Goles para olvidar penas
El Atl¨¦tico exhibe pegada en Mendizorroza, tras los ¨²ltimos reveses, con tantos de Sa¨²l, Diego Costa, que se lesion¨®, Morata y Thomas.

Pag¨® el Alav¨¦s todas las tristezas de un Atleti que logr¨® enterrar ese dolor de Tur¨ªn que a¨²n perdura. Al menos un poco, en la hierba de Mendizorroza. Once minutos bastaron. S¨®lo tuvo que hacer lo que sabe. Lo que primero falt¨® ante la Juve y despu¨¦s en San Mam¨¦s. Solidez atr¨¢s, eficacia arriba. Y a olvidar.
Porque sali¨® el Atleti con ganas de dejar atr¨¢s todo eso ya. Thomas era el sost¨¦n, Koke la fluidez y Griezmann s¨®lo deb¨ªa jugar en su sitio: la mediapunta. La llave del inicio siempre estuvo en su bota, que manej¨® creando superioridades constantes. En el minuto 2, le filtraba un bal¨®n a Sa¨²l para que, solo ante Pacheco, ¨¦ste disparara al cuerpo. En el 4, Mendizorroza viv¨ªa un d¨¦j¨¤ vu. Otra vez Sa¨²l en el ¨¢rea de Pacheco en dos zancadas, siempre sorprendiendo por la izquierda, tras encontrar una autopista entre los centrales, distra¨ªdos por los movimientos de Costa y Morata. A la segunda, Sa¨²l pate¨® mejor para que el Atleti recuperara la respiraci¨®n, el color y el pulso. Por debajo de las piernas se le col¨® el bal¨®n al portero. Fue la antesala del despertar de La Bestia.
Porque, quiz¨¢, la temporada se le fue al Atleti por el sumidero porque en casi toda falt¨®. Las malditas lesiones, ese viejo tornillo, la operaci¨®n en Brasil, los dos meses de baja, Grizi sin pareja, y Simeone sin su jugador del Fuego Camina Conmigo. Con un bal¨®n le bast¨®, como tantas otras veces, casi sin mirar a porter¨ªa. Despu¨¦s de que el Alav¨¦s pidiera penalti por mano de Juanfran y de que Koke robara un bal¨®n a Calleri. La jugada, madurada en 19 pases, termin¨® en Costa, en la frontal y entre cuatro rivales. Control¨®, se gir¨® y acomod¨® para, lo escrito, golpear sin necesidad de mirar y enviar la pelota casi a la escuadra. Gol(azo). Su segundo en Liga, el segundo casi en abril. Ese dato lo explica todo.
El Alav¨¦s, demasiado est¨¢tico, trat¨® de asomar con balones colgados al ¨¢rea de Oblak. Achuch¨® sin peligro. El ¨²nico lo tuvo Pina en la bota. Pero desbarat¨® Sa¨²l en la l¨ªnea de cabeza mientras Ely y God¨ªn chocaban con las suyas. Ely regresar¨ªa con venda y el d¨¦j¨¤ vu volver¨ªa a Mendizorroza. Eran todo nubes negras sobre Simeone. Sa¨²l se acercaba susurr¨¢ndole algo. Eso mismo que Costa le acababa de decir. Que algo dol¨ªa. Que ten¨ªa que salir. Otra vez. Pen¨²ltima cruz en el calvario particular de esta temporada. El espejismo de La Bestia hab¨ªa durado 45 minutos.
Sin Costa, con Lemar
Cuando el partido regres¨® de la caseta, Costa ya no estaba. En su lugar, Lemar. Grizi daba un paso adelante para convertirse en la pareja de Morata. El equipo de Abelardo hizo del ¨¢rea de Oblak su casa mientras el Atleti colgaba el parte m¨¦dico de cada partido. ¡°Costa retirado por precauci¨®n, con molestias¡±.
Lemar acapar¨® focos, en lo bueno y en lo malo. Por un lado, la reprimenda de Oblak por una p¨¦rdida. Por otro, cuando dej¨® de perseguir laterales y se movi¨® en la mediapunta, su sitio, filtr¨® un bal¨®n perfecto para la diagonal de Morata, su contra y el gol (con suspense de VAR). En ese momento, cuando m¨¢s llov¨ªa el Alav¨¦s. Porque segu¨ªa a los pies de Oblak, inspirad¨ªsimo Jony, sujeto por Pina y ya con sus habituales alas, Inui sobre el campo. Pero al tridente del Cholo, que aguantaba agazapado al contragolpe, le quedaba un zarpazo, el de Griezmann. Desvi¨® Pacheco su vaselina con la punta del guante.
Abandonar¨ªa el campo el franc¨¦s taciturno, mientras Thomas encontraba lo que llevaba buscando varios partidos: trallazo desde la frontal a la escuadra. Otro gol(azo). L¨¢stima que llegue ahora, cuando el reto parecer ser s¨®lo mantener la cabeza alta mientras LaLiga entra en el tramo de Luis. Ganar, ganar y ganar cuando ya se perdi¨® todo. Europa en Tur¨ªn, Liga en Bilbao, este Atleti capaz de jugar como ayer.