Del ¡®match-ball¡¯ en descenso al frustrado coliderato de Rubi
Conviene contextualizar esta semana de tres partidos con la de hace justo 12 meses, en que el Espanyol no miraba arriba sino que sal¨ªa de la antepen¨²ltima plaza.
Reconoce perfectamente el Espanyol hacia d¨®nde va, pero conviene tambi¨¦n saber a menudo de d¨®nde viene para contextualizar los hechos y dar una perspectiva adecuada. Sin ir m¨¢s lejos, si se compara esta semana de tres jornadas con la misma tanda de hace exactamente un a?o, en septiembre de 2017.
Ahora vive el Espanyol en una situaci¨®n c¨®moda, hasta el punto de que lo que lamentan equipo y afici¨®n es no haber podido acostarse el viernes en lo m¨¢s alto de la tabla clasificatoria. Pero esta id¨¦ntica plantilla, sin Borja Iglesias ni Roberto Rosales pero s¨ª el resto del plantel, pasaba por la situaci¨®n opuesta 12 meses atr¨¢s. Aquella semana de tres partidos se presentaba como dram¨¢tica, con un punto y ocupando la antepen¨²ltima posici¨®n. Un ¡®match-ball¡¯ en toda regla para Quique S¨¢nchez Flores, que el equipo supo resolver con desahogo. Empezaron los pericos por derrotar en Cornell¨¤ al Celta (2-1), siguieron por igualar en el Estadio de la Cer¨¢mica contra el Villarreal (0-0) y rubricaron la secuencia con una goleada de nuevo en casa ante el Deportivo (4-1). Quiz¨¢ el ¨²ltimo gran momento vivido por el anterior entrenador, a excepci¨®n de partidos singulares como los de Atl¨¦tico, Barcelona o Real Madrid.
Precisamente la victoria ante los blancos (1-0) llegar¨ªa en otra semana de tres partidos, en febrero, que se sald¨® con cinco puntos. Y la de abril significar¨ªa precisamente la destituci¨®n de Quique, tras caer ante Getafe y Eibar en cuatro d¨ªas. Hoy las necesidades son otras, y afortunadamente el Espanyol mira hacia arriba.
Clasificaci¨®n | PTS | PG | PE | PP |
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