?Oh l¨¤ l¨¤ Grizou!
Griezmann lider¨® el triunfo del Atl¨¦tico con un gol y una asistencia a Morata, que sentenci¨®. Antes, Oblak sostuvo al Atleti con tres paradones. El Celta ech¨® en falta a Aspas.
Un partidazo de Griezmann tumb¨® al Celta. Filigranas, control del juego como el matador de toros maneja la lidia, un golazo y un pase medido al espacio a Morata para hacer el segundo¡. Antoine hizo las delicias de los ni?os que poblaron las gradas del nuevo Metropolitano en su d¨ªa con la esperanza de que su Atleti quede por delante del Madrid en la Liga por segundo a?o consecutivo. Disfrutaron los peque?os con el astro franc¨¦s y con los paradones de Oblak que con empate a cero hizo tres de los suyos.
Salieron los dos equipos a la suya. El Atl¨¦tico a llevar la iniciativa, sin un nueve de referencia, pero con la calidad extra?amente infrautilizada de Vitolo asoci¨¢ndose con el talento de superestrella de Griezmann, a quien en la selecci¨®n francesa llaman Grizou, seg¨²n se ve en el excelente documental que ha Netflix sobre el crack colchonero. El Celta encomendaba sus cartas a los contragolpes para los que Escrib¨¢ empez¨® dejando descolgados a Boudebouz, Boufal y Maxi G¨®mez, que intent¨® aprovecharse de la biso?ez de la in¨¦dita pareja de centrales atl¨¦tica formada por Montero y Toni Moya, que ni siquiera es central.
El Atl¨¦tico iba buscando en el gol, pero le faltaba pasar de tercera y el Celta casi se adelanta en el marcador en su primera aproximaci¨®n al ¨¢rea rival. Maxi G¨®mez remat¨® duro y despej¨® Oblak dejando el bal¨®n para otro disparo violento de Boudebouz al que le meta esloveno volvi¨® a contestar con otro parad¨®n. Corr¨ªa el minuto 17 y cuando el Celta se dispon¨ªa a botar el corner concedido tras la doble parada de Oblak todos los presentes en el Metropolitano dispensaron una cerrada ovaci¨®n, de esas que suenan como una manta de agua sobre un techo de uralita, a su portero orgullosos de tener al mejor cancerbero del mundo. Primero fue ese aplauso cerrado que va creciendo y emociona y luego fue el c¨¢ntico aflamencado de ¡°?Obli, Oblak, cada d¨ªa te quiero m¨¢s!¡±.
Juanfran percut¨ªa por la banda derecha como en sus a?os gloriosos y puso dos balones buen¨ªsimos a los que no lleg¨® Angelito Correa (?qu¨¦ man¨ªa tienen al argentino bastantes aficionados de los fijos del Metropolitano!), pero el Celta volvi¨® a tener el gol con un derechazo ajustado al palo de Boufal al que respondi¨® con otra mano formidable Oblak. Grizou dio r¨¦plica con un disparo que busc¨® la escuadra y se fue al fondo sur, zona del campo que parece un libro de reclamaciones. Y al filo del descanso una falta que hicieron a Vitolo, que se iba de todos, la trasform¨® Grizou con un golpeo excelente que se col¨® por el palo de Rub¨¦n Blanco.
Como era previsible, el Celta adelant¨® l¨ªneas tras el descanso buscando el empate y el Atl¨¦tico busc¨® sus opciones apoyado en la versatilidad de su tridente ofensivo liderado por las filigranas de Grizou. Pero al cuarto de hora de la reanudaci¨®n, Simeone sac¨® del campo a Vitolo y puso a Morata para disponer de su cl¨¢sico 4-4-2 al que al Cholo cuesta renunciar como al fumador le cuesta dejar el tabaco. Desde ese dibujo sabe replegarse y lanzar contras.
El Celta intentaba sitiar al Atleti buscando el empate y en un pase magistral de Grizou, Morata, imperial pese a jugar a¨²n renqueante del tobillo, corri¨® al espacio, dribl¨® a Rub¨¦n Blanco y marc¨® el 2-0 cerrando el partido a falta de un cuarto de hora. El Cholo sac¨® a Mollejo al final por Griezmann que se llev¨® una de esas ovaciones de ¡°?No te vayas nunca!¡±. Sobre todo te lo piden los ni?os del Atleti, Antoine.