Correa, un 10 sin etiquetas

Ya hab¨ªa coincidido su presencia en el campo con los momentos m¨¢s afilados del Atl¨¦tico contra el Barcelona. Apenas 10. Y en Montilivi lider¨® la carga de la ¨²ltima media hora, bien secundado por Gelson. Pero esa etiqueta no le gusta a Correa. Cada vez que se le pregunta por su condici¨®n de agitador de ¨²ltima hora cambia el paso y deja claro que ¨¦l, aunque est¨¢ para lo que diga el t¨¦cnico, quiere jugar. Siempre. Eso lo repite fuera del c¨¦sped, mientras dentro volvi¨® a evidenciar que interpreta mejor que Lemar lo que Simeone ordena. Esa jugada del 82' es fruto del chip que tiene ya en su base de datos instalado como primera orden. Como Koke, tras recuperar tiene en mente habilitar los m¨¢s r¨¢pido posible al punta. Algunas veces no sale, y le castigan con el runr¨²n, y alguna, como la de ayer, queda bautizada como una obra maestra, con la ayuda involuntaria de Ramalho. A veces se le echan en cara sus p¨¦rdidas, su atropello o su verticalidad mal ejecutada. Pero es lo que le piden y, adem¨¢s, para eso est¨¢ un talento as¨ª. No entretener y emplear su habilidad escurridiza para ir al frente. No es un jugador para malgastar en pases de seguridad. Y, adem¨¢s, trabaja. Porque le cost¨® pero ha entendido lo que tiene que hacer para que no le suceda como a otros muchos talentos que llegaron del pausado f¨²tbol sudamericano y que terminaron devorados y ahogados por el rigor y el despliegue europeo.

La realidad, aunque no le guste, es que esta temporada anda por el 50 por ciento de titularidades y suplencias. 11 veces ha salido del banquillo en 21 partidos y ha conseguido dos goles y cuatro asistencias. Un tanto, el de Valencia, jugando como titular, mientras que el resto de m¨¦ritos siendo suplente. Pero habiendo jugado algo en los 21 encuentros, porque su peso va en aumento. Quiz¨¢ esa capacidad suya para agitar partidos le debi¨® llevar al Mundial, pero Sampaoli no la valor¨® y Correa tuvo que aplazar su sue?o. Seguramente Scaloni, o quien le siga, no cometer¨¢ el mismo error.