El d¨ªa en que Quini pudo ser jugador del Real Oviedo
El 'Brujo', al que se record¨® en el Tartiere, lleg¨® a entrenarse con los azules en la ¨²ltima etapa de su carrera deportiva, cuando cumpli¨® su contrato con el Bar?a.
Carlos Tartiere vivi¨® esta noche un emotivo y respetuos¨ªsimo minuto de silencio en memoria de Enrique Castro, 'Quini', por el que lucieron brazaletes negros tambi¨¦n los jugadores azules. Pese a tratarse del ¨ªdolo del eterno rival, el 'Brujo' supo llevar la rivalidad a las mayores cotas de deportividad y en el club azul ha dejado innumerables amigos como qued¨® reflejado en el constante paso de representantes del equipo azul de ayer y de hoy por la capilla ardiente y en el funeral en El Molin¨®n.
Quiz¨¢ lo que muchos no recuerdan es que Quini pudo ser jugador azul en la ¨²ltima etapa de su carrera deportiva, cuando cumpli¨® su contrato con el Bar?a. Fue en los comienzos del oto?o de 1984. Despu¨¦s del triste homenaje que le rindi¨® el club azulgrana en el Camp Nou, el 10 de octubre, el legendario delantero hab¨ªa anunciado que dejaba el f¨²tbol. Sin embargo, sus ganas de seguir en activo y, ante la falta de un acuerdo con el Sporting, Quini lleg¨® a entrenarse unos d¨ªas con el Oviedo. Ello fue posible por su amistad con Jos¨¦ Luis Romero, entrenador oviedista aquella temporada y con quien hab¨ªa conocido en sus a?os como azulgrana.
Desorientado
Vili S¨¢nchez, por entonces defensa y capit¨¢n del equipo carbay¨®n, recordaba aquella semana en la que tuvo a Quini como compa?ero. Fue en un par de entrenamientos en las instalaciones del Colegio Meres, cerca de la capital asturiana. "Quini estaba aquellos d¨ªas un poquit¨ªn desorientado con su situaci¨®n, por su salida del Bar?a y porque le quer¨ªa el Sporting", cuenta Vili, que a?os m¨¢s tarde se convirti¨® en delegado oviedista, coincidiendo con el 'Brujo' en numerosas ocasiones en las que se ciment¨® una gran amistad.
"Recuerdo que me dec¨ªa Romero: 'Vili, vete a ver al presidente y que le fiche, que nos vendr¨ªa muy bien'. Y yo le dije: 'Pero, m¨ªster, Quini es del Sporting y se puede liar'. Adem¨¢s, nosotros ¨¦ramos un equipo de mitad de tabla en Segunda que no acababa de arrancar y tirar para arriba, mientras que el Sporting estaba en Primera. Parec¨ªa una locura, aunque hubo la posibilidad", a?adi¨® Vili, muy emocionado y costernado por la p¨¦rdida del amigo.
Despu¨¦s de esa posibilidad, Quini visti¨® la camiseta del Oviedo en un partido amistoso. Fue en abril de 1987 con la segunda equipaci¨®n oviedista, de color rojo, y luciendo el brazalete de capit¨¢n al frente de la Selecci¨®n de Asturias que se enfrent¨® al Oviedo en el partido homenaje al ¨¢rbitro Eusebio ?lvarez D¨ªaz, que acababa de retirarse siendo colegiado de Primera Divisi¨®n.
Un fen¨®meno
Vili califica al Quini futbolista de aquellos a?os como "un fen¨®meno" y en aquellos entrenamientos comprob¨® que "era un grand¨ªsimo delantero y jugaba con todos nosotros a hombros, como se suele decir". E insisti¨®: "Era demasiado que Quini hubiese fichado por el Oviedo".
Con la mediaci¨®n de su hermano, el malogrado Jes¨²s Castro, el entendimiento del 'Brujo' con Vega-Arango lleg¨® d¨ªas m¨¢s tarde. Quini firm¨® de nuevo como jugador del Sporting a finales del mes de octubre y cumpli¨® sus tres ¨²ltimas temporadas en activo hasta su retirada que se culmin¨® con el homenaje en agosto de 1987 en aquel partido frente al Real Madrid, con Bernd Schuster de rojiblanco.
Vili S¨¢nchez, el que fuera jugador, delegado y gerente del Real Oviedo, es consciente de que el m¨ªtico goleador siempre ha sido muy querido en la capital del Principado, donde naci¨®, por otra parte. "Era muy querido porque era un paisano natural y siempre entendi¨® la rivalidad de la mejor manera", apunt¨®. Adem¨¢s, Vili record¨® que Quini intent¨® comprar acciones del club carbay¨®n cuando estuvo al borde de la desaparici¨®n. Si lo lleg¨® a hacer, el amigo dice desconocerlo.
Quini siempre ha sido admirado y respetado en el Oviedo al que le hizo da?o deportivo en m¨¢s de una ocasi¨®n. El Brujo le marc¨® cuatro goles al equipo azul en su carrera. El m¨¢s doloroso para el eterno rival fue el ¨²ltimo, en mayo de 1977, aquel que contribuy¨® a la victoria rojiblanca en Buenavista (1-2) y que le dio el ascenso al Sporting a Primera Divisi¨®n.