Manita con susto
Se exhibi¨® en Mosc¨² gracias a los goles de Correa, Sa¨²l, Torres (2) y a la espectacular vaselina de Griezmann, que adem¨¢s forz¨® un penalti. Preocupante lesi¨®n de Filipe.
Simeone hab¨ªa avisado e invent¨® lo justo en Rusia. Excepto Oblak y Griezmann, todos sus importantes jugaron de inicio. Que no iba el Atleti de paseo, aunque termin¨® pase¨¢ndose pero no feliz. Nada feliz. Imposible. Todo lo bueno lo empa?¨® una lesi¨®n. La de Filipe. Duele leerlo. Duele escribirlo. Doli¨® verle. Sin poder levantarse del suelo. Manos al rostro. Y ese gesto, sobre todo ese gesto, el de las lesiones graves.
Hab¨ªa salido el Lokomotiv como con prisa, con m¨¢s que en Madrid. Tampoco le quedaba otra. A cada minuto que pasaba le quedaba uno menos de vida en la Europa League. Semin bland¨ªa dos armas. Una visible, Farf¨¢n. Que jugaba. Que esta vez s¨ª arriesgaba. La otra, invisible. Ese fr¨ªo que se le¨ªa en las l¨ªneas rojas de su c¨¦sped, los -12? de sensaci¨®n. Ese fr¨ªo col¨¢ndose entre guantes y ropa t¨¦rmica que no sent¨ªa Gabi, por cierto, en manga corta. Piel from Albacete, siempre un grande, el capi.
Pero si los rusos comenzaron intentando tener m¨¢s control, m¨¢s presencia, al final siempre terminaban olvid¨¢ndose de lo importante, de disparar a puerta. Werner segu¨ªa como en Madrid, sin trabajo. Por momentos embarullado, el partido iba al ritmo del bal¨®n, que no corr¨ªa sobre ese c¨¦sped h¨ªbrido, alto y con no muy buen aspecto. Pero al barullo, Correa. Nadie como ¨¦l para hacer primavera en el invierno ruso. Le bast¨® con agarrar un bal¨®n. Corri¨® entre regates, pared con Koke y 0-1 en el partido (el 4-0 en la eliminatoria). El Lokomotiv, sin embargo, ni se arrug¨®: respondi¨® en la jugada siguiente.
Y lo har¨ªa con esa arma visible de Semin, Farf¨¢n, que en el 18¡¯ hac¨ªa aquello que sus compa?eros no hicieron en el Metropolitano: testar de verdad a Werner. Buena parada del argentino, que no se hab¨ªa levantado del suelo y otra vez se ve¨ªa obligado a volar, ahora ante Denisev. Y habr¨ªa un tercero. El mortal. Un disparo desde fuera del ¨¢rea de Rybus. Ese que entr¨®. Werner, sin visibilidad, ¨¦se no pudo pararlo. Empate. Un resquicio a la esperanza rusa.
Crecido, el Lokomotiv comenz¨® a dominar. Primero llamativo, luego casi sonrojante. Hasta que Thomas, que siempre mira adelante, cogi¨® el bal¨®n, lo baj¨® y a jugarlo, para que Correa siguiera alborotando. Juanfran estamp¨® una pelota en el palo y el Lokomotiv trat¨® de seguir respondiendo, como antes, ahora con una contra de Farf¨¢n. Pero el ¨¢rea de Werner la defend¨ªa Gim¨¦nez y si Gim¨¦nez dice: ¡°Por aqu¨ª no pasas¡±, es que no pasas. Es enorme. Y est¨¢ descomunal. As¨ª llegar¨ªa el descanso.
Grave lesi¨®n de Filipe
Nada m¨¢s regresar de la caseta, Sa¨²l terminar¨ªa de hundir al Lokomotiv. Se cosi¨® un bal¨®n a la bota y busc¨® a Filipe. El brasile?o se lo devolvi¨®, Koke mediante, dej¨¢ndolo pasar, y Sa¨²l lo envi¨® a la red. Se acabar¨ªa el Lokomotiv, no el partido. Porque hubo m¨¢s goles, s¨ª. Ese de penalti de Torres, el 1-3, su primero en la tarde. Lo hab¨ªan cometido sobre Griezmann, que acababa de salir, que jugaba un rato, no vaya a enfriarse su racha. Y tambi¨¦n el segundo de El Ni?o, el 1-4. Ese que lleg¨® justo despu¨¦s de ese momento, esa jugada: ?der se plant¨® en el ¨¢rea y Filipe corri¨® a frenarle, el pie por delante. El portugu¨¦s, por inercia, sin querer, lo golpe¨® como si fuese el bal¨®n. Filipe no volver¨ªa a levantarse. Y eso s¨ª que hel¨® al Atleti, no el fr¨ªo de Mosc¨².
En los ¨²ltimos minutos, Torres buscar¨ªa el hat-trick y Koke brillar¨ªa pero la escarcha segu¨ªa ah¨ª, sobre el banquillo del Cholo. Era uno de esos fr¨ªos que s¨®lo quitan las buenas noticias en un parte m¨¦dico. Y mira que lo intentaron Correa y Griezmann, con una maravilla final. Primero el argentino, pintando un sombrero sobre Rybus. Despu¨¦s, Grizi, con una vaselina que lanz¨® a la red como si el bal¨®n fuese su hija, toc¨¢ndolo con delicadeza, acarici¨¢ndolo como el Atleti ya acaricia el Road to Lyon. Ya est¨¢ en cuartos. Y ojal¨¢ fuera con Filipe.