Bayern de M¨²nich: or¨ªgenes jud¨ªos en la Alemania nazi
Landauer, su presidente, fue recluido en el campo de Dachau. El Bayern trat¨® el tema como tab¨²; ahora Landauer tiene todos los honores.
A escasos 20 kil¨®metros del centro de M¨²nich est¨¢ Dachau, el primer campo de concentraci¨®n construido por los nazis y el segundo m¨¢s grande tras Auschwitz. Ahora se puede visitar en memoria del horror sufrido por el pueblo jud¨ªo. Lo primero que ve el visitante es una inmensa cancela de hierro con una ir¨®nica inscripci¨®n (¡°el trabajo te har¨¢ libre¡±). Traspasada esa puerta es f¨¢cil imaginar el terror sufrido por m¨¢s de 100.000 personas que conviv¨ªan apiladas en barracones, en grupos de 2.000 (cuando la capacidad era para 200). Ejecuciones, siniestros experimentos con personas, crematorios, salas de gaseo...
Dachau es el campo de concentraci¨®n al que fue trasladado el presidente del Bayern, Kurt Landauer, jud¨ªo, con el que la entidad gan¨® su primer t¨ªtulo en 1932. Fue detenido el 10 de noviembre de 1938, el d¨ªa despu¨¦s de la Noche de los Cristales Rotos (los ataques de las tropas de la SS a ciudadanos e intereses jud¨ªos como respuesta al asesinato en Par¨ªs de Ernst von Rath a manos de un jud¨ªo polaco). Landauer fue registrado en el campo con el n¨²mero 20.029. M¨¢s de 300 jugadores jud¨ªos desaparecieron durante esos d¨ªas. Algunos formaron parte de aquel primer gran Bayern. El presidente Landauer tuvo suerte. Abandon¨® a los 33 d¨ªas el campo por la gracia de haber luchado por los alemanes en la Primera Guerra Mundial y se exili¨® en Suiza.
El Bayern naci¨® el 27 de febrero de 1900 en el restaurante Gisela, situado en un barrio bohemio de M¨²nich. Entre los 17 fundadores hab¨ªa dos jud¨ªos, Joseph Pollack y Beno Elkan. Pollack, el primer pichichi del club, emigr¨® a EEUU en 1903. Elkan lo hizo en 1934 a Londres... El Bayern tuvo cuatro entrenadores jud¨ªos hasta 1933, cuando el nacionalsocialismo comenz¨® a gobernar. Hubo importantes figuras jud¨ªas en ese Bayern, como el portero Alfred Bernstein o el entrenador de los filiales Albert Otto Beer, que construy¨® la mejor cantera alemana de la ¨¦poca. Beer y su familia fueron asesinados en Kaunas, Lituania. Pero en esos a?os de hostigamiento, ¡°el Bayern se caracteriz¨® por ser una fortaleza de liberalidad en medio de una ola de antiliberalismo y antisemitismo¡±, como destacan los historiadores.
En M¨²nich, el TSV 1860 representaba todo lo contrario. Entre 1936 y 1945 estuvo al frente del club Emil Ketterer, ol¨ªmpico en Estocolmo 1912 en los 100 metros lisos. Ketterer entr¨® en el Partido Nacionalsocialista en 1925 con el carnet n¨²mero 697 y lleg¨® a ser responsable de los servicios m¨¦dicos de la SA nazi.
En 1940 tuvo lugar un hecho hist¨®rico. La plantilla del Bayern visit¨® a Landauer en Ginebra (en su exiliado) aprovechando un amistoso ante el Servette. Lo hicieron temiendo represalias. Aunque Hitler, que no amaba el f¨²tbol, s¨ª hab¨ªa entendido su importancia. ¡°Ganar un partido es m¨¢s importante para la gente que capturar una ciudad del Este¡±, escribi¨® Goebbels.
El Bayern m¨¢s moderno ha tratado este tema como tab¨². En 1961, cuando muri¨® Landauer, la necrol¨®gica oficial evit¨® cualquier menci¨®n a su condici¨®n jud¨ªa o a ser un perseguido del nazismo. La directiva actual lo remedi¨®. En 2009 Rummenigge acudi¨® al homenaje que se le tribut¨® en Dachau y Hoeness le ha reservado un lugar en el nuevo museo del Allianz. Landauer y su primer gran Bayern campe¨®n es lo primero que el visitante puede ver al entrar. Rummenigge ha reconocido a Landauer como ¡°el padre de la era moderna del club¡±, los aficionados portan grandes pancartas con su imagen en el fondo sur del Allianz e, incluso, el Bayern don¨® dinero que permiti¨® al club jud¨ªo TSV M¨²nich Maccabi construir en 2010 un campo que lleva el nombre de Laundauer.
Landauer, el presidente con m¨¢s a?os en el Bayern
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