Anquela baraja alternativas para complementar a Toch¨¦
El trabajo del veterano delantero est¨¢ gustando: anot¨® el gol del debut y se le ve con chispa y participativo. Joselu, la apuesta del club, e Ibra, revulsivo, luchan por acompa?arle.

Una de las fijaciones de la direcci¨®n deportiva este verano fue la de reforzar el ataque. La de darle a Anquela material goleador suficiente para afrontar con garant¨ªas la exigente competici¨®n de 42 semanas. La experiencia del a?o anterior, en la que Linares y Toch¨¦ se quedaron lejos de las cifras anotadoras de los m¨¢ximos artilleros de la categor¨ªa, hab¨ªa pesado. Llegaron en el mercado veraniego Ibrahima y Joselu, atacantes de perfiles complementarios, y se mantuvo en la plantilla Toch¨¦, un seguro ante el gol. El murciano ha iniciado la competici¨®n como titular, aunque Anquela valora ahora darle la alternativa a Joselu en la punta de ataque. El t¨¦cnico quiere aprovechar todos sus recursos.
El trabajo de Toch¨¦ est¨¢ siendo m¨¢s que satisfactorio en este inicio de competici¨®n. El ariete fue el encargado de anotar el primer gol del curso, en la jornada inaugural ante el Extremadura, pero su aportaci¨®n no se limita al ¨¢rea. Se le est¨¢ viendo participativo y con m¨¢s chispa que la temporada pasada, cuando una lesi¨®n en el menisco trunc¨® su rendimiento. Pero la apuesta por Joselu ha sido clara desde el club, con un contrato de cuatro a?os, algo inusual en los despachos del Oviedo. La adaptaci¨®n del atacante se est¨¢ produciendo de manera progresiva: 14 minutos frente al Extremadura, 7 en C¨®rdoba y 33 en C¨¢diz. El oscense aguarda su oportunidad de formar en el once inicial.
La alternativa a Toch¨¦ y Joselu es Ibrahima, que puede desempe?ar un rol interesante tambi¨¦n en la banda. El senegal¨¦s busca en Oviedo recuperar su mejor versi¨®n, la que le llev¨® a jugar en el Atl¨¦tico de Madrid. De momento, su rol parece reservado a las segundas partes, como agitador cuando las cosas no van bien para los intereses azules, como se vio en el choque del Carranza.