A Croacia le sobran pulmones
Remonta en su tercera pr¨®rroga el gol de Trippier al inicio, con tantos de Perisic y Mandzukic en el minuto 108, y jugar¨¢ la final ante Francia el pr¨®ximo domingo (17h).

Un seleccionador que solo lleva nueve partidos en su cargo, una selecci¨®n que disput¨® su tercera pr¨®rroga seguida y que tuvo que remontar el resultado, un pa¨ªs en su infancia alcanz¨® su primera final de un Mundial. Nadie ha sido mejor que los croatas. Ning¨²n equipo ha contado con un centrocampista de la inteligencia y maestr¨ªa de Modric. Nadie ha tenido que buscar tan al fondo para encontrar fuerzas, soluciones, goles.
Quiz¨¢ no fuera esa la narrativa m¨¢s celebrada pero el f¨²tbol tiene la costumbre de no favorecer el voto popular. Cayeron grandes estrellas individuales en este Mundial, naciones de gran prestigio y ayer una de las m¨¢s simp¨¢ticas. El debate futbol¨ªstico en Inglaterra apenas se hab¨ªa tocado. Se dec¨ªa que faltaba fluidez en los cuatro de arriba, el primero, Southgate, que advert¨ªa que hab¨ªa mucho por mejorar. Pero las jugadas a bal¨®n parado hab¨ªan cubierto las insuficiencias. Y as¨ª hab¨ªan llegado a las semifinales. Y fue justamente as¨ª como abrieron el marcador, incluso antes de que se decidiera qu¨¦ tipo de partido ser¨ªa. La primera combinaci¨®n del encuentro, una salida en largo a Lingard que cedi¨® el bal¨®n a un Dele Alli que corr¨ªa hacia el ¨¢rea rival sin acompa?amiento rival, acab¨® en falta en la media luna. ?Qui¨¦n deb¨ªa seguir a Dele Alli? Modric que lleg¨® tarde, sorprendido por el bal¨®n directo ingl¨¦s. Croacia estaba demasiado alargada.
Fue finalmente Trippier el que chut¨® la falta por encima de la barrera. El lateral del Tottenham es el encargado de los balones parados de su banda con la selecci¨®n. Southgate vio en ¨¦l una consistencia que no encontr¨® en otros. No hab¨ªa marcado antes pero el golpeo, sin ser excesivamente ajustado, fue excelente y necesitaba de un buen impulso de Subasic. Soprendentemente no se elev¨® con suficiente potencia. Gol.
A los cuatro minutos empezaba otro partido. Inglaterra, confiada, con la idea clara de buscar a Kane y especialmente a Sterling cuando se pudiera, fue creciendo. Se pod¨ªa contar con todos, especialmente con Dele Alli que aparec¨ªa entre l¨ªneas. Creaban una y otra vez callejones sin salida, y al final del mismo, los croatas se encontraban a un Henderson crecido al que uno se imagina de tres metros y con la sonrisa de oreja a oreja, los brazos en jarra, soltando un, "Por aqu¨ª, no". Y cada falta parec¨ªa el preludio de algo grande.
Croacia estaba cansada. ?O era la cabeza? Cuando un equipo se desprende del bal¨®n con centros que llevan m¨¢s esperanza que interrogante, cuyo mayor peligro son los chutes a distancia, cuando nadie se atreve a driblar a un defensa, cuando pierde casi todas las disputas, es que est¨¢n agotados tras dos pr¨®rrogas seguidas. ?O agarrotados? La frescura inglesa, la sencillez pero efectividad de su juego les estaba comiendo la moral. Y hasta en esos momentos Modric volvi¨® a demostrar su altura. Como su equipo no estaba, con un Rebic frustrado que levantaba los brazos sin dirigirse a nadie, Modric decidi¨® parar el partido los ¨²ltimos diez minutos antes del descanso. Hab¨ªa que coger aire.
Lo siguiente era salir con rebeld¨ªa, como si no hubiera pasada nada. Inglaterra invit¨® a Croacia a que la atacara, se sent¨ªa c¨®moda. Solo que un centro cualquiera, pongamos desde los tres cuartos del campo, por lo que pudiera ser, podr¨ªa convertirse en acci¨®n de peligro y hasta en gol si el que la defiende es Walker y el que la ataca Perisic que puso el pie donde el defensor despejaba con la cabeza (?por qu¨¦ la cabeza con un bal¨®n tan bajo?). Se empat¨® as¨ª. Y de nuevo empez¨® otro encuentro.
Liberada Croacia, con un Modric imperial, el partido se le fue escapando a Inglaterra. El bal¨®n se movi¨® con m¨¢s velocidad, los errores de concentraci¨®n de los ingleses se repet¨ªan. Croacia afil¨® los dientes, ol¨ªa sangre. Perisic intu¨ªa que hab¨ªa que buscar siempre la porter¨ªa de Pickford y, a espaldas de la porter¨ªa rival, lo hizo hacia atr¨¢s de cabeza. Stones no fue contundente y el bal¨®n le lleg¨® a Mandzukic que cruz¨® el bal¨®n ante la salida desesperada del portero ingl¨¦s. Ya estaba. El mejor equipo, el mejor gobernado, el que manej¨® mejor las emociones, el que tiene a Modric, acab¨® en la final.