Angulo, Kily y Piojo llevaron la voz cantante en el bus
Miles de peque?as historias se produjeron antes, durante y despu¨¦s del partido de Leyendas en Mestalla. AS recopila alguna de ellas que quedaran en el anecdotario del Valencia.
Del hotel a Mestalla. Los ¡®convocados¡¯ para el partido de Leyendas tuvieron un d¨ªa casi id¨¦ntico a cuando eran profesionales. Comieron todos juntos en el hotel Palace, justo en el lugar donde se concentr¨® muchos a?os el Valencia. All¨ª mismo, los propios jugadores decidieron la din¨¢mica para comunic¨¢rselo a Ranieri que asisti¨® directamente al estadio. Primero jugar¨ªan los m¨¢s veteranos, unos 15 minutos (al final fueron 18¡¯ ¡°porque no quer¨ªamos irnos¡±, comenta Fernando). La mayor preocupaci¨®n era no lesionarse. El centro del campo era de lujo: Robert-Subirats-Fernando. Finalmente, Robert decidi¨® jugar m¨¢s retrasado.
El ¡®bus del Doblete¡¯. Una vez en el bus, los m¨¢s ¡®j¨®venes¡¯ tomaron el mando. Los futbolistas del Valencia del Doblete volvieron a vivir las andanzas de aquellos tiempos felices. C¨¢nticos y batallitas que se repet¨ªan 15 a?os despu¨¦s a bordo de un bus. All¨ª, Angulo, Kily Gonz¨¢lez y Claudio L¨®pez llevaban la voz cantante.
Arias, la Senyera. Arias, uno de los capitanes, jug¨® con unas botas prestadas por Gay¨¤. ¡°No sab¨ªa ni pon¨¦rmelas¡±. Eran sin cordones. Arias pidi¨® a Giner ser el primer cambio y pact¨® con Djukic salir a los 5¡¯. ?Por qu¨¦? Quer¨ªa mostrar a todo Mestalla una camiseta de la Senyera, en honor a los valencianos que han jugado en el equipo. Su beso al c¨¦sped no falt¨®.
Ca?izares, guantes. Fue uno de los m¨¢s aclamados. En la SER dijo despu¨¦s que ¡°nadie merece tanto cari?o¡± como el que sintieron ayer en Mestalla. Ca?izares no se hab¨ªa vuelto a poner bajo palos desde su retirada. Inclusive hab¨ªa rechazado suculentas ofertas econ¨®micas para hacerlo en amistosos en Asia. En este sentido, Ca?izares no ten¨ªa intenci¨®n de jugar y as¨ª se lo transmiti¨® a la organizaci¨®n, pero entre la emoci¨®n del d¨ªa, su mujer e hijas le convencieron. De hecho, no ten¨ªa ni guantes y le dejaron unos de Neto. No fue el ¨²nico al que le faltaron utensilios. Casi ninguno llev¨® espinilleras.
El penalti de S¨¢nchez. Fue muy comentada durante la cena la parada de C¨¦sar a Juan S¨¢nchez en el penalti. Inclusive hubo veteranos que se alegraron de que cuando el colegiado pit¨® la pena m¨¢xima, ya no estuvieran en el campo. C¨¦sar intentaba ¡®justificarse¡¯ diciendo que ¡°lo par¨¦ porque llevaba el escudo del Valencia¡±.
Los Ranieri y los L¨®pez. Tras el partido y antes del homenaje final, las familias de los jugadores saltaron al c¨¦sped para inmortalizar el momento. La esposa de Kempes, las sobrinas de Puchades, los hijos de Mundo, la familia de Ca?izares, la de Albelda... Todos se hicieron mil fotos. Pero hubo alguna singular. Claudio L¨®pez hizo bajar a la se?ora de Ranieri del palco. Quer¨ªa tener un recuerdo con su familia y la del entrenador con el que se hizo un crack mundial en el mismo c¨¦sped de Mestalla, ese donde tantas tardes de gloria dieron juntos al valencianismo. Mientras, Pizzi y Chori Dom¨ªnguez quisieron hacerse varias con Kempes.
La Selecci¨®n. Las Leyendas de la Selecci¨®n espa?ola fueron los invitados de lujo a la fiesta ch¨¦. Los que no conoc¨ªan Mestalla en estas ocasiones alucinaron con la traca final. Catanha, De la Red y sobre todo, Miguel ?ngel Nadal, quien se qued¨® con la boca abierta con la interpretaci¨®n del himno regional. Todos ellos fueron invitados a la cena de las leyendas valencianistas. All¨ª Salvador Gomar regal¨® al club una foto original del Valencia en Algir¨®s de 1919.
Aplausos a Giner. En el vestuario, al acabar el partido, todos las leyendas hicieron un corrillo para aplaudir a Fernando Giner, el ide¨®logo de un d¨ªa irrepetible.