Titular赤simo Asensio
Marc車 dos goles y fue la mejor baza del Madrid en un partido fuera de sus cabales. El Betis mand車 un tiempo y el Madrid fue una ametralladora luego. Se rompi車 Marcelo.
Hay muchos Madrid en uno, hecho que imposibilita cualquier predicci車n sobre su porvenir. Sucedi車 en Cl芍sico, sucedi車 ante el PSG, sucedi車 exageradamente en el Villamar赤n, donde en hora y media pas車 de las tinieblas a la luz, recorrido inverso a lo que est芍 siendo el curso, Champions excluida. El partido dej車 claro que la suplencia de Asensio es perseguible de oficio,? que Bale est芍 de camino a la perdici車n, que Cristiano tiene el dedo en el gatillo, que Benzema puede espabilar en el banquillo y que es un drama la lesi車n de Marcelo.
Hace tiempo que el Madrid est芍 a otra cosa. Hace tiempo que entiende la Liga como un marr車n de entreguerras, la molestia semanal entre un partido y otro de Champions. La Liga le aburre, le duerme. Y es incapaz de disimularlo, sin que resulten trascendentes el rival, la alineaci車n o el color que toman los partidos. El del Villamar赤n amaneci車 rosa, con un gol a los once minutos, antes de que unos y otros argumentaran nada, pero luego el equipo se evapor車 para emerger despu谷s sobrado de artiller赤a.
El Betis unos d赤as es fr赤o y otros es calor. Incluso en hora y media es capaz de cambiar radicalmente su temperatura. Joaqu赤n, centrocampista, accionista y predicador del Betis, al que un d赤a habr芍n de hacerle hueco en el himno, fue el director general de esa primera mitad desde su posici車n de creador en todo el frente de ataque y bien auxiliado por otro futbolista de pie exquisito, Boudebouz. Pero el Betis no se apropi車 del partido 迆nicamente desde el v谷rtice futbol赤stico, tambi谷n desde el an赤mico. Hizo una causa de cada disputa, endureci車 el pie, se anticip車 siempre.
Gol, desmayo y resurrecci車n
Al otro lado estuvo ese Madrid sin garbo, sin ganas, sin 谷pica y sin solemnidad, un equipo del mont車n. El impulso del gol inicial de Asensio, en tiro de Cristiano y rechace de Ad芍n, le dur車 un suspiro. El balear se qued車 solo agitando esa bandera y el resto se borr車. La falta de un jugador baliza como Modric ayud車 en la descomposici車n del equipo. El equipo se siente hu谷rfano sin el croata.
Pronto prosper車 el Betis en el partido y fue encadenando ocasiones: Mandi, el novato Loren, Joaqu赤n... Y en tres minutos recibi車 su recompensa, en un cabezazo de Mandi y un mano a mano de Junior que Keylor resolvi車 a medias y que Nacho acab車 metiendo en su porter赤a. Las dos asistencias fueron de Joaqu赤n.
Cristiano no hab赤a escrito m芍s que ese pr車logo del gol, Bale fue un transe迆nte, Kovacic result車 peso-mosca, Casemiro est芍 en d赤as valle y se rompi車 Marcelo, la m芍s dolorosa de las consecuencias del partido. S車lo existe Par赤s y quiz芍 no pueda llegar all赤. ?
La homil赤a del descanso y un ataque de verg邦enza torera trajeron otro Madrid tras el descanso. Record車 que era el campe車n. Y como el Betis es m芍s espada que escudo, se fue al suelo de tres manotazos. Ramos, en cabezazo de rompe y rasga, lo medio arregl車. Ese arrebato ha pagado muchas deudas del Madrid en estos a?os. Luego el equipo de Zidane sac車 los tanques a la calle. Se alarg車 Carvajal; se templaron sus centrocampistas; asom車 fugazmente Bale, al que Ad芍n le quit車 dos goles; reapareci車 Asensio para meter su izquierda sobre la marcha y devolver la ventaja a su equipo y tambi谷n lleg車 la hora de Cristiano, muy metido en su nueva versi車n de jugador de 芍rea. Con una media vuelta ech車 el cierre al partido. En un cuarto de hora el Betis qued車 hecho trizas. Sergio Le車n y Benzema, con su primer gol en Liga desde noviembre, sirvieron el postre. Hurgando en su pasado el Madrid ha encontrado los goles, pero no la estabilidad.