¨ªa. Pero esa imagen de Vidal, Rakitic o Piqu¨¦ en el ¨¢rea en ausencia de Su¨¢rez es el retrato de una planificaci¨®n fallida que ha llevado al Bar?a a ponerse en manos del uruguayo como ¨²nico socio de Messi. Sin Su¨¢rez, el Bar?a se qued¨® desnudo en la delantera.
La temporada empez¨® con Paco Alc¨¢cer poniendo pies en polvorosa rumbo al Borussia Dortmund, que por cierto estos d¨ªas har¨¢ efectivos los 23 millones de euros que cost¨® su compra. Alc¨¢cer vivi¨® d¨ªas dif¨ªciles en Barcelona, porque tuvo que estar a la sombra de Su¨¢rez y jug¨® menos de lo que imagin¨® cuando Luis Enrique pidi¨® su fichaje en la temporada 2016-17. Alc¨¢cer demostr¨® sin embargo su utilidad en partidos como el de este s¨¢bado. Uno de sus goles vali¨®, por ejemplo, para ganarle la Copa al Alav¨¦s hace dos temporadas en el Calder¨®n. Pero Alc¨¢cer no quer¨ªa vivir m¨¢s en el banquillo y sali¨®. Era el momento de Munir, que te¨®ricamente llegaba del Alav¨¦s hecho para ser el delantero suplente del Bar?a. Sin embargo, ¨¦l tambi¨¦n sali¨®. Despu¨¦s de una primera vuelta con pocos minutos, el internacional rechaz¨® una oferta de renovaci¨®n del Bar?a y el club, sorprendentemente, le djo que ya no jugar¨ªa m¨¢s. La soluci¨®n fue marcharse al Sevilla..., y aparecer en el escenario Boateng.
El fichaje de Boateng pasar¨¢ a la historia como uno de los m¨¢s poco ¨²tiles de la historia para el Bar?a. El alem¨¢n con pasaporte ghan¨¦s ha tenido literalmente tres ratos ante Sevilla en la Copa y Valladolid y Huesca. Poco integrado, poco implicado, ni siquiera form¨® parte de la convocatoria de la final y se marchar¨¢ sin pena ni gloria al Sassuolo. Pese a la cierta expectaci¨®n que despert¨® su llegada por su fama de jugador algo exc¨¦ntrico y sus declaraciones para ganarse el favor de la grada ("mi sue?o es marcar en el Cl¨¢sico"), advirti¨® pronto que tendr¨ªa pocas oportunidades y no se rebel¨® contra su situaci¨®n. Al contrario, se ha pasado unos meses casi de vacaciones en Barcelona.
Resulta dif¨ªcil entender c¨®mo si hace tres temporadas Luis Enrique detect¨® que el Bar?a necesitaba m¨¢s gol en una plantilla en la que por entonces, adem¨¢s de Messi y Su¨¢rez, tambi¨¦n estaba Neymar (cabe recordar que pasaron de largo los cien goles en sus tres temporadas juntos), no s¨®lo no se haya reforzado sino que haya ido perdiendo elementos hasta este punto en el que empieza a pensarse que, adem¨¢s de Griezmann si es que termina llegando, el Bar?a necesita m¨¢s mordiente en el ¨¢rea.
Colateralmente, la imagen del Bar?a sin delanteros tambi¨¦n deja tocada a la secretar¨ªa t¨¦cnica. Confirmado el puesto de Valverde por Josep Maria Bartomeu, existen ciertas sospechas de que alguien debe pagar los platos rotos de las derrotas en Liverpool y Sevilla. Los ojos se han puesto en Pep Segura, que no fue capaz de acertar con ese fichaje del delantero en Navidad y cuya continuidad en el club podr¨ªa correr riesgo en los pr¨®ximos tiempos.
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