A Lopetegui le espera el llano si supera el Cl¨¢sico: Melilla, Plzen...
A Julen se le abrir¨ªa un nuevo horizonte ganando en el Camp Nou: salvar¨ªa el puesto y el calendario le aliviar¨ªa el camino hasta el pr¨®ximo par¨®n.
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A veces los resultados buenos, como las joyas caras, s¨®lo sirven para ocultar defectos. Son una especie de maquillaje que no tapa la realidad pero s¨ª la disimula. Eso es lo m¨¢s que pudo sacar el Madrid el mi¨¦rcoles ante el Plzen: victoria, tres puntos y que pase el siguiente. Y el siguiente es el Bar?a,?en un Cl¨¢sico tan decisivo como diga el marcador: una derrota, seguramente tambi¨¦n un empate, obligar¨ªa a Lopetegui a empaquetar sus cosas y dejar el Bernab¨¦u por la trasera; pero un triunfo, con un calendario apacible por delante, le dar¨ªa una vida extra.
Tal y como flojea su equipo, Julen persigue el domingo (16:15 h) para mantenerse en el cargo?casi una haza?a, resucitar un proyecto que ha ido perdiendo sus constantes vitales desde el repaso al Roma a mediados de septiembre. Sin embargo, quien quiera so?ar tiene motivos. Si el?Annapurna del Bar?a impone menos hoy,?es por dos motivos: Messi est¨¢ lesionado y la agenda deja entrever un respiro, con Melilla (Copa; fuera), Valladolid (Liga; casa), Plzen (Champions; fuera) y Celta (Liga; fuera) como rivales tras el Cl¨¢sico y hasta el par¨®n de selecciones. Despu¨¦s del pico del Camp Nou, aparece el llano, un perfil que, aunque tambi¨¦n est¨¢ fatigando al Madrid, no deja de ser?una segunda oportunidad para poner el cuentakil¨®metros a cero y ganar estabilidad y velocidad.
Rebajan el optimismo, por contra, varios h¨¢ndicaps: el Madrid no enlaza dos victorias desde las del 19 y el 22 de septiembre, necesita 12,8 tiros de promedio para hacer un gol, le han marcado 15 en 13 partidos y nadie ha salido ganador del Camp Nou en LaLiga desde el Alav¨¦s hace m¨¢s de dos a?os, el 10 de septiembre de 2016. Por ello, la dificultad del Cl¨¢sico es elevada, pero con tantas ramificaciones la recompensa ir¨¢ en consonancia con la complejidad del reto; por el mismo precio:?ponerse a un punto de un Bar?a sin Messi, abortar la destituci¨®n de Lopetegui y afrontar dos semanas con la confianza de quien, a punto de despe?arse, se salv¨®.
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