?Qu¨¦ fue de Gica Hagi, el Maradona de los C¨¢rpatos?
El considerado mejor jugador de f¨²tbol rumano de la historia pas¨® por Real Madrid y Barcelona en dos etapas complicadas para ambos. Ahora, tiene su propio club en Ruman¨ªa.


El f¨²tbol rumano, a d¨ªa de hoy lejos de su mejor momento, vivi¨® en los 90 una fase de esplendor notable comandado por el conocido como ¡®el Maradona de los C¨¢rpatos¡¯, Gheorghe ¡®Gica¡¯ Hagi. El arrumano (pueblo latino que vive en los Balcanes y una peque?a parte de Grecia, Albania, Macedonia, Bulgaria y Ruman¨ªa) est¨¢ considerado como el mejor futbolista rumano de la historia sobre todo por sus actuaciones con la selecci¨®n.
Gheroghe Hagi naci¨® el 5 de febrero de 1965 S?cele, Constan?a, Ruman¨ªa y destac¨® desde joven como futbolista. En 1982 debut¨® en Primera Divisi¨®n en su pa¨ªs natal con el Farul Constan?a en el que aguant¨® una temporada hasta fichar por el Sportul Studen?esc de Bucarest donde empez¨® a despuntar todo su talento, al menos, a nivel nacional.?
Su gran proyecci¨®n hacia Europa no llegar¨ªa hasta que se pusiese la camiseta del Steaua de Bucarest, gran dominador de la competici¨®n rumana durante la estancia de Hagi all¨ª. El arrumano es clave para que el equipo alcanzase semifinales europeas y hasta a su segunda final de la Copa de Europa donde salieron goleados por el Milan de Sacchi (4-0 con dos dobletes de Gullit y de Van Basten).
Su etapa en Ruman¨ªa acaba despu¨¦s de su primer Mundial, Italia 90. Hagi tiene un papel destacado y el Real Madrid fija sus ojos en ¨¦l. En una etapa de dominio del Bar?a, los blancos van a por el rumano, que se convierte en uno de los primeros futbolistas en irse traspasados fuera del pa¨ªs gracias a la ca¨ªda del r¨¦gimen de Ceaucescu.

En el Real Madrid vivi¨® una etapa complicada en la que fue acusado de ser demasiado individualista y en la que no encontr¨® la continuidad deseada para mostrar todo el talento que demostraba con su selecci¨®n. Con los blancos permaneci¨® dos temporadas donde s¨®lo Antic le dio cierta continuidad. "La situaci¨®n por la que atravieso es rara. Nunca me hab¨ªa quedado en el banquillo hasta que llegu¨¦ al Real Madrid. Pero la vida tiene estas cosas", reconoc¨ªa resignado ya en 1990.
Dos a?os despu¨¦s dejar¨ªa el club por el Brescia despu¨¦s de que Leo Beenhakker no depositase nada de confianza en ¨¦l. As¨ª era su tono en marzo del 92. ¡°Me sent¨ªa bien, jugaba bien. Todo el mundo pod¨ªa ver que me encontraba en un buen momento, con una forma espl¨¦ndida. Ahora, sin embargo, estoy en el banquillo. Esto no es normal. No es justo lo que me sucede. Todo es injusto conmigo" dec¨ªa. El entrenador Beenhakker se justificaba en el estilo de juego: "La situaci¨®n de Hagi es consecuencia de nuestra forma de jugar" sentenciaba.

Despu¨¦s de una etapa poco fruct¨ªfera en el Madrid, intent¨® resurgir su juego en el Brescia donde aguant¨® dos temporadas totalmente distintas. En la primera, ascendieron a Serie A y en la segunda, volvieron a la B. Hagi no vio su hueco de nuevo en la Segunda y el FC Barcelona aprovech¨® la ocasi¨®n para incluirle en sus filas entrando as¨ª al grupo de jugadores que han jugando un Cl¨¢sico en ambos lados.
En Barcelona vivi¨® una etapa parecida a la del Real Madrid. Hagi cont¨® con minutos pero no con toda la confianza que deber¨ªa y s¨®lo un a?o despu¨¦s, el Bar?a le declaraba como transferible. Cruyff le lleg¨® a sacar de las convocatorias y el rumano acab¨® saliendo al Galatasaray turco, equipo en el que vivi¨® la mejor etapa de su carrera.

En el Galatasaray, el equipo giraba en torno a ¨¦l y fue de los pocos en los que se sinti¨® verdadera estrella. Fue el club en el que disput¨® m¨¢s partidos en toda su carrera y con el que consigui¨® cinco Ligas turcas, dos Copas de Turqu¨ªa, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa en la que precisamente derrot¨® a sus ex-compa?eros del Real Madrid. Tambi¨¦n tuvo alg¨²n episodio pol¨¦mico, como su enfrentamiento con un ¨¢rbitro turco despu¨¦s de anularle un gol en el Galatasaray-Genclerbirligi de Liga. Sus protestas le valieron la segunda amonestaci¨®n pero, no contento con la expulsi¨®n, insult¨®, escupi¨® y pis¨® al ¨¢rbitro del encuentro.

En Turqu¨ªa colg¨® las botas en 2001 e inmediatamente se pas¨® a los banquillos. Seg¨²n se retir¨® cogi¨® la selecci¨®n rumana, la que acababa de dejar tras una Eurocopa que acab¨® con Hagi lesionando de gravedad a Conte en un partido que Ruman¨ªa ya ten¨ªa perdido. Dos a?os despu¨¦s, cogi¨® el Bursaspor que dejar¨ªa por el Galatasaray en 2004. Un a?o m¨¢s tarde, lo dejar¨ªa para en 2006 fichar por la Politehnica Timi?oara y despu¨¦s, por el Steaua de Bucarest. Tres a?os despu¨¦s, volver¨ªa al Galatasaray y tendr¨ªa un par¨®n de tres a?os hasta fundar su propio proyecto, el Viitorul Constan?a, actual campe¨®n de la Liga rumana.

Hagi, despu¨¦s una carrera movida como entrenador y sin demasiada estabilidad, fund¨® este club cerca de su casa del que tambi¨¦n es presidente y desde 2014, entrenador. En su club, todo gira alrededor de la formaci¨®n de j¨®venes talentos: jugadores que lleguen desde la categor¨ªas inferiores al primer equipo y puedan desarrollar su talento. De hecho, solo tres jugadores superan la treintena en la primera plantilla del Viitorul.
L¨ªder de la 'Generaci¨®n de Oro' de Ruman¨ªa?

Si por algo se recuerda a Gica Hagi es por sus apariciones con la camiseta de Ruman¨ªa en una ¨¦poca dorada del f¨²tbol del pa¨ªs de los C¨¢rpatos. El jugador rumano coincidi¨® con Popescu (su cu?ado) con el que tambi¨¦n compartir¨ªa vestuario en el Barcelona , Ilie, Constantin Galca, Munteanu y Craioveanu. Todos, por cierto, pasaron antes o despu¨¦s por la Primera Divisi¨®n espa?ola.?
Fue esta generaci¨®n la que dej¨® las dos participaciones r¨¦cord para Ruman¨ªa en competiciones internacionales: cuartos de final en el Mundial del 94 y cuartos de final en la Eurocopa del 2000.?