De Osvaldo a Dani: de goleador a cantante
El exfutbolista actu¨® con su banda el mi¨¦rcoles en La Barceloneta. Dej¨® el f¨²tbol en 2016 y fund¨® un grupo de rock. "?l ahora es muy feliz", dicen sus amigos.
"Orden, tu fiel amigo; maldito orden, no va conmigo. No me quieras ordenar, mi cabeza va a estallar, no me pidas que me quede¡ Desorden, s¨ª, me gusta m¨¢s¡±.
En el interior del bar Mr Robinson, a escasos metros de La Barceloneta, la voz ¨¢spera y rota del cantante acompa?a la m¨²sica de rock and roll. Pasan los minutos y el local se llena. Los camareros le piden a la gente, la mayor¨ªa de ellos argentinos, que no se amontonen en la barra. Algunas copas han ca¨ªdo pero su estallido pasa inadvertido para Dani, con sombrero amarillo, gafas de sol, un anillo de plata en la mano izquierda y otros dos en la derecha, una pulsera llamativa, un collar, sus brazos tatuados y una camiseta de Bob Marley. Sonr¨ªe sin parar, se levanta a afinar el sonido, vuelve, le echa un trago al cubata, se sienta y sigue cantando un repertorio que la mayor¨ªa recita de memoria. Debajo de ese atuendo se esconde Pablo Daniel Osvaldo. Antes Osvaldo, futbolista y goleador. Ahora Dani, cantante y compositor del grupo Barrio Viejo. Tiene 32 a?os.
De 2005 a 2015, Osvaldo jug¨® en nueve clubes europeos, entre ellos el Espanyol (2010-2012). Un viaje inolvidable en su carrera, no solo por lo vivido en el c¨¦sped, sino porque conoci¨® Barcelona, un amor en su vida. ¡°A Dani le encanta est¨¢ ciudad. Viene siempre que puede. Nosotros lo conocimos en Buenos Aires, y ¨¦l cuando regresa nos visita¡±, comenta uno de los trabajadores de Mr Robinson. Disput¨® 14 partidos con la selecci¨®n italiana, en los que marc¨® cuatro goles, y en 2016 decidi¨® dejar el f¨²tbol despu¨¦s de cumplir su primer sue?o: ser el delantero centro de Boca Juniors. ¡°Eso desgasta mucho, vos no sab¨¦is la presi¨®n que tiene que soportar el nueve de Boca. ?l ahora es m¨¢s feliz¡±, explica una amiga de Dani entre canci¨®n y canci¨®n. Los conciertos de Barrio Viejo en Barcelona se celebran en salones, lejos del ruido de La Bombonera.
¡°Dale, vuelvo en septiembre, y hablamos con calma¡±, explic¨® Osvaldo, amable y simp¨¢tico, quien no par¨® de recibir agasajos despu¨¦s de su actuaci¨®n de dos horas. Hace dos a?os ya que fund¨® esta banda con sus amigos. Tras dejar Boca, estuvo tanteado por varios clubes, entre ellos el M¨¢laga. Al final, no fructific¨® su fichaje y decidi¨® colgar las botas. Viaj¨® a Barcelona, pic¨® a la casa de sus amigos y les dijo: ¡°Es el momento¡±. Su primer disco se titul¨® Liberaci¨®n.
¡°En Argentina tocamos bastante, aqu¨ª en Barcelona cuando nos juntamos todos. Ahora nos puede salir algo en Alemania, pero estamos empezando¡±, comenta el compositor. Su locura por la m¨²sica es paralela a la pasi¨®n ya apagada del f¨²tbol. Cuando era jugador, ya protagoniz¨® alguna locura, como relata en una entrevista en Clar¨ªn: ¡°Cuando jugaba en la Roma, habl¨¦ con mi amigo Cristian Alvarez para ir a ver a los Rolling Stones a Londres. Le ped¨ª al entrenador que me sacara 10 minutos antes de terminar el partido para llegar bien. Me duch¨¦ en el vestuario y, cuando estaba para irme al aeropuerto¡ ?me avisaron de que me tocaba el control antidoping! No me lo pod¨ªa creer. Me tom¨¦ un avi¨®n privado, llegu¨¦ tarde y mi amigo estaba en la puerta esper¨¢ndome, porque las entradas las ten¨ªa yo. El show ya terminaba. Cuando quisimos entrar, porque estaban tocando los ¨²ltimos temas, no nos dejaron pasar. Al final, terminamos los dos borrachos en un bar donde pasaban toda la noche temas de los Stones. Me quer¨ªa morir, porque no los hab¨ªa visto nunca¡±.
Osvaldo quiere ser Dani, y que ahora lo recuerden por sus letras y no por sus goles. En Argentina ya ha logrado ser telonero del grupo de rock La 25 y tocar en el Cosquin Rock. ¡°Eso es lo m¨¢s¡±, apunta su amiga. Por el momento, lejos de la cantidad de dinero que le daba el f¨²tbol, la m¨²sica le obliga a llevar otra vida con otros ingresos. ¡°Esta vida es la suya¡±. Y Dani sigue cantando: ¡°Planter¨¦ un manzano para poder pecar¡±.