El Bayern vuelve a conquistar el trono de la Bundesliga

Pocas ligas en Europa pueden presumir de semejante batalla por el t¨ªtulo como la que se est¨¢ viviendo en Alemania en estos momentos. Este s¨¢bado, el Dortmund lleg¨® al Allianz Arena de M¨²nich como l¨ªder de la Bundesliga y con dos puntos de ventaja sobre el Bayern, pero la abandon¨® segundo y habiendo sido humillado por el eterno rival. El campe¨®n se repuso del 5-4 de infarto en la Pokal ante el Heidenheim y le endos¨® una dur¨ªsima manita al conjunto borusser que le vuelve a colocar en lo m¨¢s alto de la m¨¢xima competici¨®n germana. Nada decidido a falta de seis jornadas para el final.

Sin James en el once titular, el Bayern salt¨® al c¨¦sped del coliseo b¨¢varo como si de una final se tratase y super¨® al Dortmund en pr¨¢cticamente todas las facetas del juego. Con Thiago en zona de creaci¨®n y Javi Mart¨ªnez haciendo de su particular guardaespaldas, los pupilos de Niko Kovac arrollaron a los de Lucien Favre y convirtieron los primeros minutos del choque de trenes en un verdadero asedio al marco protegido por B¨¹rki. Tan solo una genialidad de Reus por la banda, que acab¨® en un disparo al palo de Dahoud, logr¨® darle tregua al Borussia. Lo dem¨¢s fue Bayern y m¨¢s Bayern.

En el oeste de Alemania deb¨ªan saber que Hummels, ex del Borussia, va bien de cabeza, pero aun as¨ª le permitieron rematar a placer en el ¨¢rea. El primero sali¨® rozando el palo, el segundo puso en pie al Allianz Arena por primera vez. Le temblaban las piernas a los de negro y amarillo. Tanto que Lewandowski le rob¨® la cartera a Zagadou, le hizo un sombrero a B¨¹rki y finaliz¨® de volea, firmando un tanto que puso a prueba una vez m¨¢s la calidad que el killer polaco sigue teniendo en sus botas. Un disparo ajustado de Javi Mart¨ªnez y un cabezazo de Gnabry subieron el 4-0 al marcador antes del descanso.

El encuentro ya estaba decidido. Lo ¨²nico que importaba en la esquina negriamarilla era no hacer m¨¢s el rid¨ªculo. Pudo hacerle m¨¢s da?o el Bayern, pero la bestia ya no parec¨ªa igual de hambrienta que durante los primeros 45 minutos. Los locales se limitaron a mover el cuero y al rival de lado a lado, logrando anular durante los 90 minutos de partido toda esa verticalidad que define al Borussia. No existi¨® el conjunto borusser. Ni apareci¨® Sancho en banda, ni Reus brill¨® como falso nueve. Tampoco estaba Alc¨¢cer (lesionado) para hacer temblar a Neuer. Fue un mon¨®logo de un Bayern que, finalmente, cerr¨® la manita en los compases finales por medio de Lewandowski y le dio un nuevo de giro al juego de tronos en la Bundesliga.