Cien a?os del aterrizaje del rey del banquillo perico
Caicedo debut¨® como jugador del Espanyol en 1918, vivi¨® de ayudante la Copa del 29, gan¨® la del 40 y estuvo 12 temporadas de entrenador.
El Espanyol se construye a trav¨¦s de sus protagonistas m¨¢s legendarios. Y pocos ha habido como Patricio Caicedo (Bilbao, 1899), futbolista durante ocho temporadas y primer entrenador a lo largo de 12 m¨¢s. De hecho, es el t¨¦cnico que ha estado m¨¢s campa?as en el banquillo del equipo blanquiazul. ¡°He vivido all¨ª los mejores a?os de mi vida¡±, coment¨® en una extensa entrevista a Ricardo Pastor en la revista Dicen en 1965. Falleci¨® unos a?os despu¨¦s (1981).
Que Caicedo aterrizase en el Espanyol fue una casualidad remota, como la que trajo de vuelta de Glasgow a Ra¨²l Tamudo despu¨¦s de no superar la revisi¨®n m¨¦dica o la que hizo coincidir en el Espanyol a Di St¨¦fano y Kubala, dos de los mejores futbolistas de la historia.
Criado por su hermana en el Bilbao de la primera d¨¦cada de los 10 (sus padres fallecieron), Caicedo era un prometedor jugador de pelota vasca y de f¨²tbol, deportes que compaginaba hasta que un directivo del Espanyol se top¨® en su camino. ¡°Ven¨ªa a fichar un mediocentro del Athletic que se llamaba Belauste, pero no quiso marcharse. Era internacional y el mejor en su puesto. Alguien les habl¨® de m¨ª y, como mi hermana se iba a Am¨¦rica, no me lo pens¨¦¡±, relata Caicedo en aquel reportaje que ha tenido acceso AS.
¡°Ten¨ªa 17 a?os y me pagaban 150 pesetas. ?Se viv¨ªa muy bien!¡±, explic¨®. No obstante, su debut ante el Sporting de Vigo no fue el esperado, y pas¨® unos meses en la reserva hasta que, en 1918, hace cien a?os, se consolid¨® ya en el primer equipo.
¡°Los compa?eros me ayudaron. Qued¨¢bamos en un bar de la plaza Universidad y nos ¨ªbamos al campo a chutar seis o siete horas. Aquello era un pasatiempo¡±, recuerda en la revista.
De 1918 a 1926, Caicedo fue mediocentro del Espanyol y vivi¨® cap¨ªtulos pintorescos. Fue protagonista del derbi de la calderilla (cuando lanzaron monedas al colegiado) al encararse con Samitier y luego estuvo tres meses con el equipo de gira en Am¨¦rica, cuando ¡°cruzamos en mulo hasta Chile por Los Andes a menos 20 grados... Yo llevaba un vestido de verano¡±.
De la final del agua a la Copa de 1940
Ya retirado, Caicedo sigui¨® viviendo en Barcelona y se convirti¨® en ayudante de Jack Greenwell, primer entrenador perico en la inauguraci¨®n de la Liga y con el que se alz¨® la primera Copa del Rey en la famosa Final del agua de 1929. De hecho, lo sustituy¨® en 1930 y vivi¨® su primera etapa hasta 1933. Luego, estuvo dos a?os en el Athletic, con el que gan¨® la Liga de la 33-34. ¡°Ya ganaba 50.000 pesetas al a?o¡±, dijo.
Pero el mayor reto que ten¨ªa por delante lleg¨® despu¨¦s, cuando en 1935 regres¨® al Espanyol. Despu¨¦s de la Guerra Civil, el club perico se qued¨® solo con cinco jugadores. ¡°P¨¦rez, Prat, Teruel, Trias y Llimos. Fich¨¦ a Arasa y Ara, del Prat; a dos valencianos, Olivares y Mart¨ªnez Catal¨¤; Rovira del Granollers y Gonzalvo I del Mollet. A Mas del Europa. Y, con 50.000 pesetas en el bolsillo, fui a Canarias para traer a Gabriel Jorge y Kike¡±, record¨®.
Esa campa?a, la 1939-40, el Espanyol gan¨® la Copa del Rey y Caicedo lo ten¨ªa claro: ¡°Yo tuve una doceava parte del ¨¦xito¡± (sic). Ni m¨¢s ni menos. El equipo fue l¨ªder de la Liga hasta que un accidente de tr¨¢fico provoc¨® la lesi¨®n de cinco jugadores en Talavera de la Reina y merm¨® el rendimiento en el tramo final.
Su ¨²ltima etapa fue en la campa?a 1949-50, dos a?os despu¨¦s de ganar otra Copa, esta con el Sevilla. Un a?o redondo, 1950, para dejar atr¨¢s su historia en el Espanyol. ¡°Ahora no se puede valorar el f¨²tbol. Si un equipo tiene 50.000 socios y otro 20.000, puedes competir un a?o, pero a largo plazo se impone el dinero¡±, coment¨® en ese 1965. Un tipo l¨²cido d¨®nde los haya.
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