Sevilla, un final con orgullo
El Sevilla se va de la Champions sin perder del Allianz. Compiti¨® de t¨² a t¨² contra el Bayern, estrell¨® un bal¨®n en el palo a trav¨¦s de Correa (luego expulsado), pero no pas¨® del 0-0.
Para el Sevilla nunca es suficiente, as¨ª que lo de M¨²nich no le dejar¨¢ el mejor recuerdo posible. Fue fiel a su principio del nunca se rinde y, por momentos, preocup¨® a un gigante como el Bayern, algo oxidado y muy humano con vistas a semifinales. No fue, sin embargo, suficiente. Con problemas de gol toda la temporada, esta vez no sirvi¨® de excusa Muriel porque la espada era Ben Yedder. El an¨¢lisis en caliente tambi¨¦n dej¨® echar la vista atr¨¢s hacia Sevilla y a la ausencia de Banega. Tal vez con el argentino y sin un calendario tan bravo que le junt¨® las visitas de Bar?a y Bayern en s¨¢bado y martes, la historia hubiera sido diferente. S¨ª, el Sevilla pas¨® el list¨®n de los octavos por primera vez en 60 a?os. Pero se deja deberes para cuando regrese a la Champions. Tal vez estaba para un poquito m¨¢s.
Nadie que conociera al Sevilla podr¨ªa dudar de que competir¨ªa en M¨²nich. Aunque eso supusiese llevarse la primera amarilla (Mercado, 2¡¯) o dar la primera patada (Nzonzi, 10¡¯). Montella dispuso a sus jugadores de forma muy ortodoxa. Banega, qu¨¦ importante su ausencia en la ida, se puso a los mandos. Navas tuvo una presencia permanente en el carril derecho y Escudero, puntual en sus apariciones por la izquierda. Una de ellas supuso uno de los mejores acercamientos del Sevilla en la primera parte. Ese y un penalti que pareci¨® evidente de Boateng. El central nunca quiso apartar las manos de un disparo de Sarabia, pero Collum lo pas¨® por alto.
El Bayern suele ser un Allianz en el tsunami, pero su alineaci¨®n pareci¨® algo desvertebrada. Tambi¨¦n pol¨ªtica. Heynckes la ha usado ya en alg¨²n partido pero Javi Mart¨ªnez era el ¨²nico sost¨¦n. James se ve obligado a jugar muy atr¨¢s para sus condiciones y Robben, Rib¨¦ry, M¨¹ller y Lewandowski son delanteros. Sin Thiago, en el banquillo, ni Vidal, lesionado, el desequilibrio se compensa cuando pueden correr. Soria hizo un parad¨®n al franc¨¦s y el holand¨¦s, como Hummels, asustaron en un par de zurdazos. El Sevilla se fue en una aparente situaci¨®n de confort al descanso pero muy insuficiente. Pocas llegadas y 0-0.
El Sevilla dio un pasito m¨¢s y sali¨® en la segunda parte dispuesto a jugarse lo que le quedaba del uno por ciento del que hab¨ªa hablado Montella despu¨¦s del sorteo. Pele¨® por el bal¨®n, dej¨® la pierna fuerte y le dio un susto de muerte a Ulreich en un remate de Correa al larguero que hubiese dejado la eliminatoria al borde del milagro. Banega se acerc¨® al gol tambi¨¦n un minuto despu¨¦s. Fue cuando Heynckes entendi¨® que el asunto no estaba para florituras y el normalmente salvaje Bayern en casa tuvo que plegarse al control. Sali¨® Thiago y el Bayern, con un buen Javi Mart¨ªnez, fue as¨ª m¨¢s ordenado. El Sevilla puso coraz¨®n, representado con Navas, pero los cambios tampoco le dieron lo que m¨¢s echa de menos: el gol. Vola¨® alg¨²n codo y alguna patada al final porque el Sevilla no hab¨ªa ido de paseo a M¨²nich. Quer¨ªa m¨¢s. Se va con el reconocimiento de haber estado entre los ocho mejores de Europa y con el respeto del f¨²tbol. Pero con cuentas pendientes.
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