Un homenaje en Plzen
Partido precioso entre las dos cenicientas antes de Roma y Madrid. Impoluta primera parte local. Limbersky puso la clase; Krmencik, el gol. Igual¨® por fe el CSKA.
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Viktoria Plzen y CSKA de Mosc¨² honraron su condici¨®n de cenicientas del Grupo G, en una batalla de igual a igual, que les hace creer que la heroica ante Real Madrid y Roma es posible. Los locales, orquestados por un Vrba que ten¨ªa todo calculado al detalle, se marcharon al descanso con dos goles de ventaja. Cuando los tres puntos ya eran una realidad en la poblada grada checa, Vlasic remataba desde el punto de penalti con la ayuda de la fuerza mostrada por todos sus compa?eros en la recta final. Un reparto de puntos de nivel. De alto nivel.
La experiencia es un grado, pero no tres puntos. Quiz¨¢s esa era la idea de Goncharenko que empuj¨® a sus hombres hacia adelante desde el segundo uno. Pero el Plsen pronto embarg¨® sus intenciones, con una contra letal en el minuto 3 que cerca estuvo de convertirse en el primero del partido. El segundo aviso lo protagoniz¨® Efremov. Confiar en la buena fe del colegiado Benoit Bastien fue su peor error. Falta dura, tarjeta clara.
M¨¢s que atacar por el costado del amonestado, Vrba mantuvo su idea inicial y convirti¨® la banda izquierda del Doosan Arena en una pasarela de moda, con Limbersky como modelo estrella y su bota derecha como prenda m¨¢s vistosa. El lateral bot¨® una falta con elegancia, con el exterior. En mente, la pizarra del entrenador. Reznik pein¨® y, tras rebotar en un impreciso y desbordado Becao, le qued¨® a Krmencik para anotar el primer tanto del partido.
En un proceso de inteligencia t¨¢ctica innegable, los jugadores del Plsen buscaron la segunda amarilla de Efremov. Un mensaje claro al CSKA: embestir hacia la porter¨ªa rival era una opci¨®n no falta de riesgo. A¨²n as¨ª, encontraron su primera ocasi¨®n en un disparo de Chalov, despejado a c¨®rner por Kozacik.
Pero el viento remaba hacia la porter¨ªa de Akinfeev desde hace ya varios minutos. Soplaba m¨¢s en banda izquierda, con un hurac¨¢n llamado Limbersky. Otra vez con el exterior. Centro preciso y remate de ¡®killer¡¯ de Krmencik. Tras 40 minutos buscando sin pausa alguna el desmarque, el doblete era un premio m¨¢s que merecido.
Suspiraba en la banda Goncharenko cuando Bastien se llevaba el silbato a la boca. En el descanso, arregl¨® el embolado en el que le hab¨ªa metido Efremov en el 4¡¯ con la entrada de Akhmetov e insisti¨® en la idea de que la experiencia pesa en la cima de Europa. Igual no salieron esas palabras de su boca, pero el CSKA se encontr¨® con el tanto de Chalov sin haber hecho m¨¦rito alguno sobre el c¨¦sped.
Pulso inestable, un par de minutos despu¨¦s los locales desperdiciaban una oportunidad franca en las botas de Kolar. Pero la alarma de Akinfeev se volv¨ªa a activar: una remontada tambi¨¦n se viste por los pies.
Claro que, para ello, hab¨ªa que combatir el esmoquin portado por el Viktoria Plzen y el CSKA no hab¨ªa pasado de pobres harapos hasta un arre¨®n final marcado por el ¨ªmpetu. Primero, un tanto anulado por falta de Mario Fernandes sobre Hubnik. No hay VAR, pero tampoco se recurrir¨ªa a ¨¦l: jugada dudosa y totalmente interpretable. No daba lugar a dudas el fuera de juego un par de jugadas despu¨¦s de Zhamaletdinov.
Dos decisiones contrarias de Bastien hasta el favor final. Kovaric derrib¨® a Mario Fernandes cuando ¨¦ste buscaba el remate y el colegiado marc¨® la pena m¨¢xima. Vlasic la transform¨®. Un punto salvado in extremis, tras un partido, sin duda, a la altura de la competici¨®n. A¨²n con Madrid y Roma, este f¨²tbol invita a la esperanza. Licencia para so?ar.