El Olímpico de Fisht de la ciudad de Sochi será mitad rojo, mitad celeste, con un duelo goleador entre Cristiano y Suárez. La imagen de ambos aparece hasta en las pizzas.REUTERS
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Atendiendo al potencial de sus l¨ªderes, hay quien ya ha despejado el viernes en su agenda por si cae un Cristiano-Messi. Pero esto es un Mundial y, aqu¨ª, las individualidades pesan menos que las selecciones al no poder rodear a estas estrellas por antojo o con chequera, sino atendiendo al documento nacional de identidad. Ver este hipot¨¦tico duelo no ser¨¢ sencillo. Primero, por las amarillas: los dos est¨¢n apercibidos. Y segundo, por nivel: si Francia, rival de Argentina, tiene el poder¨ªo de la juventud, Uruguay pone en este cruce la experiencia que dan las canas. La selecci¨®n de Tab¨¢rezgan¨® los tres partidos, no ha encajado goles y supo conectar a Cavani y a Su¨¢rezcon los dem¨¢s. Es una roca en su ¨¢rea y un martillo en la de enfrente (sigue el partido en directo en As.com).
Cualquier otro podr¨ªa acomplejarse al tener que v¨¦rselas con God¨ªn. Pero Cristiano tiene callo. Le ha sufrido 28 veces y de la mayor¨ªa puede presumir. Adem¨¢s, a Muslera ya le ha hecho seis goles y amenaza con hacerle alguno m¨¢s dada su tendencia en Rusia: ha marcado cuatro tantos y ha hecho 15 de los 32 disparos de Portugal. Para colmo, podr¨ªa librarse de Gim¨¦nez (es duda)? y tiene retos que alcanzar; que es lo que a ¨¦l le pone: tras ser pichichi en Champions (15), pelea por hacer doblete este a?o como m¨¢ximo artillero del Mundial, algo que s¨®lo lograron Eusebio y Stoichkov.
Pero hay m¨¢s atractivos. Pese a que el VAR afloja el car¨¢cter, se aconseja ver el choque Pepe-Su¨¢rez a una distancia prudencial. El central querr¨¢ empujar al campe¨®n de Europa a otra haza?a, mientras que el ariete (dos goles) sue?a con resarcirse de su salida de tono en Brasil y echarle un capote a Leo. Cristiano no es el ¨²nico que sabe que detr¨¢s de la muralla charr¨²a est¨¢n, como objetivo com¨²n, los cuartos. Por eso reza para que Carvalho sane a tiempo. Pero tambi¨¦n es consciente como el resto de que al fondo, como obsesi¨®n individual, hay un Bal¨®n de Oro. Todo depender¨¢ de qui¨¦n imponga m¨¢s en un derbi peculiar: un dentista como God¨ªn o Cristiano el omn¨ªvoro.
