Nunca deja de creer
El Atl¨¦tico cumple en el Wanda Metropolitano: un golazo de Griezmann y una asistencia suya a Gameiro dan vida a los rojiblancos. Les queda la bala de Londres... y la de RomaSchalke 04 vs Manchester City en vivo online: Champions League
Cuando despert¨®, la Champions todav¨ªa estaba all¨ª. En el aplauso de Simeone a sus chicos, su mirada emocionada. En los brazos en alto de Gabi, a la grada. En esos abrazos, todos al mismo, Griezmann. Volvi¨® el d¨ªa que su equipo m¨¢s le necesitaba: si el Chelsea le hab¨ªa ganado al Qarabag, fue el franc¨¦s quien espant¨® la noche fr¨ªa y negra que, durante 69 minutos, se precipitaba sobre el Metropolitano ante el Roma. Media tijera le bast¨®.
Y eso que el partido no hab¨ªa comenzado y a Simeone ya se le retorc¨ªa un poco m¨¢s: Juanfran lesionado, Thomas al lateral y Augusto de la grada al once. Nada f¨¢cil, todo dif¨ªcil. El Roma, al que un punto bastaba, no dejar¨ªa de buscar a Thomas. Perotti no tard¨® en encontrarle un agujero y por ¨¦ste colar¨ªa a los dem¨¢s.
En los primeros minutos, Oblak, cada vez que levantaba los ojos, ten¨ªa el ¨¢rea llena de romanos. Pero ser¨ªa un apretar sin ahogar. Tampoco ten¨ªan urgencias. Para eso el Atleti, donde habitaban todas. Por ganar, por el gol, por seguir agarrado a esta Champions, aunque sea de un imposible. Y eso que, al principio, con Augusto a¨²n desubicado, le costaba sacar el bal¨®n y a Torres le falt¨® media bota para remachar un centro raso de Lucas que ol¨ªa a red.
Luchaba El Ni?o cada bal¨®n como si fuese el ¨²ltimo en la tierra. Y en parte as¨ª era: si alguno no terminaba en gol, el tel¨®n de la Champions se bajar¨ªa este a?o ante el equipo de su vida. Cuando a su causa se uni¨® Carrasco, al Metropolitano le subieron las pulsaciones de golpe. Primero, con un balonazo al lateral de la red. Despu¨¦s, con un pase para el remate a bocajarro de Torres o Grizi, pero a los dos les sigui¨® faltando medio pie. A Augusto, m¨¢s tarde, le sobrar¨ªa un brazo al hacer un gol que el ¨¢rbitro anul¨® por mano. El Atleti se ir¨ªa al descanso 0-0. 0-0 y cuarenta y cinco minutos menos.
Los primeros de la segunda parte intent¨® llenarlos Carrasco. Pero una vez le sobr¨® un regate y otra, se top¨® un cerrojo griego, Manolas. A los cambios, Simeone busc¨® la chispa, Correa por Augusto, y Di Francesco, el cemento: Stootman por Pellegrini. El poste una vez y la espalda de un Gim¨¦nez multiplicado, otra, salvar¨ªan a Oblak antes de que al Metropolitano se presentara una cresta: la de Griezmann. Porque no hay mejor manera de cambiar los pitos por aplausos y este equipo tiene un h¨¦roe que no le ha abandonado y que sabe franc¨¦s. La jugada la inici¨® Torres, Correa evit¨® que se fuese fuera y lo devolvi¨® al ¨¢rea. All¨ª esperaba ya Grizi, con su capa: se elevar¨ªa sobre los dem¨¢s para rematar de medio tijera y, voil¨¢, el gol. O, mejor, su palanca ante ese tel¨®n que bajaba. Cu¨¢ntas alegr¨ªas dar¨ªa ya esa cresta al Calder¨®n.
Repetir¨ªa despu¨¦s, cuando el Roma ya estaba con diez por expulsi¨®n de Peres, con una asistencia a Gameiro que enviar¨ªa el bal¨®n a la red sin portero y sin ¨¢ngulo. Mientras, la grada del Nunca dejar de creer se abrazaba fuerte y miraba a Stamford Brigde, all¨ª donde la Champions segu¨ªa al despertar de este partido. Parece imposible, pero...