Las diez claves que explican una nueva debacle de Espa?a
Despu¨¦s de tocar el cielo en 2008, 2010 y 2012, la Selecci¨®n ha vuelto a tiempos pasados no logrando pasar de octavos. Estos son los motivos.
Espa?a ha vuelto a las andadas. Despu¨¦s de tocar el cielo en 2008, 2010 y 2012 ganando por primera vez en la historia de selecciones Eurocopa, Mundial y Eurocopa de manera consecutiva, ha regresado a tiempos pret¨¦ritos no logrando pasar de octavos ni en el Mundial 2014, ni en la Eurocopa 2016, ni en el Mundial 2018 que ayer concluy¨® para la Selecci¨®n. Esta eliminaci¨®n temprana y traum¨¢tica es multifactorial. Estos son los principales motivos de una nueva debacle:
1-El Tsunami Julen
La Selecci¨®n vivi¨® la mayor crisis de su historia a tres d¨ªas del inicio del Mundial. El anuncio de forma unilateral del Real Madrid del fichaje de Julen Lopetegui como sustituto de Zinedine Zidane provoc¨® la reacci¨®n de Luis Rubiales que consider¨® que Florentino P¨¦rez y el seleccionador faltaron al respeto a la Federaci¨®n por informar unos minutos antes de emitir el comunicado de la contrataci¨®n. Aunque los jugadores aseguraban que no les hab¨ªa afectado, esa decisi¨®n a pocas horas iniciar el Mundial si influy¨® en la caseta.
2-La inexperiencia de Hierro
Fernando Hierro demostr¨® responsabilidad al asumir el reto de ser seleccionador cuando la Federaci¨®n decide destituir a Lopetegui. A partir de ah¨ª, se ha demostrado que una cosa es haber jugado cuatro mundiales y otra ser entrenador. Es cierto que Hierro se encontr¨® con una Selecci¨®n que ¨¦l no hab¨ªa confeccionado (aunque estar¨ªa al tanto de todo al ser director deportivo), pero ciertamente no ha estado acertado en la elecci¨®n de los equipos, en la direcci¨®n de equipo y a la hora de hacer los cambios. Ha dado la sensaci¨®n de que no ha querido tener problemas con los veteranos, aunque en el ¨²ltimo partido si tom¨® una decisi¨®n de gran calado como sentar a Iniesta.
3-El exceso de liderazgo del vestuario
La estructura montada en torno a la Selecci¨®n ven¨ªa viciada de la etapa anterior. Con la jefatura de Mar¨ªa Jos¨¦ Claramunt se provoc¨® que los jugadores tuvieran demasiado peso en las decisiones de la Federaci¨®n, algo que no se corrigi¨® con el despido de Claramunt y que no ha dado tiempo a tomar medidas al equipo de Rubiales. El mando de Sergio Ramos es el mayor que ha tenido ning¨²n capit¨¢n en la historia de la Selecci¨®n. Tiene capacidad de decisi¨®n sobre competencias que debe manejar los dirigentes federativos y no un jugador.
4-La inseguridad de De Gea
David de Gea ha dado sensaci¨®n de inseguridad desde el primer partido. Se le ha visto nervioso, sin confianza alguna. En todo el campeonato solo ha hecho una parada. No estuvo tampoco afortunado en la tanda de penaltis. Hierro le mantuvo pese a la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, pero David no estuvo nunca al nivel que exhibe con el Manchester United y que le han llevado a ser uno de los porteros del mundo. Hierro no quiso cambiarle en mitad del campeonato. En la tanda de penaltis se pod¨ªa haber resarcido, pero tampoco fue su momento.
5-La endeblez de la fase defensiva
Espa?a ha defendido mal en los tres partidos de la fase de grupos. Ha tenido una debilidad defensiva que no hab¨ªa tenido en la fase de clasificaci¨®n y seg¨²n pasaban los partidos ha perdido su se?a de identidad de robo r¨¢pido tras p¨¦rdida en campo contrario. Koke era imprescindible en el equilibrio defensivo jugando junto a Busquets, pero el seleccionador no ha dado la titularidad absoluta al medio madrile?o.
6-La ausencia del factor sorpresa de los laterales
Espa?a ha atacado como siempre, ha tenido siempre m¨¢s posesi¨®n del bal¨®n, pero no ha movido el bal¨®n con la velocidad necesaria y ha tenido muy poco movimiento de los atacantes, pocos desmarques. Y ha jugado a un ritmo muy lento. Eso ha provocado que una de las armas tambi¨¦n caracter¨ªsticas de estas Selecci¨®n, la llegada por sorpresa por los laterales no se haya producido. Alba ha percutido bien por su banda, pero el ataque era tan plomizo y est¨¢tico que casi nunca lo ha hecho por sorpresa y as¨ª se da facilidades a los laterales para defender.
7-La soledad de Isco
Al malague?o le han faltado compa?eros a la hora de descargarle en la creaci¨®n teniendo que monopolizar el todo el trabajo ofensivo. En un estilo como el de La Roja con Iniesta, Silva y a veces Thiago, el madridista era el ¨²nico que desequilibraba y romp¨ªa l¨ªneas. Cuando la prioridad es tener la posesi¨®n y el bal¨®n se necesita gente que lo libere en ese gran desgaste f¨ªsico que supone tirar del carro solo.
8-La falta de chispa
F¨ªsicamente el equipo ha dado la sensaci¨®n de haber llegado fundido. Se ha visto en un f¨²tbol horizontal y previsible para los rivales que lo defend¨ªan sin muchas complicaciones. En teor¨ªa lo de entrenarse al borde de los 40 grados y con mucha humedad en Kransodar era beneficioso a la hora de jugar en otras ciudades a temperaturas m¨¢s bajas, pero eso no sucedi¨® en Kaliningrado ante Marruecos. A muchos jugadores les ha faltado chispa y velocidad. En ning¨²n partido pasaron de tercera a cuarta velocidad. Jugaron al ralent¨ª.
9-La poca movilidad en ataque
El equipo ha jugado andando con pases horizontales o para atr¨¢s muchas fases de los partidos. Y han faltado desmarques y movilidad arriba. No se mov¨ªa nadie dando opciones de pases en muchos ataques y hac¨ªa los ataques previsibles y sencillos de neutralizar para los equipos rivales. Cuando Hierro busc¨® abrir las bandas con Lucas V¨¢zquez o con Asensio de principio los extremos no le respondieron como esperaba.
10-El dogmatismo del tiqui taca
La profundidad de plantilla daba posibilidad de intentar realizar otro tipo de f¨²tbol. Pero se ha visto como una traici¨®n intentar replegarse para obligar a salir al rival y atacar al espacio en contragolpes. El modelo de juego que llevo a Espa?a a ganar es muy bueno siempre que se tenga a los jugadores adecuados para hacerlo, pero con si no salen futbolistas del tipo Xavi Hern¨¢ndez e Iniesta habr¨¢ que plantearse buscar otra forma de jugar. No se entiende como Sa¨²l se ha marchado del Mundial sin jugar ni un solo minuto.