COPA | ATL?TICO 3 -LLEIDA 0 (7-0)
Vitolo se une a la fiesta de Costa
El hispanobrasile?o sigue enchufado y dio la asistencia del tanto de Carrasco. El canario cerr¨® la goleada a un pase brutal de Torres. Gameiro firm¨® el segundo.Sorteo Copa del Rey en directo: cruces de cuartos de final
Fue Torres el ¨²ltimo en ponerle su nombre al tercer cap¨ªtulo? de El show de Costa, con una maravilla de ruleta en el centro y pase de treinta metros para el gol del nuevo, el debutante en casa, Vitolo, y delicia de los casi treinta mil salpicados por la grada. No se les puede llamar de otra manera que va-li-en-tes, bajo la llovizna y la noche de tres grados: si en el Calder¨®n el fr¨ªo ten¨ªa nombre de r¨ªo, Manzanares, el nuevo estadio, sin calefacci¨®n, es directamente Invernalia. En la grada, m¨¢s que personas se contaban abrigos. Y guantes, gorros y hasta mantas entre un mar de asientos rojos.
Hab¨ªa sido Torres tambi¨¦n el primero en asomar la cabeza en un partido en el que, a los ocho minutos, lo ¨²nico rese?able eran las idas y venidas, de un lado a otro, para entrar en calor, seguro, del fondo sur. Pero entonces Lucas le filtr¨® a Sergi y ¨¦ste envi¨® un centro ideal a la cabeza de El Ni?o, que se fue rozando el travesa?o. De cabeza quer¨ªa entrar el Atleti en el partido y de cabeza volver¨ªa a intentarlo, al rato. Su brasero eran los cuatro goles de la ida. No necesitaba m¨¢s, ya era equipo de cuartos de esta Copa. Si el Lleida quer¨ªa calor que se mojara los pies.
Jorge F¨¦lix lo intent¨® de muchas maneras, hasta con un palo final. Aqu¨ª, en la primera, remat¨® fuera un bal¨®n llovido ante Moy¨¢ antes de que sonaron tambores en su ¨¢rea. Eran las botas de Costa, tam-tam-tam, ante Diego Rivas, en un c¨®rner. Pero la pelota, del pie de Gabi, se fue como teledirigida a otra cabeza, la de Lucas, que remat¨® impecable, pam, al palo. Retumb¨® en el estadio medio vac¨ªo y regres¨® el bal¨®n a su cabeza favorita, esa de Lucas, el Hern¨¢ndez sin techo. Posibilidad de repetir. Ahora salv¨® Satr¨²stegui in extremis, cuando el Metropolitano ya salivaba ante la oportunidad: iban a poder calentarse las manos con aplausos de gol. Tampoco. No llegar¨ªan aqu¨ª ni en toda la primera parte.
Y eso que Costa estuvo a punto, despu¨¦s de que Torres demostrara c¨®mo mezclan: recuper¨® un bal¨®n en su campo y se lo llev¨® al ¨¢rea contraria para dej¨¢rselo, con guante, s¨®lo para el remate. Pero Rivas, portero al que es dif¨ªcil colarle un bal¨®n, lo detuvo. Un minuto despu¨¦s, Costa enviar¨ªa un palmo por encima de la porter¨ªa el centro de otro futbolista que se une a su fiesta. Tiene ganas. Vitolo, qu¨¦ jugador.
Si en los dos primeros partidos Costa devor¨® la pelota con hambre de seis meses, Vitolo ayer, en su primero como titular en casa, demostr¨® que sabe bien a qu¨¦ juega. Aguant¨® el bal¨®n, dribl¨® y se asoci¨®. T¨¦cnico y vertical, todo lo hac¨ªa siempre con talento, poni¨¦ndole color a la noche en Invernalia.
Al descanso, en la ducha se qued¨® Lucas, quiz¨¢ pensando el Cholo en Ipur¨²a, mientras un chaval bajaba las escaleras del estadio fotografiando cada detalle con los ojos. Era Montoro, central del B, y esto su debut con la rojiblanca. Volvi¨® el partido pero el Lleida sigui¨® muy lejos del L¨¢zaro que le hizo a la Real, resucitando tras un 0-2 para arrebatarle la eliminatoria. Desgastados todos, salvo Jorge F¨¦lix, fueron comparsa ante el sonido, de nuevo, de esos tambores, tam-tam-tam. Atronaron en el 57¡¯: por ah¨ª ven¨ªa Costa, escopetado a la contra. Al llegar al ¨¢rea vio el espacio, se par¨®, esper¨® y le sirvi¨® la pelota a Carrasco. Tam-tam-tam. La grada ya ten¨ªa ese aplauso de gol con el que calentarse las manos.
Tres minutos despu¨¦s, en el 60¡¯, Costa se ir¨ªa ovacionado y entrar¨ªa Gameiro, que no quiere ni piensa bajarse de este tren. Catorce minutos despu¨¦s el franc¨¦s marcaba tras una maravilla de Correa. Y a¨²n quedar¨ªa el 3-0, el gol de Vitolo, despu¨¦s de que Torres le asistiera con ese reverso y pase que bien vali¨® la entrada y pasar fr¨ªo ayer en el Metropolitano. Esta Copa puede ser su foto en Neptuno. Nueve d¨ªas de enero han pasado, y Costa y Vitolo ya son lo que se ped¨ªa cuando su nombre se repet¨ªa como un mantra: han cambiado al Atleti. Con ellos todo es mejor. Hasta los tr¨¢mites de Copa.