El Atleti y una noche de esas para la historia en el Metropolitano
Partidazo de los rojiblancos que vengaron el 4-0 ante el Dortmund en Alemania. Goles de Sa迆l y de Griezmann, decenas de ocasiones. S車lo un lunar: lesi車n de Gim谷nez.

Cuando el Atl谷tico salt車 al partido, el estadio ya estaba en pie, sin garganta desde el minuto uno. Atleeeeti. En el ambiente de una de esas noches, las del ※a morir los m赤os mueren§. Y los suyos sal赤an con Kalinic, presi車n alt赤sima e intensidad cholista. El Dortmund no ten赤a prisa, c車modo en la transici車n, corr赤a sin sudar. El Atl谷tico empujaba, apretaba, pero una vez Griezmann llegaba en fuera de juego y otras tres Correa, que ya era alboroto, no ten赤a punter赤a. El Dortmund pensaba en Alemania, cre赤a que podr赤a esperar.
Poco era por el 芍rea de Oblak. Alguna vez por all赤 asomaba Sancho, una bala, siempre por el mismo pasillo, la banda de Juanfran, y sobrevolaba el peligro en el Metropolitano, el recuerdo del 4-0. Pero entonces apareci車 ese pie, el de Sa迆l, un matagigantes alemanes. Fue una jugada colectiva, en cinco toques, el bal車n lo llev車 al 芍rea el propio Sa迆l. Filipe levant車 la cabeza, en vez de rematar, y devolvi車 atr芍s. Correa que hace de pantalla y deja pasar, Kalinic que entretiene y Sa迆l que se vuelve a colar. Los focos a 谷l, a 谷l y a su pie izquierdo. Su disparo lo roz車 Akanji, en el camino a la red. En ese momento Sa迆l ya corr赤a. Su mano al viento, el beso en su tatuaje. ※La fuerza no proviene de la capacidad corporal sino de la voluntad del alma§. Era un grito. El de todo un estadio a la vez. 61.023 personas.
El Atleti se desat車, se lanz車 a dar golpes sobre la porter赤a de Burki como si cada uno de ellos fuera un demonio, para vengar, el谷ctrico y a la contra, la derrota en Alemania. Por las sombras en el juego, por las bajas, todas las dudas y los pasos atr芍s. Chut seco de Gim谷nez, zapatazo de Thomas, ocasi車n de Filipe, disparo a bocajarro de Correa... Una avalancha sobre Burki. Que tapaba aqu赤, que sacaba all芍, con el cuerpo, a c車rner, en un ba?o sin jab車n. Fueron los mejores minutos del Atl谷tico en esta Champions, en esta temporada, en meses, y s車lo el portero evit車 que el Dortmund al descanso se fuera con m芍s heridas. El Atleti, crecido, inmenso, era una m芍quina perfecta de hacer f迆tbol.
Correa era el peligro, Gim谷nez-Lucas el seguro atr芍s, al centro estaba Rodrigo, ensanchando su n迆mero a la espalda, ese 14. Impecable, perfecto en la cobertura, plantado ante Reus para convertirlo en un jugador sin m芍s, invisible. Era el final de la primera parte cuando llegaba el primer disparo a puerta del Dortmund. Achraf, a c車rner. El bal車n golpe車 en Gim谷nez, lo dej車 tendido. A la caseta se fue el Atleti sin m芍s goles de manera inexplicable y el coraz車n percuti谷ndole feroz en el pecho. El uruguayo no volvi車 tras el descanso.
No hab赤a sido el balonazo, hab赤a vuelto a ser la pierna. Otro mordisco, otra lesi車n muscular, comienza a ser preocupante. Las suyas y las de los dem芍s. Seis en apenas una semana son demasiadas. Al canterano Montero, que debutaba hace una semana en la Copa ante un Tercera, ahora le tocaba jugar en la Champions. Y Alc芍cer comenzar赤a a buscarle costuras mientras el Atleti segu赤a a lo suyo. ※A morir los m赤os mueren§. Sa迆l al remate de un c車rner, Rodrigo con otro zapatazo desde la frontal, Correa, tras recuperaci車n y pase de Juanfran, Griezmann en cada jugada de ataque...
El Dortmund s車lo llev車 peligro en un resbal車n de Montero, que trat車 de aprovechar Alc芍cer pero err車. El Atleti quer赤a m芍s. Que el marcador hiciera justicia con la noche, que el 1-0 ayer no era victoria. Y lleg車. Fue una contra rapid赤sima, otra. Rob車 Sa迆l, c車mo no, bal車n a Gelson, que corre la banda, busca a Thomas que, genial, asiste a Grizi para el gol. El franc谷s corri車 hacia la afici車n. Se detuvo ante ella: ※V-a-m-o-s§, pudo leerse en sus labios despu谷s de besarse el escudo. Final perfecto para una de esas noches que se recuerdan siempre, que se quedan en la piel. El Atl谷tico, maneras de vivir. Podr芍 haber otras. Pero nunca ser芍n tan maravillosas. Los rojiblancos casi abrazan los octavos.