Nabil El Zhar recupera su rol revolucionario en el Legan¨¦s
El franco-marroqu¨ª no est¨¢ gozando de continuidad, pero ante el Valencia fue pieza clave en la igualada pepinera. El sistema lastra sus opciones de jugar con m¨¢s asiduidad de inicio.
Nabil El Zhar se fue a la esquina de Butarque como si el gol hubiera salido de sus botas. Como si hubiera sido ¨¦l quien hubiera hecho un empate ¨¦pico que, frente a Valencia, supo a victoria redentora. A algo m¨¢s que un punto. Pero no, ¨¦l no hab¨ªa marcado el gol. Lo hab¨ªa anotado Braithwaite. Poco le importaba al franco marroqu¨ª, que lo sent¨ªa como suyo despu¨¦s de provocar con su eslalon por la derecha el pase que, previo rechace en Gabriel, se acabar¨ªa transformando en ese 1-1. Su rol en ese tanto hab¨ªa sido clave. Por fin Nabil recuperaba la sensaci¨®n de agitador revolucionario que siempre le acompa?¨® desde que firm¨® por el Legan¨¦s.
Hac¨ªa tiempo que no se le ve¨ªa as¨ª. Feliz. Euf¨®rico. Desatado. Es l¨®gico porque desde hace algunos meses, este futbolista vertical de 32 a?os ha pasado de ser titular casi indiscutible a jugar nada o casi nada. Su ¨²ltima titularidad data del 9 de enero,?cuando salt¨® de inicio a la pradera del Bernab¨¦u en la ida de octavos de la Copa del Rey. No jug¨® el partido completo. Fue sustituido en el minuto 63. La escena le suena porque este curso s¨®lo ha completado tres encuentros.
En los otros ocho duelos que ha disputado de titular siempre ha sido sustituido. Su ¨²ltima presencia en el once en Liga se remonta al 3 de noviembre, cuando fue de la partida en Butarque ante el Atl¨¦tico de Madrid. Son 115 d¨ªas sin repetir. Suma en toda la temporada 1.037 minutos, dato bajo si se tiene toma como referencia la temporada pasada, cuando fue el quinto jugador de campo con m¨¢s minutos del Lega entre todas las competiciones. Disput¨® 2.687 minutos.
Instigador del caos
Ahora el sistema de juego implantado desde octubre (un 5-3-2 en el que las bandas las ocupan los carrileros, no los extremos) le est¨¢ poniendo complicad¨ªsimo cualquier opci¨®n de jugar. Algo parecido le sucede al resto de hombres de banda del equipo. Arn¨¢iz, sin ir m¨¢s lejos, suma ya dos jornadas consecutivas sin ir convocado.
Sin embargo, el domingo pasado, frente al Valencia, Pellegrino decidi¨® que El Zhar deb¨ªa jugar para aportar sus virtudes al equipo. En una avalancha de cambios ofensivos, los pepineros jugaron el tramo final a la vieja usanza, usando un 4-2-4. El Flaco confirm¨® que su objetivo era "desordenar al Legan¨¦s para desordenar al contrario". Y lo logr¨® a lomos de sus cambios. Entre ellos, El Zhar, hiperactivo por la banda pese a solo disputar 25 minutos.
En ese tiempo le dio para poner cinco centros (el segundo pepinero tras ?scar, que puso diez), provocar una falta, tirar una?vez a puerta, sumar un 88,9% de efectividad en pase y conseguir, con su galopada por la derecha, la jugada que termin¨® en el 1-1 de Braithwaite. Ese gol que Nabil celebr¨® desatado como si fuera propio. L¨®gico. Porque fue casi suyo. Porque El Zhar ha vuelto a su esencia efervescente.