?pica noche en el Metropolitano
Inmenso partido del Atleti, con una gran segunda parte. Marcaron Gim¨¦nez y God¨ªn. Intervino el VAR: no hubo penalti a Diego Costa y el gol de Morata fue en falta previa.
No hay entrenador como el hombre de negro capaz de hacer eso: de convertir la emoci¨®n en f¨²tbol. Nada hace m¨¢s favorito a su Atleti que no serlo. Antes de que el Ale, ale, ale, Atleeeti retumbara en la grada como tambores de guerra ya le hab¨ªa dado un golpe a la Juve. La Fiera titular, Costa, por sorpresa. Que en el Metropolitano se encontraban dos equipos con todas sus finales perdidas de Champions sobre la hierba como heridas abiertas, pero s¨®lo se vio a uno, al rojiblanco. Fue un homenaje al Calder¨®n, al escudo, a la grada, en una de esas noches que explican el ser del Atleti. Por esto, precisamente por esto.
Que los pintaron fieros. A Cristiano, Pjanic, Mandzukic y Dybala, pero s¨®lo eran hombres. Como ellos, los rojiblancos, que salieron al partido golpeando la hierba como si no fueran once, sino un ej¨¦rcito. Intensos, el¨¦ctricos, con presi¨®n alt¨ªsima. De su Juve, avasallada, durante muchos minutos, a Allegri s¨®lo le llegar¨ªa una noticia: un libre directo que Cristiano zapate¨® fort¨ªsimo, desde treinta metros, y Oblak sac¨® con la punta de los guantes. Pjanic estaba cegado, Bentancur sobrepasado, Dybala directamente como si no estuviera.
El Atleti, mientras, apretaba los dientes lanz¨¢ndose hacia el ¨¢rea de Szczesny. Que Koke estaba de vuelta y su linterna se notaba en el juego, que Costa era la pelea por cada bal¨®n directo, que God¨ªn era el Fara¨®n de los viejos tiempos. Pero el dominio del Atleti no encontraba remate. Ah¨ª segu¨ªa solo Griezmann. El mayor peligro de la primera parte sali¨® de su zurda: cay¨® Costa en el ¨¢rea, derribado por De Sciglio, el ¨¢rbitro pit¨® penalti pero el VAR, que se estrenaba en estos octavos de Champions, corrigi¨®. La falta hab¨ªa sido fuera. Szczesny detuvo el tiro que Griezmann trat¨® de colarle pegado al palo.
El descanso lleg¨® con Simeone torciendo el gesto, que esta guerra por los cuartos la formaban dos batallas y acaba de perder otro hombre para la de Tur¨ªn: Thomas, por amarilla, como antes Costa por moverse en la barrera del libre directo de Cristiano, ambos apercibidos. Pero si alguien pens¨® que el reposo le bajar¨ªa las pulsaciones a los rojiblancos, que al final de la primera parte se vio a un Atleti cansado, quiz¨¢ acusando tanto desgaste de inicio, nada m¨¢s lejos: Simeone lo aprovech¨® para afilarle a sus jugadores las botas.
Nada m¨¢s regresar el partido, Griezmann le enviaba un bal¨®n al espacio a Costa, desde 40 metros, para dejarle solo ante Szczesny. Pero aqu¨ª el de Lagarto s¨ª acus¨® la falta de forma, de ritmo, de chispa, y remat¨® fuera. El siguiente aviso del Atleti fue de Grizi, un bal¨®n al larguero que cimbre¨® los cimientos. A la hora, pactado estaba, le pasar¨ªa la carroza a Costa para que entrara Morata y Simeone le diera su segundo golpe al partido, el definitivo. Si en la primera parte el Atleti avasall¨® a la Juve, en esta segunda se la comi¨®. Con mucha ¨¦pica.
Porque el f¨²tbol es emoci¨®n, lo imprevisible, eso que escapa a los pron¨®sticos, en los tiempos de la tiran¨ªa del big data y, aqu¨ª, Simeone, el Atleti y el a morir los m¨ªos mueren de sus hombres. Acababa de salir Correa, tercer cambio del Cholo, minuto 67', cuando Morata cabece¨® un bal¨®n de Filipe para marcarle a la Juve, su ex, e instalar el delirio. Pero el VAR se lo quit¨®, otra vez, tambi¨¦n en Champions. Por falta previa en el salto a Chiellini. El ¨¢rbitro decidi¨® tras verlo en su pantalla.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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Pr¨®ximos partidos |
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No lo acus¨® el Atleti. S¨®lo le sirvi¨® para lanzar m¨¢s fuertes sus golpes y dejar a la Juve noqueada, en la noche m¨¢s negra de este proyecto con Cristiano. Y el Atleti con el jab¨®n en la bota para darle el ba?o. Fue en un c¨®rner. Cabece¨® Morata. Y el bal¨®n qued¨® muerto tras pegar en Mandzukic: una pierna se lanz¨® a golpearlo con el alma, latiendo sangre charr¨²a. El bal¨®n no hab¨ªa rebasado la l¨ªnea y el Metropolitano ya cantaba gooool. Del Comandante Gim¨¦nez. Goool, goool, goool. Al marcador, sin VAR, justicia al partido, con el Atleti en la primera gran noche que siempre se le recordar¨¢ a este Metropolitano.
Pero quedar¨ªa a¨²n otro, tambi¨¦n charr¨²a, tambi¨¦n homenaje, al escudo, su historia: God¨ªn remach¨® un bal¨®n muerto sin ¨¢ngulo, con roce de Cristiano. Goool, goool, goool, otra vez. La apoteosis de un estadio que perd¨ªa la voz a la vez so?ando alto. "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, es la verdad", que dec¨ªa Sherlock Holmes. Y la verdad es que el Atleti camina a Tur¨ªn con esta eliminatoria casi en el bolsillo. La afon¨ªa durar¨¢ d¨ªas.