GRUPO G | VILLARREAL 5-RAPID 0
Ekambi y Fornals fumigan los fantasmas del Villarreal en casa
Sus goles y los de Raba y Gerard le dan la primera victoria como local y el primer triunfo europeo de Calleja ante un Rapid entregado. Jaume Costa acab車 expulsado.
Ha costado. Pero lleg車. El Villarreal por fin gan車 y se gust車 en casa, cinco meses despu谷s, tras un arranque de temporada con una bolsa de tropiezos y pese a unos primeros veinticinco minutos en los que repiti車 ese temblor con el estoque que le hab赤a condenado. Fornals, en un estado de forma que apunta a la Liga de Naciones, y Ekambi (doblete), tras varios fallos clamorosos y una banda sonora de pitidos, encarrilaron un encuentro que sentenciaron Raba y Gerard y que pudo acabar en una goleada de leyenda. El Rapid es noveno de Austria, con motivos, en una liga de doce: su defensa es de plastilina, con m芍s centrales de los que caben en un 芍rea (5-3-2), su medio campo corre m芍s que piensa y su ataque, donde hay brotes verdes, vive en una isla.
El Villarreal ya parece m芍s reconocible. Los centrales han recuperado la solidez, en medio campo por fin hay especialistas sanos (C芍seres) y no parches a los que encima hay que estar agradecidos por prestarse voluntarios (Funes Mori), los pilares (Trigueros) tienen otra marcha m芍s y, lo m芍s importante de todo, se ha recuperado el viejo vicio de correr al espacio y de no pedirla 迆nicamente al pie. Y ojo: cinco goles de seis remates entre los tres palos. Los dos primeros goles surgieron de la sociedad Fornals-Ekambi. En el primero (26'), el camerun谷s asisti車 al mediapunta despu谷s de verse con torpeza en un callej車n sin salida. Cuatro minutos despu谷s, Fornals le devolvi車 el detalle con un cabezazo al espacio que el delantero aprovech車 para acomodarse a la carrera y fusilar. El tercero lleg車 en otra suerte de jugada. El canterano Llambrich, que estaba errante hasta el momento, puso una rosca desde la banda que Ekambi cabece車. El Rapid daba las gracias por que llegara el descanso. Necesitaba agua, aire y una metamorfosis.
El segundo tiempo fue m芍s o menos lo esperado. Con el triunfo del Villarreal fuera de toda duda, y con un nuevo orden m芍s l車gico en la clasificaci車n, los jugadores de Calleja comenzaron a dosificarse y a buscar detenerse en los detalles. Ekambi fue de los pocos que no levant車 el pie del acelerador: pudo salir por la puerta grande si no llega a fallar tanto y regal車 el cuarto tanto a Raba tras una gran jugada colectiva. Tambi谷n apareci車 en el quinto de Gerard, al filo del noventa, otro resucitado. Mientras, algunos meritorios del Rapid prefirieron beneficiarse del escaparate en busca de un futuro mejor aprovechando que pasaron a defensa de cuatro para dejarse llevar algo m芍s en ataque. En Vila-real, por lo menos, ninguno tendr赤a cabida. Si su nuevo entrenador, K邦hbauer, ara?車 un empate en este estadio como jugador de la Real (1998), sus pupilos 迆nicamente se llevaron camisetas. Al que le tocara la de Fornals, que la guarde con mimo. Dentro de poco valdr芍 una millonada.
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