Cristiano devora al Atleti
Un hat-trick del portugu¨¦s permite a la Juve remontar y elimina a un equipo de Simeone al que no le funcion¨® su defensivo planteamiento.
En Tur¨ªn regres¨® la Juve de entre los muertos para arrebatarle al Atleti aquello que tuvo, fue suyo, los cuartos. Corr¨ªa Allegri, mord¨ªa Griezmann su camiseta, callaba el Cholo. La Champions, competici¨®n de remontadas, sumaba otra a su historia 2018-19. Como el Ajax, como el United. Templ¨® Bernardeschi, ejecut¨® Cristiano, se suicid¨® Simeone. El Atleti no jugar¨¢ la final en su estadio.
Todo, desde el inicio, fue lo que la pizarra de Allegri hab¨ªa dise?ado en las ¨²ltimas veinte noches insomnes, el partido de Madrid rondando. Sali¨® su Juve fulgurante. No era f¨²tbol, era la guerra. Y Chiellini ya hab¨ªa marcado en 3', un bal¨®n que a Oblak se le escap¨® de los guantes cuando lo ten¨ªa blocado. Anul¨® Kuipers: Oblak hab¨ªa soltado la pelota por falta de Cristiano. Baj¨® el 1-0 del marcador. No lo har¨ªa un ¨¢pice la intensidad la Juve.
Era un agobio, un asedio, veinte hombres jugando a los pies de Oblak. Con Bernardeschi y no Dybala, Emre Can m¨²sculo e inteligencia, Spinazzola y Cancelo dos laterales jugando como extremos y un Pjanic descomunal. Corr¨ªa la Juve como cuando se te va la vida en ello. A juego con ese grito, el que brotaba del Juventus Stadium, un aullido ensordecedor. Simeone ped¨ªa a sus jugadores que apretaran filas y dientes, ante el acoso. Ya pasar¨ªa la tormenta, quiz¨¢ pens¨®. Y pareci¨®, unos minutos. Griezmann tuvo el bal¨®n y trat¨® de templar, jugar largo. Un oasis antes de que Cristiano asomara de verdad en la eliminatoria con un goool sali¨¦ndole de la boca empujado por veinte d¨ªas de miedos.
Fue con un cabezazo bestial, quit¨¢ndole el bal¨®n de la cabeza a Juanfran, siempre sobrepasado. El pase, perfecto, hab¨ªa sido de Bernardeschi, que fue para la vuelta lo que Costa en la ida. El impacto. Omnipresente, dio una exhibici¨®n. Se fue el Atleti temblando al descanso. Por un cabezazo que Morata envi¨® alto, el acorralar de la Juve y las p¨¦rdidas de un Lemar que parec¨ªa un Caballo de Troya de Allegri en el equipo del Cholo. Ten¨ªa su Juve el partido donde quer¨ªa, a un gol de la pr¨®rroga. Y cuarenta y cinco minutos por delante. Cuarenta y cinco minutos con Cristiano.
Cristiano y todo de nuevo ah¨ª. Lisboa, Mil¨¢n, todas las eliminaciones en Champions, sus 22 goles con el Madrid, el de la primera parte, el que har¨ªa ahora, al regresar del descanso. Otra vez de cabeza, un cabezazo a bocajarro que Oblak logr¨® sacar. Pero Kuipers sinti¨® un pitido en su mu?eca: la tecnolog¨ªa de gol, el bal¨®n hab¨ªa entrado. 2-0. De pronto, para el Atleti todo se hizo de vidrio. Se present¨® el miedo, el pumpum insoportable del coraz¨®n. Abr¨ªa su mano y en ella ya no estaba la ventaja de Madrid. La Juve se la hab¨ªa sacado con un repaso t¨¢ctico. En 49' lo ¨²nico que hab¨ªa hecho era saber sufrir.
Termin¨® en el 56' Simeone con la tortura de seguir viendo a Lemar en algo que no es para ¨¦l, un partido f¨ªsico, y entr¨® Correa, que s¨®lo alborot¨® dos carreras. Contest¨® Allegri con esa carta que acariciaba como a un gato, salivando en el banquillo: Dybala. Por Spinazzola. No quer¨ªa pr¨®rroga. La evit¨® una vez Gim¨¦nez, cruz¨¢ndose ante Cristiano providencial mientras el Atleti lograba estirarse hacia la porter¨ªa de Szczesny. La Juve estaba cansada. El Atleti buscaba la oportunidad. Con Vitolo, Sa¨²l a rega?adientes en el lateral izquierdo y muy poco de Griezmann. Sin disparos a puerta.
Envi¨® fuera Kean un mano a mano solo ante Oblak antes de que Correa fuera la foto de la desesperaci¨®n rojiblanca, ayer turquesa, el turquesa de las cuatro cuchilladas en Dortmund, ante Bernardeschi. Le empuj¨® en el ¨¢rea. Incomprensible, con tanto en juego. Penalti. Cristiano lo marc¨®. Era el final de la batalla de Tur¨ªn. Corr¨ªa Cristiano, apretaba pu?os, se?alaba la hierba. "Aqu¨ª, aqu¨ª". Oblak miraba vencido, aunque el Atleti siguiera a un gol de todo, con minutos a¨²n. Pasaron para nada. Porque para esto eran los cien millones. Justo para eso. Para que Cristiano pusiera tres balones donde ocurren los milagros. Justo ah¨ª. Y resucitar a la Juve.