La percusi¨®n de Luis Su¨¢rez
Villarreal - Legan¨¦s: LaLiga Santander, jornada 33
Asumido que el Barcelona ha dejado de ser una orquesta barroca para pasar a ser una cadena de montaje que cumple escrupulosamente planes quinquenales a base de metalurgia pesada, el rendimiento del equipo de Valverde es tan fiable como dif¨ªcil de digerir. Pero la efectividad del l¨ªder es incontestable. En Legan¨¦s, en un nuevo cap¨ªtulo de ¡°A m¨ª no hay quien me tosa¡±, el Bar?a resolvi¨® por la v¨ªa de la percusi¨®n con Su¨¢rez como solista al bombo un partido que le permiti¨® ver el derbi madrile?o con la cerveza y el bol de palomitas tras ganar en Butarque por 0-3 en la tarde en la que el ¡®9¡¯ uruguayo se reencontr¨® con el gol en asociaci¨®n inveros¨ªmil con Paco Alc¨¢cer, un jugador impredecible. El tercero, lo firm¨® Paulinho en el ¨²ltimo minuto resolviendo, c¨®mo no, un l¨ªo en el ¨¢rea m¨¢s propio de una pel¨ªcula del Gordo y el Flaco que de un equipo aseado.
Valverde dej¨® muy clarito ya con la alineaci¨®n que en Legan¨¦s el Bar?a no estaba dispuesto a regalar nada. Ni asomo de reservar centrales por las tarjetas, ni rotaciones tras jornada de selecciones con quince d¨ªas sin competir ni mandangas. Sali¨® el once de gala con una misi¨®n entre ceja y ceja y la cumplieron con m¨¢s efectividad que brillantez. Pero al fin y al cabo fueron tres puntos de una importancia incontestable. Fieles al estilo de Shankly, el Bar?a pens¨® primero en meterla dentro de la porter¨ªa y luego ya discutir¨ªa las opciones sobre la est¨¦tica.
Normalmente, el Barcelona vive de la producci¨®n de Messi, ya sea en la sala de m¨¢quinas o en la finalizaci¨®n. En Butarque, el argentino tuvo uno de esos partidos que cuentan en el registro estad¨ªstico, pero que perfectamente podr¨ªan computar como d¨ªa de asuntos propios. A cambio, reapareci¨® el cazador Su¨¢rez en una extra?a ¡®buddy movie¡¯ de la mano de Paco Alc¨¢cer, un jugador tan vertical como imprevisible. Tras sus dos goles al Sevilla, Valverde decidi¨® seguir confiando en el delantero valenciano que con la misma facilidad te para un contragolpe por no ir al espacio como se saca un centro chut inveros¨ªmil que sorprende al portero rival que deja la pelota muerta en el ¨¢rea para que, al filo de la media hora de juego, Su¨¢rez rompiera su maleficio de cara al gol. 478 minutos llevaba sin marcar.
Hasta ese momento en el que el Barcelona logr¨® el 0-1 en su primer disparo entre los tres palos, tuvo m¨¢s sentido colectivo el Legan¨¦s, liderado por un Amrabat sensacional en ataque que a los 29 minutos ya le hab¨ªa sacado a Piqu¨¦ una tarjeta amarilla que le costar¨¢ no jugar en Mestalla la pr¨®xima semana.
Bien parapetado atr¨¢s con un Ter Stegen que a veces da la sensaci¨®n de que nadie le va a marcar un gol ni que se juegue durante seis horas el Bar?a fue transitando por el partido como un operario que aprieta tuercas esperando su momento. Un instante que lleg¨® en cuanto Alc¨¢cer se asoci¨® con Messi forzando un parad¨®n de Cu¨¦llar que rechaz¨® el bal¨®n dej¨¢ndolo en la zona de ataque de Su¨¢rez, que en colaboraci¨®n con un defensa marc¨® el segundo y lo celebr¨® en la cara del portero, con el que hab¨ªa tenido sus m¨¢s y sus menos hacia unos minutos.
Con el partido absolutamente controlado en base al estilo de ¡®no le llame regate, ll¨¢mele percusi¨®n¡¯ lleg¨® el tercer gol en una jugada que ni pintada para un p¨¢nzer como Paulinho, que apareci¨® en el campo como un Huruk Hai para darle brillo en el marcador a un triunfo que mantiene al Barcelona en los plazos de su plan quinquenal.
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