El 'caso Fabril' reabre el debate sobre crear una liga de filiales
El presidente del Elche propuso que los filiales compitiesen entre ellos en una liga, como hacen en Inglaterra e Italia. Francia y Alemania limitan las categor¨ªas en las que puedenSegunda B y Tercera: sorteo del playoff de ascenso
El ¡®caso Fabril y Sporting¡¯ ha reabierto un viejo debate en el f¨²tbol espa?ol: la situaci¨®n legal de los filiales. La presencia de estos equipos en las categor¨ªas como Segunda o Segunda B incomoda otros clubes con gran preso hist¨®rico en nuestro f¨²tbol que ven en ellos una ¡°competencia desleal¡± que les impide ascender.
El presidente del Elche CF reabri¨® este mi¨¦rcoles la dicotom¨ªa que existe dentro del mundo del f¨²tbol. Diego Garc¨ªa, en una entrevista para EFE, propuso un modelo para todos estos hermanos peque?os de los grandes clubes que recuerda al modelo ingl¨¦s: ¡°No s¨¦ si lo oportuno es crear una competici¨®n solo para ellos, pero est¨¢ claro que esta situaci¨®n actual no puede prolongarse. Hay un vac¨ªo legal. Algo hay que hacer para el futuro, porque en cierta forma me parece una competencia desleal".
Criticas y apoyos al modelo espa?ol
En Espa?a, al contrario que en el resto de las grandes ligas europeas, los filiales pueden ascender por las diferentes categor¨ªas del organigrama del f¨²tbol espa?ol, siempre y cuando no coincidan con el primer equipo u otro superior (v¨¦ase el caso del Real Madrid C o Barcelona C con el Castilla y Barcelona B). Esto ha provocado que los filiales del Deportivo y Sporting logren subir a una categor¨ªa que disputen su equipo matriz y, por lo tanto, ocupen dos plazas en una promoci¨®n de ascenso que podr¨ªan utilizar otros clubes con posibilidades reales de subir.
Tal situaci¨®n ha reabierto el debate al modelo espa?ol. Alabado y criticado. Que equipos como el Barcelona B o el Sevilla Atl¨¦tico est¨¦n disputando este curso en Segunda favorece a la formaci¨®n de los canteranos. Fruto de ello llegaron los ¨¦xitos en las categor¨ªas inferiores de las Selecci¨®n espa?ola. Pero perjudica a equipos con menos poder. Clubes como Mallorca, Racing de Santander o Elche, que fueron en tiempos pasados habituales de la m¨¢xima categor¨ªa de nuestro f¨²tbol, ahora, con un poder econ¨®mico escaso y mermado, se miden a estos filiales que est¨¢n apoyados por sus hermanos mayores a nivel econ¨®mico. Los cuales no deben preocuparse por llenar estadios o encontrar la rentabilidad econ¨®mica, mientras logren formar futbolistas para el primer equipo. Ejemplo de esta fortaleza econ¨®mica fue el traspaso de Odeegard, por el cual el Real Madrid lleg¨® a pagar dos millones y medio para que jugase en el Castilla en Segunda B. Por esto, el presidente del cuadro ilicitano considera que la presencia de estos equipos sea ¡°una competencia desleal¡± hacia ellos.
Los otros modelos en Europa
Portugal y Holanda utilizan un modelo id¨¦ntico al espa?ol. En cambio, Inglaterra, Italia, Francia y Alemania ponen en pr¨¢ctica otros totalmente diferentes. Los filiales de los clubes de la Premier tienen su propia liga de reservas, en la cual compiten entre ellos. Lo mismo hace Italia, donde se conoce como Torneo de Primavera. Estas competiciones despert¨® las cr¨ªticas de los entrenadores de los grandes equipos de la Premier al no poder incorporar j¨®venes promesas desde sus canteras y tener que acudir al mercado para hacerse con ellas.
Rafa Ben¨ªtez, cuando dirig¨ªa al Liverpool, arremeti¨® contra este sistema: ¡°?Por qu¨¦ no pueden jugar nuestros equipos reserva en una competici¨®n oficial si tienen la suficiente calidad? Nuestros j¨®venes tienen talento, pero no la experiencia para llegar al primer equipo. Por ello no pasan del banquillo. Est¨¢ claro que el sistema de equipos reserva no funciona, hay que hacer algo al respecto para que no se desperdicie el talento de los chicos". En nuestro pa¨ªs se lleg¨® a replantear instaurar el modelo ingl¨¦s, aunque fue desechada la idea.
En Francia y Alemania se limita las categor¨ªas a las que pueden ascender. En el pa¨ªs germano solo podr¨ªa alcanzar la tercera divisi¨®n; mientras que nuestros vecinos franceses s¨®lo permiten que jueguen hasta la cuarta.