El Barcelona prepar¨® el Cl¨¢sico con un torneo de Super Mario

Ernesto Valverde y su equipo de colaboradores empezaron a intuir que el partido ante el Madrid ten¨ªa muchas opciones de salir bien cuando a lo largo de la semana vieron la tranquilidad y la confianza con la que la plantilla afrontaba los entrenamientos durante los d¨ªas previos al duelo.

Para los t¨¦cnicos del Bar?a la cita contra el Madrid era fundamental, especialmente despu¨¦s de lo que sucedi¨® en la Supercopa y andaban muy activos y no quer¨ªan dejar ning¨²n detalle a la improvisaci¨®n. La actitud de Valverde y Aspiazu contrastaba con la de los principales jugadores del equipo, que est¨¢n m¨¢s que acostumbrados a ganar al Madrid en su estadio. El mensaje era claro de parte del vestuario a los t¨¦cnicos, ¡°tranquilo m¨ªster, que sabemos como se hace el trabajo¡±.

Pero el momento cumbre que demostr¨® que la plantilla del Bar?a estaba absolutamente tranquila antes del choque se produjo la noche antes del partido en el hotel de concentraci¨®n donde el equipo aprovech¨® la circunstancia de pernoctar fuera de casa (algo que pasa muy de tarde en tarde) para organizar una competici¨®n del videojuego Super Mario.

De hecho, los jugadores ten¨ªan a su disposici¨®n una sala para ver el partido entre el Espanyol y el Atl¨¦tico de Madrid, el principal perseguidor de los blaugrana, pero prefirieron evadirse antes del Cl¨¢sico jugando un torneo que organizaron Jordi Alba, Gerard Piqu¨¦ y Sergio Busquets. Falt¨® a la cita Ousmane Demb¨¦l¨¦, que por lo visto es un hacha en estas lides y que es el que gana este tipo de torneos que se disputan en la concentraci¨®n de la selecci¨®n francesa.

Ajenos a cualquier tensi¨®n de cara al partido del d¨ªa siguiente, los jugadores se evadieron pilotando el coche del fontanero m¨¢s famoso del mundo. Valverde entendi¨® en ese momento que el equipo estaba listo para dar la campanada en casa del m¨¢ximo rival e incluso les dej¨® media hora m¨¢s para dormir y retras¨® la hora del desayuno.

Con toda la tranquilidad del mundo, tras jugar a la maquinita por la noche se despertaron, desayunaron y se plantaron en el Bernab¨¦u dispuestos a jugar con el Madrid como si jugaran un videojuego.