Morata vale por dos
Dio el triunfo al Atl¨¦tico en Anoeta, pese a acabar con diez por la roja a Koke, y confirma al equipo de Simeone como ¨¦l ¨²nico candidato a discutirle LaLiga al Bar?a.
Hab¨ªa algo que siempre se repet¨ªa en aquel Atleti que gan¨® LaLiga en 2014. Koke encontraba a Costa y Costa hac¨ªa el gol. La constante. Como Penny para Desmond en Perdidos. Ayer Costa era Morata. Y le bastaron cuatro minutos para demostrarlo en Anoeta. Despu¨¦s, mucho despu¨¦s, su bot¨ªn lo guardar¨ªan entre God¨ªn, Gim¨¦nez y Oblak.
Hab¨ªa comenzado la Real el partido teniendo el bal¨®n con un peligro: el empe?o de sacarlo jugado desde la misma bota de Rulli. Simeone adelant¨® la l¨ªnea de presi¨®n con la intenci¨®n del robo pero ser¨ªa Oyarzabal quien, al cuarto de hora, terminar¨ªa con los minutos de tanteo. Primero se quit¨® de encima a God¨ªn como si fuera pelusa y despu¨¦s dispar¨® raso desde la frontal, obligando a la primera parada de la tarde, don Jan. El Atl¨¦tico oli¨® el peligro y no tuvo miedo: contest¨® lanz¨¢ndose sobre la porter¨ªa de Rulli. Guiar¨ªa Koke.
Un Koke libre de marca. Un Koke centro de gravedad, en uno de esos d¨ªas tocado con varita. Cuando Morata hac¨ªa el desmarque, en la bota Koke ya le hab¨ªa puesto el bal¨®n. La primera vez falt¨® un pelo para el gol. Se hicieron un l¨ªo Rulli y Llorente, tuyo-m¨ªo, y Morata casi se les cuela por ah¨ª. La segunda vez fue al minuto y oblig¨® a Rulli al parad¨®n: Koke centr¨® para el remate a bocajarro de Morata. Era el 18¡¯ y en el ¨¢rea de Rulli ya se olisqueaba la sangre. Morata se lanzar¨ªa sobre ella de cabeza.
En otro homenaje al 2014, llegar¨ªa en un c¨®rner, cuatro minutos despu¨¦s de que Willian Jos¨¦ se fuese lesionado. Lo lanz¨® Lemar desde la izquierda, pein¨® God¨ªn con la chepa y Theo, que estaba con Morata, se dedic¨® a perseguir musara?as. Pecado mortal. Morata cabece¨® solo-sol¨ªsimo. Gol. Si a LaLiga le queda un hilo el Atleti se aferr¨® a ¨¦l en Anoeta. Cuatro minutos despu¨¦s, se deslizaba sobre su hierba haciendo el arquero. Fue ni?o del Calder¨®n: sabe bien cu¨¢les son los s¨ªmbolos.
Y de nuevo por el bal¨®n parado. Koke y la constante: busc¨® la cabeza de Morata al botar una falta y Theo defendi¨® otra vez s¨®lo de pensamiento. Gol. Seis partidos y 34 d¨ªas despu¨¦s de haber llegado, Morata ya es el segundo goleador rojiblanco en Liga. Y el mejor fichaje del Atleti en tiempo. Tras tanto fiasco, los Jackson, Gameiro, Vietto. Con todo el gol que al Madrid le falta. Simeone sonre¨ªa, pu?os al aire, mientras a Imanol el partido se le escapaba como el agua entre los dedos.
En el descanso, Simeone se vio obligado a hacer un cambio por lesi¨®n, como antes Imanol. El parte m¨¦dico de todos los partidos: Filipe, molestias. Arias saltaba al campo y Juanfran se iba al lateral izquierdo. El Atleti se olvidaba del f¨²tbol y se dedicada a bailar La Yenka, izquierda izquierda derecha derecha/adelante detr¨¢s un dos tres, mientras Sandro se ped¨ªa focos, bal¨®n y ocasiones. Se hab¨ªa convertido el ¨¢rea de Oblak en la Puerta del Sol en Nochevieja, llena de gente, cuando Lemar perd¨ªa un bal¨®n y Simeone primero daba un grito para despu¨¦s actuar en consecuencia: ¨¦ste fuera, Thomas dentro.
Tres minutos despu¨¦s, Koke ver¨ªa la amarilla por pisar a Zaldua y Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez se llevaba la mano al bolsillo: era la segunda, roja. Ensombrec¨ªa su partido una autoexpulsi¨®n. Los minutos que siguieron fueron un asedio de balones colgados, centros laterales y c¨®rners que sobrevolaban el ¨¢rea de Oblak silbando como bombas. Pero si Imanol sacaba del banquillo m¨¢s p¨®lvora (Juanmi), Simeone ten¨ªa chaleco antibalas de doble capa: Gim¨¦nez-God¨ªn. S¨®lo Merino llegar¨ªa a probar de verdad los guantes de Oblak. Es como lo de los partes, faltaba su parada milagro de cada partido y llegar¨ªa aqu¨ª, para atajar un cabezazo del txuri-urdin.
Ca¨ªa sobre Anoeta la primera derrota de Imanol como la tarde poco despu¨¦s de que Sandro, s¨ª Sandro, cortara a Arias cuando desenfundaba la pierna casi solo ante Rulli (para disparar horrible). El Bar?a escapa, pero ah¨ª sigue el Atleti, tenaz, para no dejar que se vaya muy lejos. O no del todo. Como en 2014.