Los 120 kil¨®metros diarios de Llu¨ªs tienen recompensa
El central iba en taxi a Sant Adri¨¤ desde Manresa, y se volv¨ªa con su padre. Estuvo a punto de dejarlo cuando el servicio se anul¨®. Hoy a¨²n recorre esa distancia.


Cuando el Espanyol llam¨® a su puerta, en 2005 cuando militaba en el Gimn¨¤stic de Manresa, su familia ten¨ªa claro que la aventura era irrechazable, pero que seguramente no durar¨ªa m¨¢s de uno o dos a?os. Ten¨ªa ocho Llu¨ªs L¨®pez, quien desde la capital del Bages deb¨ªa hacer un aut¨¦ntico sacrificio cada d¨ªa que se entrenaba o que jugaba en la Ciudad Deportiva: 120 kil¨®metros entre ir y volver.
Era la ¨¦poca del malogrado Josep Manel Casanova, la cantera se cuidaba al detalle, y los jugadores de fuera del ¨¢rea metropolitana dispon¨ªan de un servicio de taxi para acudir a los entrenamientos. Al acabar las sesiones, sin embargo, era su padre, Juan Carlos, quien iba a buscarlo para llev¨¢rselo de vuelta a Manresa. As¨ª no perd¨ªan tiempo para hacer los deberes, y para cenar y descansar.
Pero el servicio de taxis desapareci¨® y Llu¨ªs estuvo a punto de dejar el Espanyol por una mera cuesti¨®n de log¨ªstica. Se las apa?¨® su familia, e hicieron bien, ya que aquel a?o, el primero de infantiles, el t¨¦cnico Jacint Magriny¨¤ lo pas¨® al Infantil A. A partir de ah¨ª, siempre fue una categor¨ªa por delante. Y eso que previamente no hab¨ªa estado, por ejemplo, entre los elegidos para los torneos medi¨¢ticos de f¨²tbol 7, como Brunete o Arona.
Constante y convencido de sus aptitudes desde chaval, Llu¨ªs tuvo que abandonar la carrera de Ingenier¨ªa Industrial porque no pod¨ªa compaginarla con filial, entrenamientos con primer equipo, Sub-17, selecci¨®n catalana... Pero se apunt¨® a Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas (ADE). Hoy sigue viviendo en Manresa, pero esos 120 kil¨®metros son gloria bendita.