¡°Este Madrid es mejor que el Liverpool, es favorito¡±
Jugaron y perdieron la final de 1981 contra los ¡®reds¡¯ en Par¨ªs. ¡°Aquel Madrid viv¨ªa de la cantera, estaba tieso como la mojama¡±.
Pineda es el primero en llegar. Viene desde M¨¢laga. All¨ª fue descubridor de Isco y todav¨ªa lo lleva con orgullo a las conversaciones. Se lo acaba de recordar a Roncero (¡°con ocho a?itos se met¨ªa con el bal¨®n en la porter¨ªa, un esc¨¢ndalo¡±) nada m¨¢s entrar en Casa Juan. ¡°Era un equipo muy joven y luego hab¨ªa grandes jugadores como Del Bosque, Juanito, Stielike, Camacho...¡±, analiza Pineda. ¡°?Del Bosque jugaba mucho, eh! Hoy ser¨ªa titular en cualquier equipo. Era rapid¨ªsimo con la pelota¡±.
Lo que viene es un goteo de mitos del madridismo. Aparecen P¨¦rez Garc¨ªa y Miguel ?ngel. ¡°?El Gato (Miguel ?ngel, lesionado para aquella final), siempre fue vegetariano!¡±, dice Pineda. ¡°De hecho, los cocineros del equipo empezaron a poner de verdad verdura en nuestras dietas por consejo suyo¡¡±. Tras ellos llega Agust¨ªn (fue titular con 22 a?itos en aquella final, reci¨¦n subido del Castilla). Cuando uno de nuestros protagonistas asoma por la puerta todos se funden en sinceros abrazos, se vacilan¡ Son compa?eros de mil correr¨ªas futbol¨ªsticas y personales en una ¨¦poca en la que los vestuarios de los equipos terminaban siendo ¡°como una gran, y unida, familia. Y ¨¦ramos unos cr¨ªos, una banda¡±, reconoce Agust¨ªn. ¡°Pero nos dej¨¢bamos la piel¡±.
Camacho y Del Bosque aparecen juntos. Tras ellos Santillana¡ Llegan los pesos pesados. ¡°A ?ngel se le ha puesto pinta de sabio loco con ese pelo canoso y rizado y esas gafas de pasta¡±, dice un socarr¨®n Santillana. Tambi¨¦n est¨¢ Sabido¡ Todos nuestros protagonistas se sientan a la mesa de Casa Juan y entramos en materia.
¡°El Liverpool era favorito como ahora lo es el Madrid, que es mucho mejor¡±, dice Sabido y asienten todos. ¡°Nuestro problema fue que Cunnninhgam estaba lesionado. A todos nos sorprendi¨® mucho que Boskov lo pusiera de titular. Hubo muchos que dijeron que jug¨® aquella final porque el Madrid quer¨ªa ponerlo en el mercado¡±.
Camacho habla con energ¨ªa, como es ¨¦l. ¡°?Aquel Madrid estaba tieso como la mojama... pero de dinero. No tiene nada que ver con la riqueza de ahora. En nuestra ¨¦poca no hab¨ªa ni un duro. Por eso aquel Madrid viv¨ªa de la cantera y sal¨ªa tanto buen jugador. Y el Madrid que lleg¨® a la final de 1981 estaba cargado de ellos. Fue hist¨®rica, por ejemplo, aquella final que jug¨® Madrid y Castilla. Y ganamos Liga y Copa¡±.
San Jos¨¦ recupera el hilo: ¡°Hay que poner muy en valor lo que hizo la entidad del 80 al 86, las finales que jug¨® y aquella Copa con el Castilla. Y m¨¢s a¨²n porque en Europa los grandes equipos eran de grandes empresas. Fue Mendoza quien empez¨® a darle un cambio al Madrid haciendo grandes inversiones en jugadores y pagando grandes sueldos. Vendi¨® los derechos de imagen de la entidad cuando todav¨ªa no se sab¨ªa muy bien qu¨¦ era eso del merchandising¡±.
Camacho hace memoria: ¡°Yo esa temporada jugu¨¦ todo. En esa final corr¨ª por tres. Por Cunningham, que como dec¨ªs estaba lesionado, por Juanito, que ten¨ªa la rodilla con artrosis, y por Stielike, que tambi¨¦n jug¨® al 50% porque ven¨ªa de una lesi¨®n. Diez d¨ªas antes le hab¨ªan sacado de un entrenamiento en camilla¡±.
¡°En esa temporada jugu¨¦ bastantes partidos en el centro del campo¡±, contin¨²a Camacho. ¡°Me pon¨ªan ah¨ª para hacer marcajes a grandes jugadores como Carde?osa, Schuster o el mismo Souness, que era buen¨ªsimo. Y por eso met¨ª un mont¨®n de goles¡±. Tanto es as¨ª, que la ocasi¨®n m¨¢s clara del Madrid en Par¨ªs fue suya. ¡°La piqu¨¦ ante Clemence y se fue alta. Poco m¨¢s puedo decir. Yo pens¨¦ que entraba. Hab¨ªa roto el fuera de juego y estaba solo. Y tuve otra m¨¢s que fall¨¦...¡±.
Agust¨ªn tambi¨¦n fue?protagonista del gol de Kennedy, que en realidad entr¨® por su palo y que vino precedido de un despeje fallido de Garc¨ªa Cort¨¦s. Kennedy no era precisamente el jugador de m¨¢s calidad del Liverpool. ¡°En aquella ¨¦poca no hab¨ªa entrenamiento espec¨ªfico para los porteros¡±, se justifica Agust¨ªn. ¡°Pero nada de nada. Aprend¨ªamos a base de experiencia, de lo que nos pasaba. A m¨ª no me volvieron a meter un gol por mi palo. De ah¨ª no me mov¨ª m¨¢s¡±. ?C¨®mo eran los entrenamientos, entonces? ¡°Pues se pon¨ªa Grosso con nueve balones en fila al borde del ¨¢rea y empezaba a pegarle: pum, pum. No te serv¨ªa para nada y terminabas haci¨¦ndote da?o. Un desastre. Ya le aconsej¨¦ yo al club que pusieran a Miguel ?ngel de entrenador de porteros cuando se retir¨® y lo hicieron, y la cosa funcion¨®¡±.
Del Bosque sigue con el an¨¢lisis: ¡°Y encima ven¨ªamos de perder la Liga en el minuto 92¡¯. El pobre Juan (por Juanito) se puso de rodillas en Valladolid a celebrar lo que ¨¦l cre¨ªa que era el t¨ªtulo y de pronto nos dijo uno de los utileros que hab¨ªa marcado Zamora y que la Liga era para la Real Sociedad. Al bueno de Juan le tuvimos que decir que se levantara porque hab¨ªamos perdido la Liga. Fue muy duro para todos y pas¨® s¨®lo un mes antes de que tuvi¨¦ramos que viajar a Par¨ªs¡±. Y Camacho tercia: ¡°Pero bueno, all¨ª nadie pensaba que hab¨ªamos perdido la Liga. Creo que pens¨¢bamos m¨¢s que pod¨ªamos hacer historia ganando esa Copa de Europa¡±.
Santillana retoma la conversaci¨®n ¡°Es que estuvimos muy cerca de ganarla. El a?o anterior nos quedamos en semifinales con el Hamburgo. Ganamos en la ida en casa 2-0, pero nos metieron un 5-1 en la vuelta. El problema fue que expulsaron a Del Bosque¡±. ?Qu¨¦ le pas¨®?, le preguntamos al seleccionador, que se encoge de hombros sin soltar prenda. ¡°Le dio un poco en la cabeza a Keegan¡±, resuelve Camacho, y hace saltar a Del Bosque. ¡°?Pero si cuando me expulsaron faltaban cuatro minutos e ¨ªbamos 4-1!¡±. Santillana contin¨²a su relato: ¡°En 1981, sin embargo, hicimos unas semifinales prodigiosas. Barrimos al Inter en Madrid y le aguantamos en San Siro¡±. Tiene tan buen recuerdo, entre otras cosas, porque ¨¦l hizo el 1-0 de cabeza en la ida, un portentoso remate que dej¨® una de las fotos m¨¢s bellas de la historia de la entidad. ¡°Nuestra final ten¨ªa que haber sido esa temporada¡±, dice ?ngel. ¡°Se jugaba en el Bernab¨¦u en un ensayo de lo que ser¨ªa luego el Mundial de 1982. La gan¨® el Nottingham Forest. Su segundo t¨ªtulo seguido¡±.
P¨¦rez Garc¨ªa tambi¨¦n tiene fresca en la cabeza aquella eliminatoria: ¡°En la vuelta, en San Siro, pasamos las de Ca¨ªn. Recuerdo que las vallas que separaban el campo de la grada terminaban en una especie en punta. Y los t¨ªos las arrancaron y las tiraron al campo. ?Eran como flechas! Y entramos tan corriendo en el t¨²nel que Sabido se meti¨® una leche tremenda. Resbal¨® con los tacos. La polic¨ªa nos tuvo que ayudar a alguno a entrar¡¡±.
¡°Volviendo a aquella final¡±, dice P¨¦rez Garc¨ªa, ¡°el Liverpool era mejor¡±. Y del Bosque sale al paso: ¡°Fue una final de mal juego en general. Yo creo que nosotros inconscientemente nos fuimos echando atr¨¢s pensando en que lo mejor era llegar a la pr¨®rroga y a los penaltis. Jugamos casi m¨¢s a no perder que a ganar. Y se nos fue la oportunidad¡±.
Generaci¨®n perdida. ¡°Es una injusticia que aquel equipo no ganara una Copa de Europa¡±, reivindica para su generaci¨®n ?ngel, que era el Casemiro de la ¨¦poca (guardaba las espaldas de Del Bosque y Stielike) y que ha venido de Salamanca, donde vive ahora. ¡°Hab¨ªa una buena mezcla de veteranos y de gente joven que se mereci¨® llegar a lo m¨¢s alto. Y m¨¢s a¨²n despu¨¦s, cuando lleg¨® la Quinta del Buitre, que eso ya era un esc¨¢ndalo de calidad¡±.
Santillana tiene muy clavada en el alma aquella derrota de la Copa de Europa: ¡°Yo estoy gafado en el Parque de los Pr¨ªncipes. Pude ganar ah¨ª dos campeonatos de Europa. La Orejona y la Eurocopa tres a?os despu¨¦s¡±. Del Bosque asiente. ¡°Es que la Copa de Europa era mucho m¨¢s dif¨ªcil ganarla antes que ahora, entre otras cosas porque s¨®lo la jugaban los campeones. ?ramos 31 equipos, m¨¢s el Honved que vino tras ganar la previa al campe¨®n malt¨¦s. Aquella final de Par¨ªs ten¨ªa el peso de que el equipo que la perdiera no iba a jugar la siguiente edici¨®n. Porque nosotros hab¨ªamos perdido la Liga ante la Real y el Liverpool fue quinto en Inglaterra¡±. ?ngel P¨¦rez Garc¨ªa, trotamundos de los banquillos que acaba de meter al Nacional Potos¨ª de Bolivia en la Copa Sudamericana, ve paralelismo con la del s¨¢bado: ¡°Bueno, es un poco igual a c¨®mo llegan ahora Madrid y Liverpool. Han hecho una mala temporada en Liga. Pero la pegada de este Madrid es tremenda y por eso tiene las de ganar. Yo veo un partido abierto. Ninguno de los dos equipos defiende bien. Pero, para m¨ª, el Madrid saldr¨¢ favorecido del intercambio de golpes¡±. Hay revancha.
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