As¨ª ser¨ªa el encaje t¨¢ctico de Griezmann¡, si llega al Bar?a
El franc¨¦s podr¨ªa ocupar el sitio de Coutinho, pero ya no abre tanto al campo. Valverde podr¨ªa inventarse un 4-3-2-1 para meterlo por dentro con Messi.
Sin ser jugadores iguales, se da por supuesto que si Griezmann acaba llegando al Bar?a, que todav¨ªa est¨¢ por ver (hay mucha prudencia en el club), ser¨¢ en lugar de Philippe Coutinho, al que el club azulgrana comunicar¨¢ pronto que se busque equipo salvo sorpresa. Griezmann, pues, llegar¨ªa al Bar?a para inaugurar un nuevo tridente, formado por Messi, Su¨¢rez y ¨¦l mismo.
No obstante, una de las preocupaciones t¨¢cticas con Griezmann es que el franc¨¦s ha jugado en los ¨²ltimos a?os a hacer algo muy parecido, en el Atl¨¦tico y en Francia, a lo que hace Messi. El reciclaje del franc¨¦s a sus 28 a?os es una inc¨®gnita.
Es de suponer que el dibujo del Bar?a continuar¨¢ siendo el 4-3-3 y que Griezmann jugar¨ªa en la posici¨®n de falso extremo izquierdo. No obstante, el franc¨¦s ya no es el jugador explosivo que hac¨ªa diagonales como un pu?al de la banda al centro como cuando estaba en la Real. Ha perdido metros de carrera y nunca fue un extremo puro. Adem¨¢s de dejar el carril izquierdo abierto para Alba, Valverde tiene que aprovechar dos de las mejores caracter¨ªsticas del que pronto ser¨¢ exjugador del Atl¨¦tico: su capacidad de creaci¨®n y asociaci¨®n y, por supuesto, su gol. A Valverde, pues, le conviene tener cerca del ¨¢rea a Griezmann. En cinco a?os con el Atl¨¦tico ha marcado 133 goles oficiales). Est¨¢ claro cu¨¢l es una de sus fuerzas. Por tanto, Valverde podr¨ªa retocar el 4-3-3 para convertirlo en un 4-3-2-1 en el que Messi y ¨¦l jugasen imaginariamente paralelos por las zonas interiores de creaci¨®n.
Adem¨¢s, Griezmann tambi¨¦n llegar¨ªa para meter presi¨®n a Su¨¢rez. Puede jugar en el puesto de nueve y, as¨ª, dejar tambi¨¦n espacio a Demb¨¦l¨¦ que s¨ª garantiza explosividad y peligro con espacio abierto, algo que el Bar?a ech¨® de menos en Liverpool.
Tareas defensivas.
En tareas defensivas, donde el Bar?a hace a?os se estructura en 4-4-2, le tocar¨¢ hacer lo que a Neymar, Demb¨¦l¨¦ o Coutinho, cubrir la zona izquierda de ataque mientras Su¨¢rez y, sobre todo, Messi, quedan liberados de obligaciones defensivas.
Los m¨¢s optimistas creen ver a Griezmann tambi¨¦n como interior en el 4-3-3 por su buen pie y lectura de juego y su capacidad de sacrificio. Sin embargo, es dif¨ªcil que el Bar?a, por las alegr¨ªas defensivas de Messi, sobreviva sin tres centrocampistas con m¨¢s rigor defensivo. Jugar con Griezmann, Demb¨¦l¨¦, Messi y Su¨¢rez generar¨ªa un desequilibrio excesivo como ya se comprob¨® a principios de temporada en el Bar?a. Si finalmente acepta la oferta del Bar?a y ficha por los azulgrana, Griezmann parece un jugador hecho para el Bar?a y con encaje en el equipo. Pero tambi¨¦n deja algunas inc¨®gnitas por el camino. C¨®mo readaptar su juego y volver a comprender que ¨¦l no es el eje sobre el que gira el equipo.