La dificultad de ser extremo en el Legan¨¦s
El asentamiento del 5-3-2 como sistema preferido por Pellegrino tapa el camino a los hombres de banda. En las ¨²ltimas listas s¨®lo un extremo ha sido convocado: El Zhar y Arn¨¢iz se alternan.
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Ser extremo en el Legan¨¦s tiene sus dificultades. Que se lo digan a Nabil El Zhar o Jos¨¦ Arn¨¢iz. El marroqu¨ª y el talaverano est¨¢n llamados a ser futbolistas importantes en el equipo pepinero. Mauricio Pellegrino, de hecho, los tiene en esa condici¨®n. Pero su participaci¨®n es escasa. Y la culpa la tiene el sistema. El 5-3-2 con el que juega el Flaco al sur de la capital hace muy dif¨ªcil la presencia de jugadores de este corte ya no s¨®lo en el once (que tambi¨¦n), sino en la misma convocatoria.
En las ¨²ltimas jornadas Pellegrino est¨¢ incluyendo apenas un extremo por lista. El Zhar ha sido el escogido de las tres ¨²ltimas ante Valencia, Real Sociedad y Betis. Contra el Rayo entr¨® Arn¨¢iz. Frente al Eibar, los dos. Pero lo que pas¨® ese 26 de enero no est¨¢ siendo normal lo habitual en Legan¨¦s. M¨¢s desde el retorno de Carrillo. Y todo es culpa del sistema.
Un inicio con bandas
A principio de temporada Pellegrino s¨ª que apost¨® por el uso de las bandas con extremos. El argentino se estren¨® con el Lega usando un 4-2-3-1, pero desde la sexta jornada contra el Bar?a, se empez¨® a introducir la defensa de tres centrales. Aun en aquellos primeros encuentros Pellegrino mantuvo la presencia de bandas en la medular. El dibujo era un 5-4-1, con El Zhar y ?scar ocupando habitualmente los costados.
Fue en la jornada 13 cuando el entrenador pepinero introdujo dos delanteros centro como rutina de sus alineaciones. El cambio provoc¨® el sacrificio de un hombre de banda en la media. El Zhar fue el escogido. Desde entonces, salvo en momentos puntuales, lo habitual es que el Legan¨¦s use a los carrileros para atacar por los costados. No extremos.
El efecto domin¨® ha hecho que en el banquillo s¨®lo suela haber espacio para un extremo gracias, en parte, a la polivalencia que ofrecen hombres como Braithawite o En Nesyri, capaces de ejercer de delanteros, pero tambi¨¦n de caer a banda.
Consecuencias del cambio
Los resultados de esta revoluci¨®n en la pizarra son evidentes. El Zhar ha pasado de jugar con regularidad a ser el 14? hombre de la plantilla en lo que a minutos en Liga se refiere. Arn¨¢iz, lastrado por su lesi¨®n hasta noviembre, apenas ha podido competir 84 minutos. Sabin Merino, potencial extremo, casi siempre ha jugado de segunda punta.
Algo parecido le sucedi¨® a Rolan antes de salir al Alav¨¦s. Dani Ojeda, segundo m¨¢ximo goleador en pretemporada, se fue cedido al Granada ante la ausencia de minutos. Szymanowski, tambi¨¦n atacante de banda, tiene el alta m¨¦dica, pero a¨²n no el alta competitiva. En cuanto se ponga en forma afrontar¨¢ el mismo panorama que sus compa?eros de posici¨®n. Ser extremo en el Legan¨¦s tiene sus dificultades.