Mejor¨ªa sin punter¨ªa

El segundo intento de Luis Enrique tuvo el mismo comienzo que el primero: una Espa?a estupenda achatad¨ªsima por la falta de gol. A Morata se le fueron seis, que hubieran marcado la distancia estratosf¨¦rica entre La Roja y Noruega. Hubo partido hasta el final por la escandalosa falta de punter¨ªa del mejor. La confrontaci¨®n devolvi¨® al mejor Asensio y a Navas y Jordi Alba como laterales de largo alcance y desinfl¨® el soufl¨¦ de Odegaard, secundario en una selecci¨®n muy menor.

A Luis Enrique tambi¨¦n cabe considerarle padre de la (otra) transici¨®n, porque ha llegado con el tiempo justo al doble entierro de una generaci¨®n irrepetible de futbolistas. En el Bar?a y en la Selecci¨®n. De la azulgrana sali¨® airoso, galardonado y, a causa del estr¨¦s, sab¨¢tico. De la que ahora le ocupa anda en la fase de prueba/error. A¨²n no tiene un once en primera l¨ªnea de playa y su Espa?a sube y baja, gusta y alarma, resplandece y desaparece. Tiene de bueno el caso que la busqueda de la estabilidad goza de una fase de clasificaci¨®n por delante sin ning¨²n lobo. Aqu¨ª no est¨¢n las potencias de la Nations League que nos hicieron so?ar primero y despertar despu¨¦s. Aqu¨ª est¨¢ Noruega, una selecci¨®n que suena a m¨²sica militar: dos l¨ªneas de cuatro muy juntas para sobrevivir sin bal¨®n, con Odegaard perdido en la maleza, dos puntas para presionar y aburrirse de correr y una defensa esforzada pero muy permeable por los flancos.

Por ah¨ª empez¨® Espa?a con acierto en Mestalla, tantas veces casa de La Roja y que esta vez no alcanz¨® el lleno. Entre lo que merece repetir est¨¢n Navas y Jordi Alba, uno que vuelve y otro que a Luis Enrique le cost¨® indultar. Ayudados por la baja peligrosidad de Noruega, abrieron extraordinariamente el campo, en una labor de cerrajero que tuvo provecho. En esas estuvo tambi¨¦n Asensio, recostado en la banda izquierda, puesto que le incomoda pero en el que puede encontrar una salida a su carrera internacional. Result¨® estupendo todo lo que hizo por dentro y por fuera.

El otro pilar del triunfo hay que buscarlo en la recuperaci¨®n r¨¢pida y obsesiva cerca de Jastein, especialmente en los primeros minutos. Noruega plante¨® el duelo entre la paciencia y la resistencia, pero entregar la pelota muy pronto invalid¨® lo uno y lo otro.

Por el centro funcionaron intermitentemente Ceballos y Parejo, un falso lento, uno de esos becarios entrados en ligas que ha puesto de moda Luis Enrique. Y fue de menos a m¨¢s Busquets.

Del dominio a las ocasiones

As¨ª, con unos y otros, la Selecci¨®n fue encontrando huecos y ocasiones. Tambi¨¦n un gol, urdido en la izquierda, entre Asensio y Alba, y rematado en el centro, con una volea de Rodrigo, un delantero con m¨¢s juego que goles. Y reforzado en su condici¨®n de local, que punt¨²a doble. Kubala fue un maestro de esta pr¨¢ctica. Antes del descanso, Jastein le sac¨® tres cabezazos a Morata. Un cuarto se le march¨® fuera. Un halo de malditismo parece envolverle all¨¢ donde va. En la galer¨ªa de arte qued¨® una jugada con dos taconazos en el ¨¢rea, de Parejo y Morata, sin final feliz. Y tambi¨¦n entr¨® en registro una mala entrega del discutible De Gea y un mal repliegue que pudo costar el 1-1. Henriksen meti¨® su centro-chut a un metro de porter¨ªa y Elyounoussi convirti¨® la puntilla en despeje involuntario.

Espa?a sigui¨® retras¨¢ndose con el gol y Lagerb?ck cambi¨® el tercio. Meti¨® a Johnsen, un ala-pivot en funciones de delantero centro, por si la fuerza a¨¦rea era capaz de recuperar lo perdido por la infanter¨ªa. Y en un agarr¨®n de tantos de I?igo Mart¨ªnez al gigant¨®n pit¨® penalti Andis. Lo convirti¨® King, un contratiempo resuelto por Espa?a del mismo modo, en penalti cometido por Jastein sobre Morata, lance que le sirvi¨® para expiar pecados anteriores. Ramos, el patriarca de esta Espa?a, lo resolvi¨® a lo Panenka, permanente desprecio al riesgo en la suerte. Un gol que devolv¨ªa el partido al mejor.

El susto le dio argumentos a Luis Enrique para reforzar el servicio de vigilancia, con Rodrigo junto a Busquets. Y en la recta final debutaron Canales y Jaime Mata, dos internacionales de efecto retardado, s¨ªmbolos de una revoluci¨®n que se qued¨®, mayoritariamente, en el banquillo, pero a la que no renuncia Luis Enrique.

Espa?a

• 1 De Gea
• Jes¨²s Navas
• Sergio Ramos
• ??igo Mart¨ªnez
• 18 Alba
• 5 Busquets
• Dani Ceballos (73')
• Parejo (76')
• Marco Asensio
• Rodrigo
• 7 Morata (88')
• Banquillo
• 14 Gay¨¢
• Sergi Roberto
• Mata (88')
• Arrizabalaga
• Pau L¨®pez
• 16 Rodrigo (76')
• Muniain
• Bernat
• Mario Hermoso
• Sa¨²l
• Sergi G¨®mez
• Canales (73')

Noruega

• Jarstein
• Aleesami
• Omar Elabdellaoui
• Vassbakk
• Nordtveit
• Henriksen
• Johansen (76')
• Odegaard (55')
• Selnaes
• King
• Elyounoussi (54')
• Banquillo
• Iver Fossum
• Hovland
• Sigurd Rosted
• Bjorn Maars (54')
• Mohammed Elyounoussi (55')
• Per Kristian Br?tveit
• Linnes
• Syrloth
• J. Svensson
• Ola Kamara (76')
• Mats Daehli
• Sten Grytebust

Clasificaci¨®n

Grupo F	PT	PJ	PG	PE	PP
1 ESP	3	1	1	0	0
2 SUE	3	1	1	0	0
3 MAL	3	1	1	0	0
4 RUM	0	1	0	0	1
5 FAR	0	1	0	0	1

Grupo F	PT	PJ	PG	PE	PP
2 SUE	3	1	1	0	0
3 MAL	3	1	1	0	0
4 RUM	0	1	0	0	1
5 FAR	0	1	0	0	1
6 NOR	0	1	0	0	1