Cazorla evita un l¨ªo en el 96¡¯

Ir a jugar a Rusia siempre es un dolor de muelas. Aunque ya no haya nieve en octubre y los terrenos de juego no parezcan campos en barbecho. Mosc¨² impone. Que se lo digan a la Selecci¨®n en el Mundial, al Madrid en la Champions o al Villarreal en esta Europa League. El empate en el ¨²ltimo suspiro del Submarino, lejos de ser la moda en suelo ruso, no es uno m¨¢s. Primero, por su propio inter¨¦s. Desfallecer as¨ª, en crisis, complica la terapia: los v¨¦rtigos de casa se han propagado a cualquier estadio. Tambi¨¦n es importante por lo que supone en el ¨¢nimo del Spartak, un club abierto en canal por los resultados (cuatro pinchazos seguidos en Liga, eliminados de la previa en Champions y un solitario punto en este grupo) y por los roces entre el entrenador y las estrellas. Y el 3-3 tambi¨¦n es fundamental para que Espa?a siga mirando a otro lado a la hora de hacer planes vacacionales: el Este est¨¢ maldito.

Al Villarreal siempre se le tuercen los partidos a la primera curva. Da igual en la Liga que en Europa. Unas veces porque comienza perdiendo y juega a remolque. Otras debido a que se estrella con los palos y se agobia. Y alguna m¨¢s, como ante el Spartak, porque se adelanta, manda y respira hasta que el rival se encuentra el empate de casualidad y luego rasca en las miserias amarillas. El gol de Ekambi (13¡¯) parec¨ªa devolver al Submarino a un estado de felicidad olvidado. Si el pase interior de Trigueros fue bueno, la finalizaci¨®n del camerun¨¦s fue a¨²n mejor tras esquivar a varios defensas y poner una rosca en la escuadra. Sin embargo, en un bal¨®n sin aparente peligro, Ignatov le peg¨® desde el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea y encontr¨® por el camino un brazo dislocado de Sansone. No est¨¢ siendo la temporada del italiano. Esta vez, desgraciadamente, fue m¨¢s decisivo en su ¨¢rea que en la contraria. Z¨¦ Luis no perdon¨® el penalti. No ser¨ªa lo peor. La segunda mitad fue el museo de los horrores.

El Villarreal pas¨® de dominar a temblar, que es el verbo que mejor conjuga en este arranque de temporada. En medio campo sigue contando con el derroche de Funes Mori, que a falta de talento alrededor sobresale con su brega (lleva dos penaltis forzados), pero le falta pausa, jerarqu¨ªa y creatividad. Le cuesta domar los partidos, por lo que tuvo que optar por volver a defender en bloque para salir a la contra. As¨ª encontr¨® Fornals una ocasi¨®n inmejorable antes del descanso. Le sobr¨® fe y le falt¨® solidaridad con varios compa?eros desmarcados.

El empate no era malo. El punto, unido al ya sumado ante el Rangers, daba garant¨ªas de afrontar el futuro con esperanza. Pero Calleja s¨®lo sabe ir a ganar. As¨ª que lejos de meter a su equipo atr¨¢s para guardar el bot¨ªn, le lanz¨® al ataque. En principio pareci¨® buen plan. Fornals cambi¨® el panorama sin la necesidad de tener continuidad en el juego. Le lleg¨® un bal¨®n de rebote al balc¨®n de ¨¢rea y ah¨ª, con la clase que le define, recort¨® a su marcador para fusilar a Maksimenko. El Villarreal estaba tan desatado que, entre susto y susto (gol anulado por fuera de juego y bal¨®n al palo de Andr¨¦s), volvi¨® a contraatacar como ya no se recordaba. Ekambi y Chukwece dieron varios avisos as¨ª, como antes los repart¨ªan Bakambu y Cheryshev. Adem¨¢s, entr¨® Gerard, que es como ponerle nata al flan. Contra, talento y valent¨ªa. Volver a los or¨ªgenes parec¨ªa buena soluci¨®n. Hasta que Spartak atac¨® por aire, mar y tierra y al Villarreal le entraron los sudores. Z¨¦ Luis, de cabeza, y Melgarejo, tras un rechace, le dieron la vuelta al final en dos minutos. S¨®lo un penalti m¨¢s que dudoso en el 95¡¯ permiti¨® al Villarreal no entrar en combusti¨®n y, al menos, encontrar a un espa?ol por Mosc¨² con la cabeza alta. Cazorla no fall¨® y marc¨® dos a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo gol.

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