S車lo Lemar pudo con Dmitrovic
Un gol del franc谷s en el minuto 84 da los tres puntos al Atl谷tico en Ipurua. Dmitrovic hab赤a sido una pesadilla para el ataque rojiblanco.

El d赤a sin Griezmann termin車 solucion芍ndolo su hermano Lemar. Con el Atleti apeado de todo en marzo menos en lo de ser segundo, ante un Eibar pl芍cido 13?, en juego estaban m芍s las individualidades que el conjunto. A ver Vitolo, a ver Correa, los dos titulares, a ver Lemar, que no lo era. Comenz車 la tarde viendo desde el banco c車mo Cardona en dos zancadas se plantaba ante Oblak a los 20 segundos. Por tres dedos le sali車 el disparo desviado. En apenas medio minuto quedaban sobre la hierba todas las intenciones del partido.
El Eibar, vertical赤simo se sub赤a a las motos de Jos谷 Angel y Cardona con la red de Oblak en la cabeza. El Atleti, bien plantado, esperaba su contra, quit芍ndose de encima la presi車n del Eibar como se aparta un velo del hombro, con nada. Y eso que era un Atleti distinto, sin Griezmann, sancionado y en Nueva York viendo la NBA (??): Sa迆l era el lateral zurdo por delante de Filipe, en el banco, Vitolo ejerc赤a de escudero de un Morata obligado a hacer de Grizi y Correa, en la banda, sigui車 siendo Correa otro d赤a m芍s: un Tri芍ngulo de las Bermudas si pisa el 芍rea. Qued車 claro en el 7*.
Morata vio su desmarque con el rabillo del ojo y le puso un bal車n al hueco a la espalda de la zaga. El argentino dispar車 con la derecha solo ante el portero, pero los guantes de Dmitrovic repelieron su disparo a bocajarro cuando el gol ya le trepaba por la garganta a Simeone.
Se fue trabando el partido en el centro, sin dominador claro, mientras Sergio ?lvarez le reba?aba un bal車n a Morata por detr芍s para evitar su mano a mano con Dmitrovic. Pidi車 penalti el rojiblanco. No dud車 un segundo Alberola Rojas en gritar con las manos: ※Sigan, sigan§. Pero Gim谷nez ca赤a en la hierba tras un salto con Enrich. Dol赤a un dedo: cura de urgencia en el banquillo y a la batalla de nuevo. No hay dolor para un uruguayo. Aunque siguiera doliendo. En su ausencia, el Eibar hab赤a intentado recuperar el control estir芍ndose por las bandas. Un dominio sin peligro salvo dos disparos lejanos de Enrich. Se iba el partido al descanso con ritmo trot車n, con m芍s golpes y ca赤das que fluidez de bal車n.
Con Lemar y Filipe
La segunda parte comenz車 como la primera. Apenas unos segundos y Enrich cabeceaba a matar sobre Oblak. La pelota volvi車 a salir desviada tres dedos. La r谷plica la tuvo Morata en una contra en la que Vitolo le dej車 solo ante Dmitrovic con un pase extraordinario. Cruz車 demasiado. Koke no. Koke la envi車 con toda malicia desde fuera del 芍rea pero volvi車 a toparse con los guantes del portero. Ayer pod赤an llamarle front車n. Antes de la hora Simeone agitaba el banquillo a ver si le encontraba resquicio: dentro Lemar, fuera Correa.
Al franc谷s puede salirle o no pero es innegable que siempre la pide. Como Vitolo. Su tiempo no deber赤a terminarse en el Atleti aunque Simeone ayer lo finalizara a la hora. Dentro Filipe: Sa迆l ya pod赤a volver a la banda. Se iba Simeone con los cambios al ataque a pecho descubierto: Kalinic entraba por Arias mientras a Thomas le tocaba irse al lateral diestro. Amenazaba el Eibar con centros laterales y apret車 Cucurella con uno para Enrich que desbarat車 un God赤n inmenso. Tambi谷n en 芍rea contraria, cuando Dmitrovic, otra vez Dmitrovic, desvi車 con la u?a uno de esos cabezazos del uruguayo que gritan goool. Qu谷 v谷rtigo da pensar en c車mo ser芍 la vida sin 谷l, en c車mo es que puede terminarse.
El Atleti tocaba m芍s con los cambios y Sa迆l atrap車 un bal車n que Morata pein車 para Kalinic. El croata cedi車 para la carrera de Koke que s車lo tuvo que encenderle la luz a su bota. Centro raso a Lemar para que, al fin, lograra eso que parec赤a imposible sin Grizi: batir a Dmitrovic esta tarde en Ipurua. S車lo tuvo que empujar ese bal車n mientras Morata discut赤a con el 芍rbitro. Le hab赤a dado 谷ste una collejilla por que s赤, sin raz車n, sin que en su caso se esperen, por ello, cuatro partidos de sanci車n.