El Atleti est¨¢ en Londres
El equipo de Seti¨¦n, muy bien plantado, empat¨® ante un Atl¨¦tico que reserv¨® a varios titulares de cara a las semifinales de la Europa League ante el Arsenal.
El Atleti est¨¢ en Londres mientras los partidos van pasando. Viaj¨® la semana pasada, tras amarrar la Champions. All¨ª tiene todo ya. Ambici¨®n, intensidad, cabeza. Falta el cuerpo. Ese al que el Betis super¨® ayer en el f¨²tbol, aunque no en el marcador. 0-0. El dominio fue b¨¦tico, las ocasiones de los dos. El Atleti iba a chispazos. Primero Torres, despu¨¦s Sa¨²l. Ambos equipos se toparon con los palos, reparto de puntos.
Londres estaba en la alineaci¨®n del Cholo. Sin Griezmann, God¨ªn y Koke, en el banquillo, el Cholo se med¨ªa al Betis con sus armas: tres centrales y Sa¨²l, ese futbolista que es todos a la vez, carrilero izquierdo. El bal¨®n fue b¨¦tico desde el inicio. Jug¨® con personalidad, clase y buen pie. Seti¨¦n se permiti¨®, incluso, dejar a Joaqu¨ªn en el banquillo.
Su equipo ten¨ªa el toque pero le faltar¨ªa luz al final. Se palpar¨ªa en las primeras contras. En una Boudebouz se llen¨® de bal¨®n. En otra, Loren dispar¨® alto. El Atleti contest¨® con Torres que, sin Costa ni Griezmann, se colg¨® al pecho los galones como tantas otras veces. Estas que se viven son sus ¨²ltimas tardes y cada partido le vale para dejar su nombre en cada brizna de hierba del Metropolitano, para que ¨¦sta recuerde, como recordaba el Calder¨®n. Si ante el Betis, en el Villamar¨ªn, hizo aquella volea imposible en 2003, ayer alzaba la bota para despedirse de los andaluces con otro gol inveros¨ªmil que estrope¨® el linier: lo anul¨® alzando su bander¨ªn. Su siguiente casi fue un viaje al pasado.
Recibi¨® el bal¨®n raso de Juanfran, hizo un control orientado y pic¨® suave el bal¨®n para superar a Dani Gim¨¦nez. Una jugada, dos segundos y el Metropolitano casi se siente el Prater, Viena, 2008. Lo evit¨® Mandi, in extremis, en la l¨ªnea de gol. El Ni?o fue lo mejor de una primera parte en la que el Atleti se ve¨ªa inc¨®modo en su nuevo sistema, como si fuera un traje que no termina de asentar. Manga larga, cuello demasiado apretado. Los futbolistas parec¨ªan perdidos en su hierba. La banda de Juanfran era una autov¨ªa. Thomas segu¨ªa en Anoeta, desconectado, Gabi recuperaba mucho pero se ve¨ªa superado una y otra vez por Fabi¨¢n.
S¨®lo la lesi¨®n de Dani Gim¨¦nez enfri¨® el juego del equipo de Seti¨¦n. El portero sinti¨® un pinchazo en el cu¨¢driceps. Intent¨® aguantar pero no pudo. Ya sin Ad¨¢n, le tocaba salir al tercer portero, a Pedro: hace dos d¨ªas jugaba con el filial ante el Cartagena, ayer lo hac¨ªa en el Metropolitano. El cambio le a?adi¨® tres minutos al reloj. Si el descanso lleg¨® con un bal¨®n de Javi Garc¨ªa que promet¨ªa rayos y centellas y se fue fuera silbando la madera, el partido regres¨® con Vitolo fallando un gol a porter¨ªa vac¨ªa.
El reposo no cambi¨® el partido. El Betis quer¨ªa jugar y jugaba, todo el f¨²tbol pasaba por la bota de Fabi¨¢n. A la hora, Simeone daba por finalizado el descanso de Koke, Griezmann y Vrsaljko. No regres¨® a su zona de confort, sin embargo. Segu¨ªa, 5-4-1, con Sa¨²l desgastado de tanto ir y venir la banda mientras el Betis afilaba el colmillo. Un disparo de Tello, lo ataj¨® Oblak. El siguiente, se estamp¨® en la madera dejando un temblor en el Metropolitano. Replic¨® dos jugadas despu¨¦s Sa¨²l. Dej¨® de ser defensa un segundo, caz¨® un rechace, lo estamp¨® en el travesa?o. Sali¨® del agujero, de la oscuridad de la defensa, regres¨® a la banda, al 4-4-2, fue todo el peligro rojiblanco.
El del Betis lo difumin¨® un guante, el del Oblak, su mano milagrosa de cada partido. Su manopla se interpuso entre la red y un disparo escorado de Barrag¨¢n. Iba dentro. Lo sac¨® fuera. Es la armadura que evita partido a partido que las balas rivales hieran de verdad. Cuando silb¨® el ¨¢rbitro, el Atleti ya ten¨ªa el cuerpo con la cabeza, mirando a Londres.
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