La actitud mostrada por el vigente campe¨®n en el Stade de la Mosson, es el reflejo de que el mal se prolonga y la amenaza de extenderse est¨¢ dentro de lo posible . Aquel gol del reci¨¦n ingresado Camara, justo cuando al partido estaba a punto de finalizar, es una se?al negativa y una preocupaci¨®n para los intereses del club; no ya por el resultado, sino por la falta de aplicaci¨®n, implicaci¨®n y concentraci¨®n que ha puesto en evidencia el equipo en los momentos decisivos. Una nueva derrota que puede traer consecuencias en el futuro. Este PSG llegaba a este compromiso con el dolor de la derrota en la final de la Copa de Francia y con una acumulaci¨®n de frustraciones durante la temporada. Ni siquiera aquel segundo tanto anotado por ?ngel?Di Mar¨ªa, que daba la ventaja parcial al PSG, fue capaz de quitar la sensaci¨®n de que no iba a ser suficiente para un colectivo lastimado, que hizo el desplazamiento por los compromisos vigentes, pero no con la convicci¨®n de ratificar su supremac¨ªa en la Ligue 1. Con todo lo que le ha tocado vivir previo a este partido, existe la certitud de que el Par¨ªs Saint Germain est¨¢ da?ado, afectado por los rumores de un vestuario partido y por los dobles mensajes del t¨¦cnico y algunos jugadores cuando la oportunidad medi¨¢tica se presenta. El club de la capital parec¨ªa desde el principio darse por vencido, muy a pesar de la voluntad y profesionalismo de Buffon , intentando motivar y contagiar a sus compa?eros para revertir la situaci¨®n. Con algunas ausencias confirmadas antes del partido, se pod¨ªa prever?que el potencial del PSG no es el mismo. La cuota goleadora de Kylian Mbapp¨¦, la voluntad y el esp¨ªritu combativo?de Cavani, la agresividad de Verratti y el liderazgo de Thiago Silva, se hicieron extra?ar. El club parece hoy estar decidido a pasar a otra cosa, de terminar la temporada cuanto antes. Una idea que tambi¨¦n se refleja en un Neymar transparente, poco productivo y tal vez pensando en su cuidado para llegar en la mejor forma posible a la Copa Am¨¦rica y demostrar con su selecci¨®n todo lo que el aficionado y la instituci¨®n parisina esperaba de ¨¦l en esos instantes en los que nunca estuvo.