Garitano: ¡°Ernesto Valverde ser¨¢ el mejor fichaje del Bar?a¡±

Garitano relata aquel episodio como si le hubiera sucedido a ¨¦l. Como si hubiera sido ¨¦l la diana de aquellas preguntas incisivas que cuestionaban la idoneidad de Valverde para dirigir al Barcelona. Fue el pasado verano, en agosto. La Supercopa acababa de terminar. El Real Madrid hab¨ªa pasado por encima de los cul¨¦s en la ida y en la vuelta. Con los ¨¢nimos blaugranas reptando y el optimismo barcelonista cotizando en umbrales paup¨¦rrimos, la sala de prensa del Bernab¨¦u esperaba al entrenador extreme?o cargada de cierto aire inquisitorial. As¨ª lo recuerda su hom¨®logo en el Legan¨¦s.

¡°Creo que le preguntaron si no le ven¨ªa grande el Bar?a y que si se le iba a escapar el equipo¡±, evoca el preparador pepinero con las pupilas inyectadas en seriedad, dolido por el trato de la prensa a su compa?ero de profesi¨®n. ¡°?C¨®mo le llamaban? El Tata Valverde o no s¨¦ qu¨¦¡­¡±, contin¨²a dibujando una peque?a sonrisa sarc¨¢stica, luci¨¦ndola con la ventaja de saber que la perspectiva del tiempo y los resultados de su pr¨®ximo rival liguero han evaporado aquellas cr¨ªticas estivales. ¡°El mismo que igual le hizo esa pregunta, ahora le alabar¨¢ por su normalidad. Seguro que el ¨²nico que no ha cambiado en todo este tiempo ha sido ¨¦l, Valverde. Los que cambiar¨¢n ser¨¢n los de alrededor en funci¨®n de si gana o pierde¡±, sentencia Garitano.

El de Bergara es un admirador de la obra del entrenador blaugrana. Su firme defensor. ¡°Aunque ¨¦l se defiende solo¡±, aclara. ¡°Apenas hay que ver c¨®mo juegan sus equipos¡±, prosigue. Garitano habla en plural. No se refiere s¨®lo al Bar?a, sino tambi¨¦n al Espanyol, el Olympiacos, el Athletic¡­ Ya lo hac¨ªa la temporada pasada cuando Valverde era el entrenador de los leones y ¨¦l, Garitano, sonaba como su potencial sustituto en caso de que el ¡®Txingurri¡¯ hiciera las maletas rumbo a la ciudad condal. ¡°Ernesto est¨¢ capacitado para entrenar a quien sea¡±, dec¨ªa entonces. Hoy a?ade que su obra en el Camp Nou es mejor que la de Luis Enrique.

¡°A m¨ª me gusta mucho m¨¢s. Antes el Bar?a era m¨¢s previsible. Sab¨ªas lo que iban a hacer¡­ lo que pasa es que lo hac¨ªan a una velocidad incre¨ªble. Ahora, con Valverde, te hacen pensar m¨¢s. Ernesto es capaz de jugar de diferentes formas, usando espacios diferentes, creando diferentes partidos. Y al final, el resultado siempre es el mismo: gana a todos¡±, analiza. ¡°Ser¨¢ el mejor fichaje del Bar?a, seguro¡±, dice sin temblarle la voz.

Los dos coincidieron en el Athletic apenas un par de a?os. Garitano jugaba en el filial rojiblanco a principios de los 90 y acud¨ªa a entrenar de manera ocasional con el primer equipo en el que ya goleaba Valverde. D¨¦cadas despu¨¦s, la profesi¨®n ha cruzado ocasionalmente sus caminos, la mayor¨ªa de las veces para que el pepinero consultara la posibilidad de llevarse a Butarque alg¨²n le¨®n de la camada del ¡®Txingurri¡¯. Y en todas esas llamadas el trato fue ¡°excelente¡±, aunque sin cuajar en amistad, condici¨®n que no es necesaria para que Garitano se erija como uno de los grandes admiradores Valverde.

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