El Bar 'Museo' de Manolo el del Bombo en Valencia, a la venta
Se anuncia en un portal de compra-venta de locales tras 28 a?os en los que ha sido regentado por el famoso aficionado de la Selecci¨®n Espa?ola.

"En el Pla del Real, a pocos metros del estadio de futbol Mestalla, se encuentra este estupendo local comercial, actualmente en uso como bar¡±. Es una forma como otra cualquiera de empezar un anuncio de un portal de compra-venta de locales. ¡°El local cuenta con una amplia zona di¨¢fana de unos 70 m2 donde se situa la zona de atenci¨®n al p¨²blico y la barra¡±. Y as¨ª contin¨²a el anuncio que encontramos en RE/MAX Espa?a. Pero sucede que no es solo un bar al uso. Es un ¡®museo¡¯. El de Manolo el del Bombo.
Su bar de Valencia est¨¢ en venta. La due?a del local, como informa ValenciaPlaza, quiere vender el local. Sea para seguir con licencia de bar, sea para cualquier otro uso comercial. El precio, 190.000 euros. En el anuncio no se encuentra ni una rese?a a que se trata del Bar de Manolo el del Bombo, que abri¨® sus puertas hace 28 a?os en la hoy llamada Plaza de la Afici¨®n, frente al estadio de Mestalla. Pero las fotograf¨ªas que ilustran el anuncio no dejan lugar a la duda.

Manuel C¨¢ceres, m¨¢s conocido como Manolo el del Bombo, transform¨® sus paredes en un museo de objetos de f¨²tbol y en especial de la Selecci¨®n Espa?ola, su pasi¨®n y principal raz¨®n de ser. Bufandas, fotograf¨ªas, gorras y, como no, varios de sus bombos cuelgan de unas parades a las que el paso del tiempo y normativas como la prohibici¨®n de colocar pantallas giradas hacia la calle han pasado factura. El negocio hace a?os que fue a menos, pero mantiene su esencia. Ahora el local est¨¢ en venta. Manolo quisiera que continuara en manos de un hostelero futbolero, si bien, no est¨¢ en sus manos. ?l s¨ª tiene que decidir qu¨¦ hacer con los centenares de objetos de su colecci¨®n.