El gol de las tres y cuarto con el que todo comenz¨®
Pitus Prat y el Espanyol estrenaron 90 a?os de historia en LaLiga. ¡°Me sali¨® un empalme tan fuerte que Emery no pudo hacer nada¡±. Cada jugador perico cobr¨® 25 pesetas.
Era domingo y 10 de febrero, como lo ser¨¢ ahora. Pero de 1929. Una jornada festiva, porque discurr¨ªa por las calles de Barcelona la r¨²a del Gran Carnaval, pero a la vez luctuosa, puesto que viv¨ªa el pa¨ªs jornadas de luto por la muerte, cuatro d¨ªas antes, de Mar¨ªa Cristina de Austria, la madre del monarca de la ¨¦poca (y por poco tiempo), Alfonso XIII. Y por eso ondearon a media asta las banderas y lucieron brazaletes negros los jugadores en Sarri¨¤. Y no era un partido cualquiera, sino el estreno de LaLiga.
En esa jornada de contrastes entre lo l¨²dico y lo tr¨¢gico, no es de extra?ar que ni el nuevo torneo fuera recibido con exagerada devoci¨®n ni siquiera fuese el Espanyol favorito, en casa, ante el Real Uni¨®n de Ir¨²n. Y eso que ven¨ªan los pericos de conquistar, siete d¨ªas antes, su primer t¨ªtulo de la Copa del Rey. O precisamente por ello: entre lesiones (como Zamora, Saprissa o Portas), sanciones (Broto, Tena II o Gonz¨¢lez) y simple descanso preventivo, decidi¨® Jack Greenwell alinear a un equipo en el que los ¨²nicos titulares habituales eran Vantolr¨¤, Trabal y K¨¢iser; y estos dos ¨²ltimos, adem¨¢s, fuera de su demarcaci¨®n.
El legendario Pedro Escart¨ªn, que adem¨¢s de ¨¢rbitro fue seleccionador espa?ol y un afamado periodista, se encarg¨® de decretar el inicio del partido a las tres y diez de la tarde. Y solo cinco minutos m¨¢s tarde, a las tres y cuarto, llegar¨ªa el momento m¨¢gico. El gol con el que todo empez¨®. El defensor guipuzcoano Alza rechazaba defectuosamente un tiro de Oramas, atacante blanquiazul, a centro de Juv¨¦. El bal¨®n quedaba suelto para el valiente que quisiera hacer historia. El elegido fue Jos¨¦ Prat. Y quiz¨¢ lo mejor sea que ¡®Pitus¡¯ (diminutivo que se invent¨® el periodista Francisco Subir¨¢n) lo explique: ¡°Me sali¨® un empalme tan fuerte que Emery, el portero del Ir¨²n (apodado el ¡®Pajarito¡¯ y s¨ª, abuelo del entrenador Unai Emery), no pudo hacer absoutamente nada¡±.
¡°As¨ª de f¨¢cil fue¡±, sentenciar¨ªa a?os m¨¢s tarde el autor del primer gol en la historia de LaLiga, un hecho que, sin embargo, le resultaba ajeno: ¡°Ni me lo imaginaba ni estaba enterado¡±. Parti¨® en aquel encuentro Prat desde el ala derecha, su posici¨®n predilecta, como recordar¨ªa al cabo de unas d¨¦cadas. ¡°Fui un extremo derecha que iba de cara a gol y que procur¨® servir a su club¡±. Lo hizo como futbolista (lleg¨® a ser internacional, por ejemplo, en un 13-0 a Bulgaria, goleada de r¨¦cord a¨²n vigente) e incluso de entrenador, aunque sus d¨ªas profesionales acabar¨ªan como funcionario municipal, recaudando impuestos en el mercado de la Llibertat, en su Gr¨¤cia natal. Y dando el saque de honor en el partido 1.000 del Espanyol en LaLiga, tambi¨¦n en Sarri¨¤ y ante el Valencia, en 1971.
Pero no piensen que el partido acab¨® ah¨ª. Oramas y Regueiro, ambos con un doblete, se sumaron a la fiesta inaugural, un 3-2 por el que cada futbolista perico cobr¨® 25 pesetas de prima. Lo que perciben los jugadores no es lo ¨²nico que ha cambiado. As¨ª se consignaba en la prensa el ambiente de aquel encuentro: ¡°El p¨²blico estuvo imparcial¡±. Ahora, 90 a?os despu¨¦s, LaLiga levanta pasiones.