Griezmann se gana el perd車n
El Atl谷tico gan車 un partido trepidante gracias a un tanto del franc谷s en el 88*. Willian Jos谷 adelant車 a la Real y Filipe empat車 despu谷s. Partidazo de RulliReal Sociedad - Girona en directo: LaLiga Santander, jornada 9

Saltaron los dos equipos con necesidades. Para el Atleti el partido hab赤a comenzado nada m芍s terminarse el Bar?a-Celta, la Liga a seis puntos, si se ganaba a una Real que buscaba vendas en el Wanda Metropolitano tras el Lleida. Comenz車 el partido, sin embargo, fr赤o, a juego con la tarde, en un estadio sin r赤o pero tambi谷n sin calefacci車n.
Cortaba el aire y, si entre los asientos se colaba entre guantes, gorros y abrigos, sobre el c谷sped parec赤a llenar de escarcha las articulaciones. Hasta el minuto quince no termin車 de pasar nada. Pero entonces, el aceler車n. Lo primero fueron dos uy, uno por equipo.
Griezmann se gana el perd車n
En el Atleti, Gameiro, pero pens車 demasiado ante Rulli y se hizo un l赤o cuando s車lo deb赤a empujar. A迆n le falta esa punta de velocidad que ten赤a en el Sevilla. La de la Real saldr赤a de Thomas, ayer de nuevo lateral derecho, ayer sobrepasado. Aqu赤 convirti車 en suicidio un bal車n f芍cil envi芍ndoselo a God赤n: atrap車 Xabi Prieto y William Jos谷 chut車 alto. La Real hab赤a pisado el 芍rea de Oblak y acababa de descubrir que su hierba no mord赤a. Volver赤a. La Real preLleida. Y, lo dicho, quer赤a vendas.
Su carril era el izquierdo, buscando a Thomas. Sus armas, las piernas de Oyarzabal y la br迆jula de Illarra. Sus llegadas ya uy, uy, uy. Oblak parar赤a la segunda, la m芍s clara, a Xabi Prieto, pero no la tercera: sali車 por bajo y arroll車 a Oyarzabal. Penalti. Willian Jos谷 lo encajar赤a por el centro. El Atleti sobreviv赤a sin ocasiones, sin ideas y con ese costur車n: Thomas. Toda la defensa parec赤a contagiada de su mal. Temblorosa, m芍s arcilla que muro. Tambi谷n Oblak, extra?amente impreciso. Tambi谷n Correa. Porque el gol de la Real descongel車 al Atleti y tuvo dos oportunidades de demostrarlo. Las dos solo, frente al portero. Las dos con mismo final: Rulli. Mientras Gabi barr赤a los rivales de su 芍rea, organizaba y ordenaba, Gim谷nez intentaba ocupar su sitio y el de Thomas. Pero no le quitaba a la defensa el aire queso gruy谷re, llena de agujeros.
La tercera de Correa llegar赤a tras el descanso. Con Rulli vencido, misterio, la mand車 alto. Hab赤a salido el Atleti a encerrar a la Real. Como si en la caseta hubiese recordado el plan: atacar, no dejarla jugar. As赤 tampoco lo har赤an Prieto, Oyarzabal y William Jos谷. Pero si Correa ten赤a el d赤a a lo Vietto, Rulli, los guantes con velcro. Atrapaba todo. El Atleti los hab赤a pintado de rojiblanco, aunque a迆n no era capaz de hacerlos gol. Hasta que lo cogi車 Sa迆l. La segunda parte fue suya. ?l pidiendo juego, llenando el campo.
En el 63* sent車 a Xabi Prieto en la derecha y centr車 a Filipe, que se sac車 un trallazo de la bota con la naturalidad con la que se hace un Cubo de Rubik en cuatro movimientos. Es un genio. El empate precipit車 los cambios. Comenzar赤a el intercambio de golpes. El Atleti no dejar赤a de atacar, la Real se habr赤a vuelto a quitar la escarcha. El f迆tbol ya era tenis. Mirada a un 芍rea, a la otra. Aqu赤 saltaba solo Zurutuza, all芍 Rulli deten赤a un cabezazo de Grizi que ol赤a a red.
Y el aire a remontada. A veces el secreto es simple: el coraz車n. Si el Atleti juega sin 谷l, es un equipo preSimeone, plano. Pero cuando lo derrama sobre la hierba es imbatible. All芍 donde parecen no alcanzar las piernas, empuja 谷ste. Y siempre llega. Es el Atleti, es Simeone, la intensidad. Y arrastra lo dem芍s. Lo trae de la mano. El coraz車n. Con cresta rubia. Porque no pod赤a ser otro que 谷l, Grizi, el hombre frente a su pasado, quien lo hiciera gol.
Sa迆l, de nuevo, la prepar車 y lanz車 un cabezazo al palo contrario donde, en la base, apareci車 el franc谷s como una locomotora, como si la madera no estuviera delante, o seis rivales, o Rulli, para enviarlo a la red. ?l no celebr車, el estadio rompi車 a aplaudir. Medio mes despu谷s ni rastro de pitos. Qu谷 bien le queda la cresta. Y c車mo vuela el Atleti sobre ella.