Lo que define al f¨²tbol es, por encima de todo, la competitividad. Independientemente de la categor¨ªa o del rival. Si faltan ganas, inter¨¦s o intenci¨®n, falta todo y un partido de f¨²tbol se convierte en otra cosa. El Lorca llegaba a Lugo ya con la convicci¨®n del descenso, y el Lugo sin m¨¢s aliciente que terminar la liga, y el resultado fue un compendio de errores y desconexiones que acabaron por enfurecer al por lo general tranquilo p¨²blico rojiblanco. Un mal espect¨¢culo que no sirvi¨® a nadie, ni a un Lugo que puede sufrir si no se pone las pilas en el tramo final de temporada ni a un Lorca que sigue penando por la categor¨ªa.
No hubo tensi¨®n en el inicio del partido, y lo ¨²nico rese?able fue un topetazo de Apeh sobre Bernardo Cruz que le vali¨® la tarjeta amarilla. La falta de ritmo propici¨® no pocos errores en ambos bandos, aunque nadie los aprovech¨®. El Lugo era un coladero en defensa, y el Lorca presentaba una candidez impropia de Segunda en ataque, lo que convirti¨® el encuentro en una sombra de partido de f¨²tbol. Si del Lorca se pod¨ªa salvar las subidas de Ojeda, en el Lugo apenas destacaba alguna incorporaci¨®n de Kravets. Sin ocasiones ni jugadas de m¨¦rito que comentar, el pitido final de la primera parte son¨® m¨¢s como un alivio que como otra cosa, y los locales fueron despedidos con sonido de viento por los suyos, desencantados con el magro espect¨¢culo.
En el primer minuto de la segunda parte ya pas¨® m¨¢s que en toda la primera. Kravets se proyect¨® en ataque, dribl¨® a Fede Vega y puso un centro raso que Escriche, que hab¨ªa sustituido a Herrera, remat¨® a gol. El descanso pareci¨® sentar mejor al Lugo, que al menos mostraba ganas de llevarse el partido. En los lorquinos, apenas un remate de Ojeda inquiet¨® a Juan Carlos. Mientras, Fede Vico segu¨ªa en su pelea contra el mundo y el Lugo acababa el partido con un trivote, lo que contribuy¨® m¨¢s a desordenar al equipo que a otra cosa. Para colmo de males lorquinos, Dorronsoro se lesion¨® y tuvo que ser sustituido. La justicia, pues ser¨ªa injusto que ganase nadie, se dio en el 86, cuando una mala defensa (otra m¨¢s) rojiblanca dej¨® que Ojeda disparase a placer a gol. El final lleg¨® entre pitos del p¨²blico a los rojiblancos, que siguen sin cerrar matem¨¢ticamente la permanencia, mientras que el Lorca arranca un punto que no le sirve para gran cosa, pero al menos no engorda su cuenta de derrotas.