Mascherano, el extra?o ¨²ltimo d¨ªa del Jefecito en el Camp Nou
Despu¨¦s de 332 partidos oficiales y 26.590¡¯, su precipitado adi¨®s a mitad de curso y con un Bar?a sin defensas deja un final sin laureles para el argentino.
Javier Mascherano, el Jefecito, puede jugar este domingo su ¨²ltimo partido con el Barcelona en el Camp Nou despu¨¦s de 332 partidos y 26.590 minutos oficiales embutido en la camiseta azulgrana. Ernesto Valverde le incluy¨® en la convocatoria ayer despu¨¦s de que el argentino se haya recuperado al fin de una rotura fibrilar en el b¨ªceps femoral de la pierna derecha que se produjo con la selecci¨®n de Sampaoli hace un mes. Mascherano negocia hace semanas su marcha al f¨²tbol chino. Presumiblemente, al Hebei Fortune de Pellegrini seg¨²n las ¨²ltimas informaciones. Su decisi¨®n no ha tenido marcha atr¨¢s a pesar de la situaci¨®n de urgencia del Barcelona, que se ver¨¢ privado de Umtiti otro mes y medio, que tirita por Vermaelen, fr¨¢gil como se ha demostrado el defensa belga; y que tendr¨¢ que tapar su presumible marcha a mitad de curso con un mel¨®n sin calar, Yerri Mina.
Mascherano, uno de los capitanes del Bar?a desde junio de 2015, defini¨® su etapa en el Barcelona como ¡°m¨¢gica¡± en su ¨²ltima renovaci¨®n, que se firm¨® en octubre de 2016 con una cl¨¢usula de salida de 100 millones de euros, de los que el Hebei quiere pagar cinco a lo sumo. Considerado un hombre b¨¢sico para la estabilidad del vestuario, su decisi¨®n unilateral de marcharse ha sido recibida con sorpresa por parte del vestuario pese a sus explicaciones. No parec¨ªa el mejor momento, m¨¢s en un club que se ha visto golpeado por multitud de acontecimientos de mucho peso en el ¨²ltimo a?o. Sin embargo, esta vez Mascherano ha antepuesto sus intereses a los del Bar?a. Quiere jugar para llegar rodado y con minutos al ¨²ltimo Mundial de su carrera. Una meta individual leg¨ªtima que choca con el relato que ha mantenido siempre d¨¢ndole prioridad al grupo pero que tampoco deber¨ªa sorprender si atendemos a los dos movimientos que tuvo antes de sus dos ¨²ltimas renovaciones. En mayo de 2014, justo antes del Mundial de Brasil y con el Bar?a en peligro de descomposici¨®n por el mal a?o de Messi, habl¨® de fin de ciclo y se dio pr¨¢cticamente por pasaportado en una entrevista a pie de campo en Elche. La llegada de Luis Enrique, que lo consideraba b¨¢sico, provoc¨® su ampliaci¨®n de contrato. Mascherano utiliz¨® una estrategia parecida en 2016 y filtr¨® su deseo de marcharse a Italia (Juventus y N¨¢poles se interesaron) mientras Argentina preparaba la Copa Am¨¦rica Centenario. Emisarios del club tuvieron que marcharse en viaje rel¨¢mpago a Estados Unidos y pactaron los t¨¦rminos de su ¨²ltima renovaci¨®n, que incluy¨® la ayuda del club para resolver los problemas del mediocentro con Hacienda. ?l mismo se declar¨® culpable de un fraude fiscal.
A punto de jugar posiblemente sus ¨²ltimos minutos en el Camp Nou, el rendimiento deportivo de Mascherano es indiscutible. Transformado por Guardiola en central en una urgencia que acab¨® siendo un plan, su comportamiento en el campo y en el d¨ªa a d¨ªa ha resultado irreprochable. En el vestuario tambi¨¦n se le se?ala como jugador clave junto a Xavi (algunos creen que incluso m¨¢s) para solucionar la grave crisis Luis Enrique-Messi en enero de 2015. El momento de su adi¨®s, sin embargo, y las razones, lejos de los c¨®digos grupales que siempre defendi¨®, deja fr¨ªo a un sector de la parroquia azulgrana. Aun as¨ª, se marchar¨¢ dejando huella y como uno de los extranjeros que mejor rendimiento ha dejado en Can Bar?a.