Remontada expr¨¦s del Bar?a
Los de Valverde perd¨ªan 2-1 en el 86' despu¨¦s de un p¨¦simo partido. Lo arreglaron en tres minutos Demb¨¦l¨¦ y Luis Su¨¢rez. Demasiado castigo para el Rayo.
El Bar?a conquist¨® tres puntos ag¨®nicos en Vallecas (2-3) que reafirman su liderato ante un Rayo ejemplar, que durante tres cuartas partes del partido se impuso en todos los terrenos a un equipo irreconocible por su indolencia y que roz¨® el bochorno en muchos momentos. Una reacci¨®n milagrosa con Piqu¨¦ de delantero centro interviniendo en el gol del empate de Demb¨¦l¨¦ en el 87¡¯ y de Su¨¢rez en el 90¡¯, que ya lidera el Pichichi con 9 goles, le dio al Bar?a tres puntos que le tocaron en la t¨®mbola.
El milagro del Bar?a es una condena a la mala suerte del Rayo. El conjunto de Michel hizo m¨¦ritos para conseguir un resultado hist¨®rico ante un equipo desesperante que, como pas¨® en Legan¨¦s empez¨® ganando, se pudo a dormir y si no acab¨® arrasado es porque la alegr¨ªa dura muy poco en la casa del pobre.
Con el recuerdo del patinazo de Legan¨¦s, Valverde apost¨® por alinear en Vallecas al mismo equipo que gole¨® hace una semana al Real Madrid y la cosa pareci¨® funcionar, pero la autocomplacencia volvi¨® a traicionar a los cul¨¦s. Como en Butarque.
La salida del Barcelona fue s¨®lida, controlando el juego en todo momento, con posesiones largas y con una muy buena presi¨®n tras p¨¦rdida. Si a esa buena disposici¨®n le a?adimos que Su¨¢rez abri¨® el marcador al minuto 11 tras una nueva internada de Alba calcada a la del primer gol contra el Madrid, parec¨ªa que el Barcelona iba a sacar con facilidad el partido adelante.
Nada m¨¢s lejos de la realidad, cuando el Bar?a lo ten¨ªa todo a favor, los de Valverde volvieron a dormirse y el Rayo, que otra cosa no tendr¨¢, pero fe le sobra, empez¨® a cre¨¦rselo. Pozo a punto estuvo de conseguir el empate a la media hora de juego tras un veloz contragolpe, pero su disparo se fue fuera por poco. Cinco minutos despu¨¦s, una mala salida de bal¨®n de Ter Stegen provoc¨® que el bal¨®n le volviera a llegar a Pozo que dispar¨® un chut con rosca muy ajustado al palo del portero que se convirti¨® en el empate. El Bar?a repet¨ªa todos los pecados de Legan¨¦s y Vallecas lo celebraba.
Mir¨® de reaccionar el Bar?a de la mano de Su¨¢rez, el ¨²nico jugador que creaba algo de peligro. De la nada el uruguayo se sac¨® un disparo que se estrell¨® ante la madera de Alberto, pero el Rayo no se asust¨® y acab¨® la primera parte en el campo del Barcelona.
En el Bar?a se impon¨ªan cambios para cambiar la deriva del partido y en el descanso el t¨¦cnico blaugrana puso a calentar a Demb¨¦l¨¦. El Rayo, depend¨ªa de su fe y de sus pulmones para mantener el tipo. El extremo franc¨¦s entr¨® en el puesto de un Rafinha desesperante con el misterio que provocan sus entradas en el campo. Estaba por ver si desequilibraba el partido a favor de los blaugrana o convert¨ªa el duelo en un correcalles sin sentido.
Fue lo segundo. Con el partido roto, Piqu¨¦ despej¨® mal un bal¨®n que el Rayo volvi¨® a centrar al ¨¢rea, donde De Tom¨¢s le gan¨® la acci¨®n de nuevo a Piqu¨¦, su cabezazo fue al palo y el rechace lo empuj¨® ?lvaro a la red. El drama de Legan¨¦s se repet¨ªa con el agravante del aviso.
El partido se puso m¨¢s cerca del 3-1 que del empate y Valverde dio entrada en el campo a Vidal y Munir por Coutinho, una verdadera calamidad, y Arthur.
Lleg¨® el Bar?a a los cinco minutos finales sin haber lanzado un miserable aviso a Alberto, pero en una reacci¨®n desesperada con Piqu¨¦ de segundo delantero centro lleg¨® el milagro. Gerard descolg¨® en el 87¡¯ un bal¨®n que Demb¨¦l¨¦ empal¨® a la red y cuando el empate parec¨ªa ya un premio excesivo, Roberto centr¨® al ¨¢rea, Piqu¨¦ fij¨® a Adv¨ªncula y Su¨¢rez caz¨® el gol del triunfo.
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