Aitor Cantalapiedra, el espa?ol que gu¨ªa al Twente a la Eredivisie
El catal¨¢n es el jugador m¨¢s en forma de la Segunda Divisi¨®n holandesa y suma ya 10 goles y nueve asistencias. "Aqu¨ª he encontrado mi sitio", desvela a As.

A finales de la pasada temporada el Twente toc¨® fondo. El club con sede en Enschede descendi¨® a la Segunda Divisi¨®n holandesa y evidenci¨® as¨ª los problemas econ¨®micos y deportivos que le hab¨ªan lastrado desde 2014, cuando a espaldas de la Federaci¨®n firm¨® un contrato con el grupo inversor Doyen. Dicho acuerdo se?alaba que el Twente recibir¨ªa una inyecci¨®n econ¨®mica a cambio de un porcentaje en la venta de algunas de sus estrellas.
No fue una gran decisi¨®n. La ascendente deuda -que lleg¨® a rozar los 100 millones de euros- y la ilegalidad de su contrato con Doyen empujaron a la Federaci¨®n a sancionar al Twente, que fue apartado de competiciones europeas y castigado ¨Cm¨¢s si cabe- econ¨®micamente. Rompiendo su vinculaci¨®n con el grupo inversor malt¨¦s el club logr¨® evitar un descenso administrativo en 2016, aunque su continua inoperancia sobre el c¨¦sped acab¨® mand¨¢ndole a Segunda en 2018, cuando acab¨® colista en la Eredivisie.
Sin embargo el descenso, lejos de convertirse en un infierno, ha sacado a relucir cualidades que convirtieron al Twente en un club envidiable a comienzos de siglo. La entidad con sede en Enschede ha sabido encontrar la luz al final del t¨²nel y ya camina con paso firme de vuelta a la ¨¦lite. Un ¨¦xito personificado en una plantilla joven (24,1 a?os de media) y la figura de un espa?ol: Aitor Cantalapiedra.
Tras pasar por las canteras de FC Barcelona, Villarreal o Sevilla, Aitor lleg¨® a Holanda el pasado verano, un viaje que no habr¨ªa sido posible sin el protagonismo que tuvo a finales de la temporada pasada con un Sevilla Atl¨¦tico ya condenado a Segunda Divisi¨®n B. ¡°Si no llego a jugar los ¨²ltimos 10 partidos seguir¨ªa all¨ª¡±, revela el catal¨¢n a diario As.
¡°Me llam¨® el segundo entrenador, Gonzalo Garc¨ªa, y me dijo que conmigo ve¨ªan posibilidades de ascender a la Eredivisie. Me convencieron. Siendo un equipo hist¨®rico, con una plantilla joven y esta afici¨®n¡ No hab¨ªa un mejor reto para m¨ª¡±, recuerda Aitor, posiblemente el mejor jugador de la Keuken Kampioen Divisie (Segunda holandesa).
Gonzalo ten¨ªa raz¨®n, y aunque a¨²n restan 10 jornadas de competici¨®n el Twente camina con paso firme a la ¨¦lite. Son primeros con 63 puntos, 10 m¨¢s que el Go Ahead Eagles, que marcha segundo, y acumulan 12 fechas sin conocer la derrota. Aitor Cantalapiedra se siente ¡°mejor que nunca¡± y as¨ª lo reflejan los 10 goles y nueve asistencias que le colocan como m¨¢ximo asistente y segundo m¨¢ximo artillero del equipo tan solo por detr¨¢s de Tom Boere (13). Sin ir m¨¢s lejos, su contribuci¨®n ofensiva ha servido al Twente para sumar 20 puntos y ser el equipo m¨¢s en forma de Europa.
¡°Marino Pusic me da mucha libertad y en funci¨®n de c¨®mo vaya el partido puedo moverme por el campo. Me siento c¨®modo tanto pegado a la banda como por dentro, siempre procurando estar en la derecha porque, siendo zurdo, es m¨¢s f¨¢cil hacer diagonales, buscar paredes o pegarle al palo largo¡±, analiza Cantalapiedra, que monopoliza adem¨¢s las jugadas a bal¨®n parado: ¡°Conf¨ªan mucho en mi golpeo y lo saco todo¡±.
El espa?ol se siente c¨®modo en Holanda, donde se ha encontrado un f¨²tbol ¡°mucho menos t¨¢ctico que en Espa?a¡±. ¡°Aqu¨ª casi todo el mundo juega 4-3-3 y es raro ver un pelotazo. Todos los equipos buscan tocar el bal¨®n, empezar con el portero¡ Nosotros presionando correctamente a menudo nos encontramos con robos cerca del ¨¢rea contraria que nos permiten marcar ¡°, detalla el catal¨¢n, que comparte vestuario con sus compatriotas Javier Espinosa y Nacho Monsalve. ¡°Es algo que se agradece, te hace la vida m¨¢s f¨¢cil¡±.
Junto al segundo entrenador, Gonzalo Garc¨ªa, son cuatro los espa?oles que buscan devolver al Twente al sitio que, por historia, le corresponde. Cuatro profesionales que, ajenos a los rumores que definen el ascenso como la ¨²nica salvaci¨®n de un club que a¨²n lidia con problemas econ¨®micos, se centran en conseguir una primera posici¨®n que les mande directos a la Eredivisie. ¡°Aqu¨ª he encontrado mi sitio¡±, desvela Cantalapiedra, el motor de un proyecto que amenaza con volver.