El Athletic confirma su mejor¨ªa y tumba el 'efecto Abelardo'

El derbi vasco fue como picar piedra en una cantera, un monumento al f¨²tbol esculpido sobre granito. El Alav¨¦s parece dibujar partidos en los que se detecta un fallo multiorg¨¢nico en ambos conjuntos. El juego cuando anda por medio en ocasiones parece un problem¨®n. El Athletic rompi¨® su gafe con los primeros partidos de a?o y tumb¨® el 'efecto Abelardo'. Fue de largo el que m¨¢s propuso, el que exprimi¨® mejor los detalles, aunque no hubo ni medio minuto fluido de eso que inventaron los ingleses hace casi siglo y medio. Se movi¨® bien, encontr¨® numerosas l¨ªneas de pase y estuvo a gran nivel. Fue un encuentro de choque de trenes, golpes hasta de cabeza con cabeza entre compa?eros (Laporte y Saborit), lesiones fortuitas (Burgui, Duarte y De Marcos), malas caras, protestas, un penalti pol¨¦mico¡­ solo le falt¨® al bal¨®n quedarse embarazado, o, mejor, sufrir un esguince. Si fue raro el tema que Etxeita roz¨® el doblete.

De salida el Athletic aplic¨® un criterio al juego que fue posiblemente lo m¨¢s florido del curso. Iturraspe tom¨® el bast¨®n de mando y empez¨® a lanzar pases con tacto y destino en hora. Rico completaba su esfuerzo con buena presi¨®n por encima de Manu Garc¨ªa y Pina. Si iba a ser una tarde rupestre, hab¨ªa que mirar de cara al pulso y sacar jugo a lo m¨¢s elemental de un choque con parones: el bal¨®n quieto. El comod¨ªn para asentarse lleg¨® para el cuadro local con un c¨®rner, en el que Marip¨¢n se despist¨® y perdi¨® la marca de Etxeita unos metros m¨¢s all¨¢ del batiburrillo central de futbolistas. El central de zornotzarra la golpe¨® y el bal¨®n se envenen¨® tras rozar en Marip¨¢n, cogi¨® una par¨¢bola infernal. Primer gol de saque de esquina a un toque m¨¢s de cien ocasiones despu¨¦s.

Ofensivamente los leones estaban muy fluidos porque las bandas eran dinamita, especialmente un Willams veloz, chisposo, con regate, que en el 36 sirvi¨® un gran bal¨®n a Aduriz para el parad¨®n de Pacheco. El Glorioso es un bloque gran¨ªtico, pero no se encierra, es valiente y deja a gente arriba. Pero le falta idea con la pelota en los pies. No tiene recursos de tres cuartos hacia la l¨ªnea de porter¨ªa, se desgasta con disparitos o pases oxidados. En el tramo final de la primera parte no se jug¨® a nada. El Alav¨¦s, a su ritmo, con frenazos continuos, se encontraba c¨®modo. Esos 45 minutos iniciales se cerraron con 27 faltas. La pelota se hart¨® de ser un elemento decorativo, de ver contemplativa gente por el suelo.

El viento soplaba a favor del equipo que mejor interpret¨® la partitura. Susaeta por fin se reconcili¨® con ese fino estilista con caparaz¨®n de obrero que es Markel, siempre tan invisible para la grada. Williams se encontr¨® con un bal¨®n claro en el ¨¢rea pero es lo que a¨²n debe pulir, ese instante supremo de decidir qu¨¦ hacer. No encontr¨® puerta. Pedraza tuvo luego un lanzamiento que pas¨® cerca del poste del Herrer¨ªn y un remate en c¨®rner de Etxeita casi m¨¢s claro que el que meti¨® en la primera parte. Un penalti m¨¢s que dudoso de Duarte a Ra¨²l Garc¨ªa puso el lazo a una tarde de buzos azules. La grada, que no se acord¨® de Kepa para nada, se centr¨® en esperar la vuelta de Yeray tras superar el c¨¢ncer, pero Ziganda prefiri¨® no sacar al chaval.